Los productores de quinua del Altiplano Sur exigen al Gobierno tecnología de alta precisión que les permita mejorar su producción y enfrentar los efectos del cambio climático.
Fuente: ANF
Benjamín Huarachi, presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen de la Quinua del Altiplano Sur, señaló que las heladas fuera de temporada han dañado los cultivos, afectando severamente la producción.
“Ha caído una helada bastante fuerte, ha causado daño, pero aun así, como la planta tiene bastante vigor, ha ido retoñando. Sin embargo, ahora también tuvimos otra helada hace dos días, que también ha ido perjudicando la producción de la quinua”, explicó Huarachi.
El representante quinuero aseguró que estos fenómenos climáticos no son normales y reflejan el desequilibrio del tiempo. “Si hubiera una helada, tendría que ser por el 20 de enero o en febrero. En estos días no debería haber ninguna helada. Me parece que es el desequilibrio del tiempo que se está demostrando: congela en cualquier momento, se despeja y en cualquier rato empieza a llover. No hay estabilidad que favorezca la producción de quinua”, agregó.
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Uno de los momentos más críticos es la floración del cultivo, y “la helada más perjudicial es la que ocurre en la época de la floración, porque impide que las flores sean fertilizadas y reduce el rendimiento de la cosecha”.
Huarachi denunció que los productores continúan trabajando con las mismas herramientas de hace 20 años y con poca o nada de tecnología para la producción de quinua, “no tenemos alerta temprana, no tenemos casi nada”.
“Hemos reclamado al Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras porque ya no podemos seguir con la misma costumbre de sembrar la quinua como lo hacíamos hace dos décadas», afirmó.
Si bien existe un programa denominado Procamqui con un presupuesto de 220 millones de bolivianos, Huarachi indicó que lo que se ofrece no soluciona el problema. “Nos han ofrecido un paquete tecnológico que incluye pequeñas cosas, pero no es la solución”, dijo.
El dirigente explicó que dicho paquete consiste en “abono de animales, estiércol, mochilas y algunos insumos”, pero insistió en que son elementos que los productores ya han estado utilizando desde hace 20 años. “Nos preocupa que, en vez de ir hacia adelante, estamos yendo hacia atrás”, lamentó.
Los productores exigen tecnología de precisión para optimizar su labor y enfrentar los retos climáticos.
“Cuando pedimos tecnología de precisión, nos referimos a contar con alerta temprana a través de estaciones meteorológicas, la mecanización para la siembra y cosecha con arados y sembradoras, así como insumos naturales para controlar las plagas”, puntualizó Huarachi.
También se refirió a la necesidad de contar con semillas más resistentes, por lo que cuestionó al Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal de Bolivia (Iniaf) que ya debía tener resultados positivos para los productores.
“Ellos manejan el germoplasma y ya deberían haber desarrollado una semilla resistente a las heladas y que tenga una producción más rápida”, indicó.
El dirigente también cuestionó el uso de recursos en proyectos que no han dado frutos. “Han gastado en vano millones y millones de bolivianos en proyectos sin resultados”, criticó.
Los productores esperan que el Gobierno atienda sus demandas con urgencia, ya que la quinua es un producto clave para la economía del Altiplano Sur y su producción está en riesgo ante las inclemencias del clima y la falta de innovación tecnológica.
“Necesitamos soluciones reales, no paliativos que nos mantengan en el atraso”, concluyó Huarachi.
/ANF/