Los problemas de la empresa son emblemáticos de la reciente recesión del país, que ha asustado a los inversores y lastrado la confianza de los consumidores, presionando a la baja los objetivos de crecimiento anual de Beijing.
Un cartel de Vanke en la puerta de una obra en Shanghai, China. (REUTERS/Aly Song/archivo)
(Con información de AFP y Reuters)
Fuente: infobae.com
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El endeudado gigante inmobiliario chino Vanke advirtió el lunes de las importantes pérdidas sufridas el año pasado en medio de una continua caída del mercado, al tiempo que comunicaba la dimisión de su consejero delegado por ”motivos de salud».
Beijing se ha enfrentado en los últimos años a una prolongada crisis en el vasto sector inmobiliario del país, antaño un pilar clave de la economía pero ahora acosado por una deuda desbordante.
Vanke, que cotiza en Hong Kong, es propiedad en parte del gobierno de Shenzhen y fue la cuarta mayor inmobiliaria de China por ventas el año pasado, según la empresa de investigación CRIC.
El diario Economic Observer, un medio de comunicación estatal, informó a principios de este mes de que el consejero delegado de Vanke, Zhu Jiusheng, había sido detenido y que la empresa podría ser objeto de una absorción o reorganización. El informe fue eliminado a las pocas horas de su publicación.
Vanke no ha confirmado la detención de Zhu, pero el lunes declaró en un comunicado que ”ha solicitado su dimisión… por motivos de salud».
Zhu ”ya no ocupará ningún cargo en la empresa».
Exterior de un edificio de apartamentos para jóvenes del promotor chino China Vanke en Shenzhen. (REUTERS/Bobby Yip/archivo)
El artículo del Economic Observer no especificaba qué delitos se le imputaban a Zhu.
En su momento se informó de que las llamadas y mensajes a Zhu y a personas de su entorno habían quedado sin respuesta.
Otros dos altos ejecutivos -el presidente del consejo de administración, Yu Liang, y el secretario de la empresa, Zhu Xu– habían dejado sus cargos “debido a ajustes laborales”, pero continuarían en otras funciones, según la empresa.
Xin Jie, presidente de su principal accionista estatal, Shenzhen Metro, se convertirá en el presidente de Vanke, lo que supone un aumento de la supervisión estatal ante las expectativas de que el Gobierno intervenga para contener los riesgos de impago.
Problemas persistentes
Una mujer señala la maqueta de un complejo residencial de Vanke mientras un agente de ventas presenta la propiedad a los visitantes. Vanke fue la cuarta mayor inmobiliaria de China por ventas el año pasado (REUTERS)
Junto con otros titanes inmobiliarios chinos, Vanke se ha tambaleado a lo largo de una crisis de deuda que dura ya varios años, y el lunes, en una declaración en la Bolsa de Hong Kong, advirtió de unas pérdidas netas de aproximadamente 45.000 millones de yuanes (6.200 millones de dólares) el año pasado.
Entre las razones de las pérdidas previstas se encuentran ”la continua caída del mercado», mientras que ”las ventas y los márgenes de beneficio bruto resultaron ser inferiores a las expectativas de inversión», declaró Vanke en la presentación.
“La empresa se disculpa profundamente por la pérdida de rendimiento y hará todo lo posible para promover la mejora del negocio”, escribió.
“De cara al futuro, la Compañía considera que el sector ya ha superado el momento más difícil, y confía en que el mercado inmobiliario dejará de caer y se estabilizará“.
Vanke es una de las principales empresas inmobiliarias chinas que se han visto envueltas en los últimos años en una crisis de deuda que ha dejado a los promotores en graves apuros financieros.
Vanke reportó unas pérdidas netas de aproximadamente 45.000 millones de yuanes (6.200 millones de dólares) el año pasado. (REUTERS/Aly Song/archivo)
A principios de este mes, la agencia de calificación Moody’s rebajó la calificación crediticia de Vanke para indicar una perspectiva ”negativa».
Los problemas de la empresa son emblemáticos de la reciente recesión, que ha asustado a los inversores y lastrado la confianza de los consumidores, presionando a la baja los objetivos de crecimiento anual de Beijing.
Las autoridades registraron a principios de mes una de las tasas de crecimiento económico más bajas de China en décadas, lo que sugiere que una serie de políticas recientes encaminadas a estimular la actividad aún no han surtido pleno efecto.
En noviembre, Beijing anunció medidas de apoyo al debilitado sector inmobiliario que incluían la reducción de los tipos del impuesto de actos jurídicos documentados para determinadas primeras y segundas viviendas en cuatro grandes ciudades, entre ellas Beijing y Shanghai.
Ciudades de todo el país también han anunciado en los últimos meses diversas relajaciones de las restricciones a la compra, aplicadas en su día para limitar la perniciosa especulación.