A pocas horas de un presunto atentado terrorista que dejó 28 heridos, el vicepresidente y el secretario de Estado participarán en la Conferencia de Seguridad, acompañados de líderes políticos de todo el mundo, donde expondrán la postura de Trump sobre la guerra en Ucrania, la OTAN y la situación en Oriente Medio
Marco Rubio y JD Vance durante un acto oficial en la Casa Blanca, (Washington, Estados Unidos)
(Enviado especial a Múnich, Alemania) Tras un presunto ataque terrorista que dejó 28 heridos, JD Vance y
Fuente: infobae.com
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Marco Rubio participarán en la Conferencia de Seguridad junto a líderes de todo el mundo, adonde el vicepresidente de Estados Unidos y el secretario de Estado explicitarán la agenda geopolítica de Donald Trump respecto a la guerra en Ucrania, el papel de la OTAN y la situación en Medio Oriente.
Vance estaba rindiendo tributo a las víctimas del Holocausto en el campo de exterminio de Dachau, cuando un refugiado afgano de 24 años embistió una manifestación de trabajadores que se movía en absoluta calma por las inmediaciones de la estación central de Múnich.
“Se sospecha que se trata de un atentado”, afirmó el primer ministro bávaro Markus Söder, cuando se le preguntó sobre el presunto ataque cometido por Farhad N, a quien se le encontraron mensajes fundamentalistas posteados en sus redes sociales.
Volodimir Zelenski y Donald Trump durante una reunión en la ONU, (New York, Estados Unidos)
La agenda de Vance y Rubio en la Conferencia de Seguridad estará centrada en explicar la nueva relación geopolítica que Trump definió para Europa y la OTAN, una alianza de defensa creada bajo la sombra de la Guerra Fría.
A diferencia de Joe Biden, el presidente republicano considera que Europa debe defenderse a si misma y que los miembros de la OTAN tienen que aumentar su aporte presupuestario a cinco puntos del PBI, cuando la administración demócrata había fijado el techo en dos puntos del PBI.
Los términos ya anunciados en la OTAN por Pete Hegseth -secretario de Defensa de Estados Unidos-, causó un fuerte impacto político entre los miembros de la Alianza del Atlántico Norte.
No se trata solamente de los recursos económicos que deberían doblar para cumplir con la exigencia de Trump, sino también en cuanto a los términos de la relación multilateral que se propone desde la Casa Blanca.
Pete Hegseth, secretario de Defensa de Estados Unidos, durante la conferencia de prensa que ofreció en la OTAN, (Bruselas, Bélgica)
En las horas previas al encuentro que mantendrán con Vance y Rubio, ciertos miembros de las delegaciones de Francia, Alemania y el Reino Unido, rechazaron el ultimátum ejecutado por Hegseth en la cumbre de la OTAN que deliberó en Bruselas.
“Somos socios, no empleados. La OTAN es una alianza geopolítica entre países con las mismas ideas, al margen de los aportes económicos”, explicó a Infobae un ministro europeo que se encontrará con el vicepresidente de Estados Unidos y el secretario de Estado.
-¿Qué le van a decir a Vance y Rubio?
–Que entendemos la agenda de Trump, y su perspectiva del mundo. Pero nosotros vivimos en Europa, y nosotros tenemos que enfrentar a Rusia y Vladimir Putin.
La advertencia del ministro de Relaciones Exteriores se vincula al otro tema conflictivo de la agenda que abordarán con Vance y Rubio: las negociaciones que Trump abrió de manera unilateral con Putin sobre un eventual armisticio entre Ucrania y Rusia.
El presidente de los Estados Unidos dialogó hace dos días con Putin, y anunció una probable cumbre en Arabia Saudita para avanzar con esa hoja de ruta. El encuentro sería en dos meses.
La OTAN se informó de la conversación a través de los medios internacionales, y Volodimir Zelensky tuvo el privilegio de enterarse del diálogo por el propio Trump, que lo llamó para contarle las novedades. En esa comunicación telefónica, Zelensky entendió que la Casa Blanca fijará las reglas del acuerdo con el Kremlin y que Ucrania será un actor secundario en las negociaciones.
