Más de 17 días de incertidumbre y dificultades enfrentan los choferes de cisternas en San Antonio, Paraguay, debido a la imposibilidad de cargar combustible para Bolivia. La falta de pago por parte de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) ha generado un estancamiento que afecta a cientos de transportistas.
Fuente: ANF
Charlie Nogales, chofer de una cisterna de la Transportadora Gasol, expresó su preocupación por la situación. “Ayer fuimos a preguntar al gerente de la planta, de FuelPar, y nos indica que hay bastante combustible, lo que pasa es que ‘tu gobierno tiene que pagar la liberación’, y como el gobierno nos tiene así, con que no hay plata, estamos parados acá desde hace 17 días”, relató el afectado a ANF..
Los transportistas denuncian que la larga espera implica costos adicionales en hospedaje y alimentación, agravados por la devaluación del boliviano frente al guaraní. “Ellos no saben cómo está la vida acá, peor ahora que el boliviano ha bajado frente al guaraní”, lamentó Nogales.
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Además de la carga económica, los choferes temen que la situación derive en tragedias, como ocurrió el año pasado cuando murieron cinco de sus colegas debido al estrés y la desesperación.
“No quisiera que vuelva a pasar eso porque ya estamos varios días acá parados”, advirtió.
Nogales explicó que los transportistas trabajan bajo una licitación otorgada por YPFB, quien aprueba las nóminas de las cisternas. Sin embargo, la empresa estatal no ha liberado la carga debido a problemas financieros. “No sé por qué nos mandan acá si no tienen dinero”, cuestionó.
Las esperanzas de los choferes se ven frustradas constantemente con promesas incumplidas. “Nos dicen que mañana posiblemente carguemos, pero ya no podemos creer, tampoco podemos retornar al país”, señaló el conductor.
Otro obstáculo que enfrentan es el calendario laboral en Paraguay. “El lunes es feriado en Paraguay, y el martes no sabemos si trabajarán”, expresó Nogales, resaltando la incertidumbre que enfrentan.
El proceso de carga es lento y errático. “Aquí el carguío comienza un rato, cargan 10 cisternas y se para tres a cuatro días”, explicó. La falta de fluidez en las operaciones ha prolongado la espera de los choferes y ha complicado aún más la logística del transporte de combustible hacia Bolivia.
Nogales detalló que los transportistas permanecen en un parqueo con capacidad para mil cisternas, desde donde son distribuidos a otras plantas, donde deben seguir esperando un combustible que no logran cargar por la falta de pago de YPFB.
“Son diferentes puertos como Petropar, Petrosan, nos mandan a esos lugares para estar parados”, dijo, evidenciando la falta de solución inmediata al problema.
Los transportistas bolivianos continúan en una situación crítica, esperando una resolución que les permita reanudar su labor y evitar que la crisis se profundice aún más.
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