Las recientes elecciones judiciales de 2024 generaron esperanzas de cambio, pero las dudas persisten sobre la verdadera reforma del sistema.
La justicia en Bolivia atraviesa una crisis profunda, caracterizada por la corrupción, la lentitud de los procesos y la falta de independencia. Muchos ciudadanos se sienten atrapados en procesos interminables y en un mar de impunidad, lo que da lugar a movilizaciones y protestas exigiendo una justicia pronta y efectiva. Sin embargo, las respuestas siguen siendo escasas.
El sistema judicial de Bolivia también se ve afectado por casos emblemáticos que desnudan su inoperancia, como el caso del bebé Alexander, y otros que aumentan la desconfianza en la institución.
En medio de esta crisis, expertos señalan la existencia de un sistema judicial viciado por el ‘padrinazgo’ y la dependencia del poder político, lo que agrava aún más la situación para aquellos que buscan obtener una sentencia justa.
Las elecciones judiciales de 2024 generaron expectativas de cambio. Sin embargo, a pesar de la renovación de algunas autoridades, persisten cuestionamientos sobre la permanencia de magistrados en el Tribunal Constitucional, quienes continúan en sus cargos mediante una autoprorrogativa que ha generado conflictos internos.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