Donald Trump y Vladímir Putin durante una reunión bilateral en Helsinki, (Finlandia)
Con la información revelada por Trump, el líder ucraniano se movió con rapidez ante sus socios de la OTAN. Zelensky describió la posición del presidente republicano y solicitó el apoyo político de los países más importantes de la Alianza del Atlántico Norte. Le dijeron que sí.
Dos horas más tarde, Reino Unido, Alemania, Francia y España emitían un comunicado afirmando que todas las negociaciones con Rusia deberían incluir a Europa y a Ucrania. Y que no sólo Europa debe garantizar la seguridad de Ucrania, como se piensa en la Casa Blanca.
En Washington conocieron la respuesta al plan de Trump para lograr un fin de hostilidades entre Kiev y Moscú, y la Casa Blanca decidió que Vance -en su discurso de este viernes- y Rubio -en el cónclave que mantendrá con sus pares del G7- ratifiquen la hoja de ruta diseñada por la administración republicana.
Idéntica posición asumirán Vance y Rubio cuando se encuentren con Zelensky para tratar la guerra en Ucrania y un posible armisticio con Rusia. No será una reunión sencilla.
Sin embargo, este encuentro se producirá con varias horas de retraso debido a un problema técnico en el avión en el que viajaba Rubio hacia Alemania para asistir a la Conferencia de Seguridad.
La aeronave, que despegó de la Base Conjunta Andrews en Washington la noche del jueves, tuvo que regresar poco después al detectar un problema mecánico. El aterrizaje se realizó sin inconvenientes alrededor de las 22:00 hora local.
Según informó la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, el avión experimentó un “problema mecánico”, y se aseguró que Rubio continuará su viaje a Alemania y Oriente Medio en otro avión.
Aún se desconoce el momento exacto en que podrá reanudar su viaje, lo que podría poner en riesgo su llegada puntual a Múnich para la conferencia.
El encuentro entre Rubio y Zelensky se producirá con varias horas de retraso debido a un problema técnico en el avión en el que viajaba Rubio hacia Alemania para asistir a la Conferencia de Seguridad (REUTERS/Evelyn Hockstein)
Antes de volar a Múnich, Rubio hizo declaraciones periodísticas, que llegaron sin escalas a los asesores de los ministros de la OTAN que ya están en esta ciudad alemana.
“Trump quiere terminar la guerra. No está buscando una simple pausa. Quiere que termine y va a ser difícil y tendrá que avanzar por etapas. Tal vez comience con un alto el fuego. Eso no se ha acordado, ni siquiera se ha negociado, pero eso es lo que digo, y luego abrir cosas como corredores de ayuda y asegurar que ambas partes no ataquen la infraestructura energética”, señaló el secretario de Estado.
Y completó: “Europa tendrá que proporcionar garantías de seguridad duraderas para Ucrania. Tendrán que ser los europeos los que estén dispuestos a dar un paso adelante y hacerlo, pero hay muchos temas delicados de los que hablar: reivindicaciones territoriales, control de armamentos y cosas de esa naturaleza, cuestiones lingüísticas y culturales, todo eso tendrá que resolverse”.
El canciller alemán Olaf Scholz y el presidente de Francia, Emmanuel Macron, durante una reunión oficial en el Palacio del Eliseo, (París, Francia)
La Conferencia de Seguridad de Múnich siempre se caracterizó como un escenario que usaban los principales líderes políticos de Occidente para analizar el tablero internacional y fijar una agenda común hacia adelante.
Este Psique du role parece haber concluido por la presión política de Trump.
El presidente de Estados Unidos pretende un alineamiento vertical de Europa, negociar directamente con Putin y que la OTAN se hago cargo de la seguridad de Ucrania. La Alianza del Atlántico Norte y Zelensky proponen exactamente lo contrario.
La Conferencia de Seguridad, que inicia este viernes, será una prueba piloto para los socios históricos que ahora exhiben distintas estrategias.
Trump quiere una nueva relación geopolítica con Europa, y en principio, no tiene previsto cambiar de opinión.