Cuando tu jefe es un algoritmo: el nuevo desafío de los trabajadores en almacenes


El avance de la inteligencia artificial (IA) y la digitalización están transformando el mundo del trabajo de maneras impensadas hace apenas unas décadas. En muchos sectores, los algoritmos han pasado de ser herramientas de apoyo a convertirse en los verdaderos supervisores de los empleados. Un caso particular de esta revolución se está viviendo en los almacenes de e-commerce, donde los trabajadores reciben instrucciones directas de sistemas automatizados que controlan cada uno de sus movimientos.

El día a día de un trabajador bajo la gestión algorítmica

Un estudio reciente de la profesora Bridget Kenny, de la Universidad de Wits, ha analizado cómo la gestión algorítmica está afectando a los empleados de almacenes de plataformas de compras en línea. La investigación se centra en la manera en que la automatización reconfigura el trabajo y las nuevas formas de estrés laboral que esto conlleva.



El funcionamiento es simple, pero impactante: los empleados inician su jornada laboral recibiendo instrucciones a través de escáneres portátiles o aplicaciones móviles. Su tarea consiste en recoger y empaquetar productos identificados por códigos QR o de barras en diferentes zonas del almacén. Cada movimiento es registrado y monitoreado en tiempo real, lo que no solo optimiza la productividad, sino que también impone un ritmo de trabajo dictado por un sistema automatizado.

En el pasado, un trabajador podía conocer el almacén de memoria, saber dónde estaban los productos y establecer su propio ritmo de trabajo. Ahora, todo está predefinido por el algoritmo, lo que reduce su autonomía y, en muchos casos, su capacidad de decisión.

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De trabajos a tareas: la fragmentación del empleo

Otro cambio fundamental que introduce la gestión algorítmica es la fragmentación de las responsabilidades. Antes, un trabajador podía ayudar a un compañero en una tarea complicada, pero ahora, cada actividad está ligada a un usuario específico, lo que hace que los empleados sean rfico, lo que hace que los empleados sean r\u00enuentes a colaborar para no comprometer su rendimiento individual.

La mayoría de estos empleados trabajan para agencias de empleo temporal, lo que significa que no tienen garantía de trabajo continuo y pueden ser retirados de su turno sin previo aviso. Esta falta de estabilidad genera una mayor ansiedad, ya que los trabajadores nunca están seguros de cuántas horas podrán trabajar al mes o cuánto dinero recibirán.

El reto de la organización sindical en la era digital

Uno de los mayores desafíos que plantea la automatización es la disminución del poder sindical. Los trabajadores de plataformas digitales suelen estar dispersos geográficamente, trabajan de manera individualizada y, en muchos casos, son clasificados como autónomos, lo que complica su organización colectiva.

El profesor Edward Webster y la doctora Ruth Castel-Branco han enfatizado la importancia de fortalecer los sindicatos en la era digital. Sin embargo, el camino no es sencillo: los sindicatos tradicionales han mostrado resistencia a integrar a estos trabajadores, y la desconfianza en estas organizaciones ha crecido a nivel mundial.

Pese a ello, algunos trabajadores han encontrado maneras innovadoras de protestar digitalmente. Un ejemplo es el de los conductores de apps de transporte, quienes han organizado huelgas virtuales apagando sus aplicaciones durante un día para visibilizar sus reclamos.

Inteligencia artificial: ¿Aliada o amenaza?

El debate sobre la automatización en el empleo no solo se centra en los riesgos, sino también en las oportunidades. El profesor Gregory Lee, de la Escuela de Negocios de Wits, argumenta que la IA podría generar más empleos de los que destruye, siempre que existan políticas adecuadas para facilitar la transición laboral.

Según Lee, muchos trabajos podrán migrar lateralmente en lugar de desaparecer. Por ejemplo, aunque la IA reemplace ciertas tareas en almacenes, la construcción de ciudades inteligentes seguirá requiriendo mano de obra para la instalación y mantenimiento de infraestructuras.

Además, Lee propone una solución curiosa: aprender a apagar la IA en ciertos momentos para permitir que los trabajadores puedan desarrollar creatividad y criterio propio, sin depender completamente de los algoritmos.

Hacia un equilibrio entre tecnología y derechos laborales

La digitalización del empleo es una realidad innegable, pero es fundamental que los trabajadores no queden atrapados en un modelo de trabajo deshumanizante. La gestión algorítmica ofrece ventajas en eficiencia, pero también plantea serios retos en términos de derechos laborales, estabilidad y bienestar emocional.

Desde WWWhat’s New, creemos que la clave está en encontrar un equilibrio: adoptar la tecnología sin perder de vista la importancia de la regulación, la organización sindical y la dignidad laboral. A medida que el mundo del trabajo siga evolucionando, es crucial que la innovación vaya acompañada de una mayor protección para quienes sostienen la economía digital con su esfuerzo diario.

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