En una entrevista con la cadena DTV, la expresidenta de la Cámara de Senadores, Adriana Salvatierra, explicó que los sectores evistas convocaron la marcha para el 10 de enero con el propósito de reclamar mayor calidad institucional, precios justos en la canasta familiar y el fortalecimiento de la democracia en Bolivia.

La marcha partirá de Patacamaya e intentará llegar a la sede de gobierno para ‘interpelar’ al gobierno nacional y ‘cuestionar’ su papel en el actual proceso electoral.

Salvatierra expresó que existe una creciente preocupación sobre la viabilidad de las elecciones nacionales, afirmando que incluso su realización está en duda. Según explicó, la protesta es una expresión legítima de rechazo ante lo que considera una crisis política e institucional.

Organizaciones sociales y respaldo popular

Consultada sobre la participación de las organizaciones sociales en la marcha del 10 de enero Adriana Salvatierra afirmó que el gobierno ha incentivado su división. ‘El gobierno ha promovido el fraccionamiento de las organizaciones, y las que no participan son las que reciben prebendas políticas’, sostuvo.

En cambio, las agrupaciones del Pacto de Unidad, los movimientos indígenas y campesinos, los sectores gremiales, las juntas vecinales y diversas organizaciones populares participarán, aportando sus perspectivas y propuestas para fortalecer la participación social.

Reclamos clave de la marcha

La marcha reclama tres aspectos principales:

Calidad institucional: Exigir reformas que garanticen una justicia independiente y procesos electorales transparentes.

Canasta familiar: Reclamar estabilidad en los precios de productos básicos y mayor atención a la economía popular.

Democracia: Promover elecciones libres y sin irregularidades, asegurando la participación de todos los sectores.

Expectativas y reacciones

El anuncio de la marcha ha generado diversas reacciones en el ámbito político y social. Mientras que algunos sectores la ven como una oportunidad para fortalecer la democracia, otros critican la protesta como un intento de presión hacia el gobierno.

Salvatierra defendió la convocatoria, argumentando que su objetivo es abrir espacios de diálogo y garantizar que se escuchen las voces populares.

‘Esta marcha es una manifestación de los y las ciudadanas que están elevando su voz en protesta contra el gobierno nacional’, concluyó Salvatierra, reafirmando que la movilización será pacífica y con un mensaje claro de unidad.