Sam Altman anticipó que «Operator», el próximo modelo de OpenAI, puede transformar la fuerza laboral en 2025


El CEO de la compañía adelantó en su blog un gran cambio en los negocios con agentes de IA capaces de optimizar procesos y tomar decisiones operativas

Sam Altman asegura que 2025

Sam Altman asegura que 2025 será un año clave para la integración de inteligencia artificial en el ámbito laboral (REUTERS/Imagen Ilustrativa)



 

Fuente: infobae.com

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La inteligencia artificial (IA) está en el centro de una revolución tecnológica que promete cambiar la forma en que trabajamos. Según Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, 2025 será un año crucial en este proceso, con la incorporación de agentes de inteligencia artificial a las empresas, lo que podría redefinir la productividad y la organización de los negocios. Esta afirmación surge de un extenso análisis publicado por Altman en su blog, donde también reflexiona sobre los retos que ha enfrentado desde el lanzamiento de ChatGPT en 2022.

El concepto de “agentes de IA”, que Altman describe como herramientas capaces de realizar tareas de manera autónoma, ya ha capturado la atención de empresas de alto perfil como Microsoft y McKinsey. Estas herramientas no solo automatizarán procesos básicos, sino que también tendrán la capacidad de tomar decisiones operativas en tiempo real, un desarrollo que, según el CEO de OpenAI, podría “cambiar materialmente el rendimiento de las empresas”.

Sin embargo, el impacto de estos agentes no está exento de desafíos. A medida que las empresas adoptan estas tecnologías, se plantean interrogantes sobre su implementación, los costos asociados y las implicaciones éticas de delegar responsabilidades clave a sistemas autónomos. Estas cuestiones subrayan la complejidad de un cambio que promete ser tan transformador como polémico.

La llegada de los agentes de inteligencia artificial

OpenAI planea revolucionar el trabajo

OpenAI planea revolucionar el trabajo con agentes autónomos como el modelo Operator (AP Foto/Patrick Semansky)

Altman sostiene que los agentes de IA, como el próximo modelo de OpenAI llamado “Operator”, no solo ejecutarán tareas específicas como redactar correos o programar reuniones, sino que podrían eventualmente manejar funciones más complejas dentro de las organizaciones. En su blog, publicado en enero de 2025, Altman afirma: “Creemos que en 2025 podríamos ver a los primeros agentes de IA integrarse a la fuerza laboral y cambiar materialmente el desempeño de las empresas”.

Empresas líderes ya están explorando este potencial. Microsoft, el mayor inversor en OpenAI, ha introducido herramientas similares bajo su plataforma Copilot Studio, mientras que McKinsey está desarrollando un agente para procesar consultas de clientes y programar reuniones de seguimiento. Según proyecciones de la consultora, hasta un 30% de las horas trabajadas en la economía estadounidense podrían ser automatizadas para 2030.

Este nivel de automatización, sin embargo, plantea un debate sobre el papel de los trabajadores humanos. Si bien se espera que los agentes de IA mejoren la eficiencia, algunos analistas advierten que podrían acentuar desigualdades laborales al desplazar puestos de trabajo en sectores específicos.

Los retos del desarrollo de IA avanzada

McKinsey y Microsoft lideran en

McKinsey y Microsoft lideran en el desarrollo de herramientas basadas en inteligencia artificial para empresas (Grant Hindsley/The New York Times)

El avance hacia una inteligencia artificial más sofisticada no ha estado exento de controversias internas y externas para OpenAI. En 2023, Sam Altman fue despedido temporalmente por la junta directiva de la compañía, un episodio que él mismo calificó como un “gran fracaso de gobernanza” en su reciente publicación. Este evento, según Altman, destacó la importancia de contar con un liderazgo diverso y experimentado para afrontar desafíos complejos en una industria en rápida evolución.

Además, la transición de OpenAI hacia una estructura corporativa más tradicional ha generado tensiones. En diciembre de 2024, la compañía anunció planes para convertir su brazo con fines de lucro en una corporación de beneficio público, con el objetivo de atraer inversiones que puedan sostener la creciente demanda de capital para desarrollar inteligencia artificial avanzada. “Nunca imaginamos que necesitaríamos una cantidad tan extraordinaria de recursos”, admitió Altman.

Estas decisiones reflejan la presión que enfrenta OpenAI en un mercado altamente competitivo, donde gigantes como Google, Amazon y Salesforce están lanzando sus propios agentes de IA, respaldados por vastos recursos y bases de datos exclusivas.

La promesa de la superinteligencia

La presión en OpenAI para

La presión en OpenAI para financiar su desarrollo tecnológico llevó a su transición hacia una corporación de beneficio público (AP Foto/Jeff Chiu, Archivo)

Más allá de los avances inmediatos, Altman subraya que el objetivo final de OpenAI es alcanzar la superinteligencia, un tipo de inteligencia artificial capaz de superar las capacidades humanas en prácticamente cualquier tarea. Según su blog, esta tecnología podría “acelerar enormemente los descubrimientos científicos e impulsar una nueva era de prosperidad”.

Sin embargo, este objetivo ambicioso está rodeado de escepticismo. Aunque Altman afirma que OpenAI ya sabe cómo construir una inteligencia artificial general (AGI, por sus siglas en inglés), expertos en el campo, como Demis Hassabis y Ray Kurzweil, han estimado que el desarrollo de AGI podría tardar décadas. Otros argumentan que los sistemas actuales, incluidos los de OpenAI, aún están lejos de poseer las capacidades de razonamiento necesarias para ser considerados verdaderamente generales.

El impacto de los agentes de inteligencia artificial en la fuerza laboral es inevitable, pero su alcance dependerá de cómo las empresas y la sociedad en general gestionen esta transición. Mientras que figuras como Altman ven en estos avances una oportunidad para aumentar la eficiencia y la innovación, también es esencial abordar las posibles desigualdades y desafíos éticos asociados.

A medida que 2025 avanza, la adopción de estas tecnologías marcará el ritmo de un cambio que podría redefinir no solo el trabajo, sino también nuestra relación con las máquinas. Como señaló Altman en su blog: “Amamos nuestros productos actuales, pero estamos aquí para construir el futuro glorioso”.

 


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