Ante los aranceles de Trump, Latinoamérica debe ‘redefinir sus relaciones comerciales’


El presidente estadounidense aseguró el jueves que impondrá «aranceles recíprocos» a aliados y rivales de Estados Unidos, abriendo un nuevo frente que deja al mundo al borde de una guerra comercial. Carlos Quenan, profesor de Economía de la Universidad Sorbonne-Nouvelle, y vicepresidente del Instituto de las Américas en París analiza el impacto de este anuncio para las economías de la región.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anuncia aranceles recíprocos el 13 de febrero de 2025 en el Despacho Oval de la Casa Blanca, en Washington
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anuncia aranceles recíprocos el 13 de febrero de 2025 en el Despacho Oval de la Casa Blanca, en Washington © Andrew Caballero-Reynolds / AFP

Entrevista de Yésica Brumec para RFI

 



Donald Trump aseguró este jueves que impondrá «aranceles recíprocos» a aliados y rivales de Estados Unidos, abriendo un nuevo frente que deja al mundo al borde de una guerra comercial pero sin plazos claros.

«Si nos imponen un arancel o un impuesto, nosotros les imponemos exactamente el mismo nivel de arancel o impuesto, es así de sencillo», afirmó el republicano en el despacho oval de la Casa Blanca al firmar un documento con consignas sobre su política arancelaria.

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La decisión supone un duro golpe a algunos países emergentes, como Brasil, que imponen aranceles altos para proteger sus economías. Para Carlos Quenan, profesor de Economía de la Universidad Sorbonne-Nouvelle, “un efecto inmediato para los países de la región latinoamericana es que crece la perspectiva para algunos de ellos de buscar algún tipo de redefinición de sus políticas de relaciones comerciales externas. Deberán buscar una mayor diversificación de estas relaciones”.

En este contexto, “muchos analizan que, como consecuencia de estas estos posicionamientos de Estados Unidos, China podría incrementar su influencia en la región como socio comercial de las economías latinoamericanas”. “Ya es muy importante, ya está entre los principales socios, por supuesto, pero reforzarse aún más. O que esto podría dar pie a un mayor interés todavía de parte de los países del Mercosur para concretizar un acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur, un acuerdo postergado desde hace años que incluye una mayor liberalización comercial en los intercambios entre ambos bloques, Unión Europea-Mercosur, aunque es sabido que hay reticencias importantes como las que ha habido esta semana en el Parlamento Europeo sobre este tema”, advierte Quenan.

En las últimas semanas, EEUU ya anunció aranceles adicionales del 10% sobre los productos chinos y del 25% sobre el aluminio y el acero. Una política económica agresiva con un único objetivo: «Estados Unidos primero». Los gravámenes sobre estos dos metales que aplicará pronto afectan a varios países de América Latina, pero sobre todo a Brasil, México y Argentina. “El sector del acero, del aluminio, el sector agroindustrial en estos casos puede verse afectado, más particularmente, por ejemplo, a Brasil y Argentina”, sostiene.

En lo que se refiere a las relaciones entre la Casa Blanca y el gobierno de la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum, se han crispado muy rápidamente. “Hemos visto que se planteó una situación de tensiones fuerte que da lugar a una tregua de 30 días”, apunta Quenan. “Queda planteado en primer lugar qué pasará con algunos sectores estratégicos de esa vinculación fundamental de México con Estados Unidos y de Estados Unidos con México, porque México está, ya sea del lado de las importaciones o de las exportaciones, entre los tres primeros socios comerciales de Estados Unidos, junto con Canadá y con China”.

 Quenan hace eje en que hay tener en cuenta la economía de Estados Unidos y México “están profundamente imbricadas con el aparato productivo y los mercados de Estados Unidos”.

Sin embargo, para este economista, pese a las declaraciones de Trump, es necesario entender que el anuncio forma parte de una personalidad a la hora de negociar, que supone de “entrada un posicionamiento muy duro y de confrontación, para luego gestar algún tipo de compromiso, pero siempre, en el marco de una relación de fuerza”.

 


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