En menos de dos semanas se han registrado enfrentamientos en la sede campesina. Francisco Gutiérrez tomó el control desde el 23 de diciembre y acusa a Herber Quispe por el “atentado” de la madrugada del domingo.
Fuente: https://elpais.bo
La sede de la Federación Sindical Única de Comunidades Campesinas de Tarija (FSUCCT) se ha convertido en la “trinchera de guerra” de los dirigentes que pugnan por el control de la organización campesina. En menos de dos semanas los grupos de poder liderados por Francisco Gutiérrez y Herber Quispe intentaron arrebatarse el bastión, ambos dicen ser el ejecutivo de la federación ¿a quién creer?
Si bien la división de la FSUCCT se lo arrastra desde hace un par de años atrás, ha sido el 2024 cuando se dio el quiebre oficial. Uno de los últimos eventos que sucedió durante esa gestión, fue el 27 de noviembre cuando el dirigente campesino Herber Quispe con el respaldo de algunas de las centrales campesinas en un congreso departamental, determinan desconocer a Gutiérrez y su directiva.
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Consecuentemente, Quispe asume el cargo y le bastaron días para instalarse en la FSUCCT.
Gutiérrez desde un inició calificó ese evento como ilegal y se ratificó como ejecutivo de la Federación. En fecha 23 de diciembre, nuevamente toma por asalto la sede campesina.
Sin embargo, la madrugada del pasado 5 de enero nuevamente se registraron percances en la sede campesina, cuando un grupo de 40 personas intentó tomar el control. Pero terminaron huyendo cuando llegó la Policía al lugar.
¿Quién fue?
Gutiérrez responsabilizó a Quispe de haber “contratado” a estas personas para que actúen como un grupo de choque y se entren a oficinas de la FSUCCT. Enfatizó que han sido actos vandálicos que ocasionaron destrozos en la sede campesina, además que sustrajeron la suma de 65.000 bolivianos, denuncia que ya ha sido derivada a la Fiscalía para iniciaron con la investigación.
Gutiérrez justificó su arremetida del 23 de diciembre, argumentando que con anterioridad ha sido su directiva la que ha sufrió un golpe dirigencial, y que ahora solamente recuperaron la institución, ya que su persona continúa siendo ejecutivo de la organización campesina y que su mandato aún no ha fenecido.
Al respecto, Quispe negó haber estado detrás de los hechos acontecidos la madrugada del domingo, no descartó que se tratase de un auto atentado de Gutiérrez a quien acusó de “auto nombrarse” ejecutivo de la FSUCCT, cuando en noviembre fue destituido por más de 400 comunidades por sus actos delictivos en la organización campesina.
Quispe aseguró haber sido electo de manera legítima el 27 de noviembre con el respaldo de 400 comunidades. Enfatizó que incluso cuentan con el visado de un notario de fe pública que revoca el poder a Gutiérrez.
“Don Francisco Gutiérrez el pasado 23 de diciembre ha tomado violentamente las oficinas, con un grupo de choque, tenemos la denuncia correspondiente, está en su etapa preliminar de investigación por allanamiento, por lesiones leves y graves. (…) han lastimado a personas que estaban ahí, los mandaron al hospital porque le golpearon por una barreta”, dijo Quispe.
Además, recordó que Gutiérrez ya fue denunciado la gestión pasada por haberse apropiado de 160.000 bolivianos, del cual incluso tiene una orden de apremio.