El departamento de Justicia de Estados Unidos amenazó este miércoles a las autoridades locales y estatales con investigaciones si estos no cumplen con la política de deportaciones de Donald Trump. Los trabajadores del sector agrícola pueden ser los más afectados por estas medidas, ya que en ciertos estados como California los indocumentados representan tres cuartas partes de la mano de obra.
Donald Trump regresó a la Casa Blanca con promesas de frenar la inmigración y en sus primeros días, sus primeros decretos y leyes fueron encaminados a frenar la llegada de migrantes indocumentados, pedro también a facilitar las deportaciones.
¿Qué hacer en caso de toparse con oficiales de inmigración y no tener papeles? El Centro Binacional para el Desarrollo Indígena Oaxaqueño es una ONG que se encarga de aportar asesoría a la comunidad indocumentada que trabaja en el sector agrícola del Valle Central de California. Lo hace en español, pero también en lenguas indígenas.
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Sarait Martínez es su directora y explicó a RFI su labor: «La información que le estamos dando a los trabajadores es más que nada, porque ellos tienen derechos fundamentales con o sin documentos. Tienen su derecho a permanecer callado, que no puedan firmar ningún documento, porque hemos visto que muchas personas, por miedo tal vez, están, firmando papeles que los autodeportan, y a pedir que se le provea un abogado para poder tener un juicio justo de poder quedarse o regresar, dependiendo su situación».
La organización trabaja a menudo sobre el terreno: «Parte de nuestra estrategia es asegurarnos de ir a donde están los trabajadores a dar esta información, a proveer las Tarjetas Rojas, que se le llaman así, con sus derechos -prosigue Sarait Martínez-. Nosotros hacemos muchos talleres, reuniones de casa, pero también vamos a los campos a dar esta información. De esa forma trabajamos con los empleadores ahí, pues esa empatía de los trabajadores de asegurarse de que sean llevados y que no haya ese tipo de redadas en los campos».
Redadas sorpresivas como la que ocurrió en el condado de Kern, a principios de enero, dejó campos enteros de frutas sin cosechar y decenas de arrestos. Según la Universidad de California-Merced, el 75% de la mano de obra agrícola del estado es indocumentada. Y California produce los tres cuartos de las frutas y los dos tercios de las hortalizas que se consumen en Estados Unidos.
Sarait Martínez explica a RFI como en muchas ocasiones los migrantes en peligro llevan tiempo en Estados Unidos y no han podido regularizar su situación: «Hay familias que han estado aquí por muchísimos años, que ya tienen a sus niños, que ya están grandes. Nosotros trabajamos con comunidades, que son hijos nacidos aquí, que ahora son trilingües, que hablan inglés, español y su lengua materna y los procesos migratorios tardan muchísimos años. No es como ‘apúntate y te puedes arreglar papeles luego’. Hay procesos, hay leyes que no permiten que las comunidades puedan arreglar de la noche a la mañana y que tarden años»
Además, la responsable de la ONG cree que el sistema económico favorece y se beneficia de los trabajadores indocumentados: «Vivimos en un sistema capitalista donde, en realidad, muchas de estas producciones, especialmente en la industria agrícola, se basan una fuerza laboral a la que puedan pagar menos, que haya violaciones de derechos, que haya robo de salario El mismo sistema se beneficia de la mano de obra más barata y es por eso existe esta demanda de trabajadores».
Sarait Martínez insiste igualmente en que muchas personas evitan acudir al trabajo por temor a las redadas.