La víctima mortal fue identificada como Giulia Panchoni Righetto, una turista brasileña de 26 años originaria de Ribeirão Preto, en el estado de San Pablo.
La víctima mortal fue identificada como Giulia Panchoni Righetto, una turista brasileña de 26 años, oriunda de Ribeirão Preto (São Paulo). Según el informe oficial, la joven se encontraba en el centro de la iglesia junto a una amiga cuando ocurrió el colapso, mientras que dos hombres que la acompañaban estaban en una sala separada y resultaron ilesos.
Las cinco personas heridas, entre ellas otro turista, sufrieron lesiones leves y fueron trasladadas a centros de salud para su evaluación. Ninguna de ellas corre riesgo de muerte, según confirmaron las autoridades locales.
El director de Defensa Civil de Salvador, Sósthenes Macedo, explicó que la iglesia fue clausurada temporalmente para evitar nuevos accidentes y garantizar la seguridad de los investigadores.
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“Es un episodio donde se desplomó casi toda la parte central de la iglesia. Claro que aún quedan las estructuras laterales, y esas también necesitan atención. El lugar permanecerá cerrado porque, en el escenario que encontramos hoy, lamentablemente, perdimos una vida”, declaró.
Un comerciante identificado como Antônio Pereira, quien trabaja en la zona desde hace 20 años, relató haber escuchado un fuerte estruendo antes de percatarse del derrumbe.
“Después de ese ruido, yo y algunas personas nos acercamos a la puerta, pero solo se veía una nube de polvo y un montón de madera amontonada”, contó.
En redes sociales, testigos compartieron imágenes del interior del templo, donde se observan escombros de madera cubriendo los bancos y el suelo del ala central.
<b>Problemas estructurales y advertencias previas</b>
La Iglesia y Convento de São Francisco, fundada en el siglo XVIII, es considerada una de las “Siete Maravillas de Origen Portugués” en el mundo debido a su diseño arquitectónico y a su interior decorado con pan de oro. Sin embargo, en los últimos años, la estructura ha presentado problemas de conservación.
En 2023, el Instituto de Patrimonio Histórico y Artístico Nacional (Iphan) ordenó la remoción del pináculo derecho del templo, una cúpula metálica de 1,5 toneladas, debido al riesgo de colapso.
Además, el pasado 3 de febrero, apenas dos días antes del derrumbe, el frei Pedro Júnior Freitas da Silva, guardián y director de la iglesia, había alertado al Iphan sobre una dilatación en el forro del techo, solicitando orientación para abordar el problema dentro de los criterios técnicos de conservación de bienes patrimoniales.
“Pedimos orientación sobre posibles soluciones, asegurando que cualquier intervención siguiera los criterios exigidos para bienes protegidos. Quedamos a disposición para proporcionar más detalles y programar una visita”, informó.
Las autoridades continúan con las investigaciones para determinar las causas exactas del colapso y evaluar la estabilidad de la estructura restante. La iglesia permanecerá cerrada hasta que se concluyan los análisis técnicos.
(Con información de EFE)