Los 18 clubes que conforman la primera A aguardan el inicio de la temporada pero no tienen nada claro, mientras el tiempo avanza. Tampoco hay fecha para renovar la directiva de la Asociación
Fuente: eldeber.com.bo
La crisis en la Asociación Cruceña de Fútbol (ACF) parece no tener fin. La demora en el inicio del campeonato oficial, la inestabilidad en su directiva y la incertidumbre sobre los equipos que participarán en la Copa Simón Bolívar han sumido al fútbol cruceño en un caos. Dirigentes de clubes han expresado su preocupación por una situación que, a estas alturas del año, parece no tener solución clara.
La incertidumbre sobre el inicio del torneo de la Primera A de la ACF continúa mientras se espera la convocatoria al Consejo Central, que debía haberse realizado el 15 de febrero. Equipos como Ciudad Nueva Santa Cruz, Argentinos Juniors, Torre Fuerte, Destroyers y CD Universidad se encuentran trabajando a baja intensidad por las dudas sobre el calendario competitivo.
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El problema comenzó con la investigación y posterior desafiliación del club Los Leones del Torno Fútbol Club. Rodrigo Osorio, dirigente de San Felipe, explicó que este hecho desató una lucha dentro de la ACF, lo que resultó en la destitución de Noel Montaño y la asunción de Fernando Barrios como presidente interino. Sin embargo, lejos de estabilizar la asociación, las decisiones de la nueva directiva han generado aún más problemas, asegura Osorio.
“Advertimos que el campeonato sería totalmente irregular y viciado de nulidad. No se cumplieron los plazos establecidos. El torneo 2024 terminó en noviembre cuando debía concluir en julio, y el segundo campeonato ni siquiera comenzó”, señaló Osorio. Además, denunció que el club Torno Fútbol Club fue incluido en el campeonato luego que se hubieran disputado varias fechas, algo sin precedentes en el fútbol profesional.
A este caos se suma la falta de un Tribunal de Justicia Deportiva en la ACF, lo que deja a los clubes sin una instancia para presentar sus reclamos. “No hay un tribunal conformado, por lo que cualquier denuncia no tiene a dónde dirigirse”, explica Roberto Fernández, dirigente de Deportivo Cooper. Ante este vacío jurídico, la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) ha asumido el control de la situación, aunque aún no se ha emitido un fallo definitivo sobre la anulación del último campeonato ni se ha dado una solución rápida que permita conocer qué equipos participarán en la próxima Copa Simón Bolívar.
La crisis está afectando a los clubes, que comenzaron a entrenar sin un panorama claro. “Nosotros empezamos a entrenar en febrero sin saber cuándo jugaremos. Esto es un perjuicio enorme”, señaló Osorio.
Al igual que Osorio, Fernández lamenta la indefinición que reina en la ACF y resalta el impacto económico que esto provoca en los equipos. La ACF genera ingresos superiores a los Bs 2,5 millones anualmente. “La Asociación inscribe más de 400 clubes y 15.000 jugadores en todas las divisiones. Manejar la ACF es un negocio lucrativo, y por eso no quieren soltar el poder”, sostuvo Osorio.
La falta de elecciones también es un tema crítico. Las elecciones, que debían celebrarse el 15 de febrero, nunca fueron convocadas. “Estos dirigentes están prorrogados de manera ilegal. No convocaron elecciones ni en diciembre ni en enero. Su objetivo es quedarse hasta abril o mayo para administrar el dinero que entra por inscripciones y después desaparecer”, dijo otro directivo afectado, que pidió el anonimato por represalias.
Ante este panorama, los clubes ya están evaluando tomar medidas drásticas. “Si no se convocan elecciones y se regulariza la situación, presentaremos una demanda que marcará un precedente en el fútbol cruceño. No vamos a dejar que sigan manejando el fútbol de esta manera”, sentenció Roberto Fernández.