De la “fórmula Arce” al fin del choquehuanquismo


El presidente no ha confirmado que aspire a la reelección y en sus filas se ensayan otras fórmulas alternativas. Andrónico cerró la puerta. Choquehuanca, desaparecido, sigue perdiendo poder

De la “fórmula Arce” al fin del choquehuanquismo
Arce y Choquehuanca

 

Fuente: El País.bo



Aunque se da por hecho que el “arcismo”, propietario de la sigla del Movimiento Al Socialismo (MAS) por intermediación del Tribunal Constitucional, aspira a mantenerse en el Gobierno, todavía no ha presentado candidato.

En teoría, obviamente, el candidato es Luis Arce, pero el presidente no ha hecho más que “ponerse a la orden de lo que decida el pueblo” – frase patentada por el MAS – y los amagos de proclamación, sobre todo en Santa Cruz, han sido silenciados por el aparato estatal. De hecho, el ampliado previsto para este fin de semana ha sido aplazado, en teoría, para el siguiente, aunque no hay nada confirmado.

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Las encuestas son nítidas en todas sus interpretaciones, incluso dándoles baja credibilidad: el presidente carga con la culpa de la crisis (ha perdido el pulso interno con Morales) y la instrumentalización del Tribunal Constitucional para alcanzar sus fines políticos le ha restado simpatías y eliminado ese impulso inicial que le daba el relato de la renovación y la firmeza ante un Morales ambicioso y sediento de poder.

Algunos analistas creen que si la situación mejora y se adelanta la inversión pública, puede llegar a recuperar un espacio y fortalecerse como la única alternativa dentro del espacio del voto popular con un Evo inhabilitado y un Andrónico Rodríguez rendido a su suerte.

La fórmula y Andrónico

El arcismo, cada vez más encerrado en el gabinete ha ensayado algunas fórmulas y el resultado, por el momento, no acaba de ser satisfactorio. Por ejemplo, se ha ensayado una fórmula con Eduardo del Castillo como vicepresidenciable en un binomio que sume “mano dura” a la oferta electoral como se supone pide la población. Del Castillo ha explorado algunas medidas “a lo Bukele”, como las audiencias rápidas para ladrones atrapados en flagrancia, pero las cárceles están fuera de su control, y por otro lado, el plan de aprehender a Morales, que sería muy aplaudido en el arco de centro derecha, le puede generar muchos problemas entre la base popular, y de momento se ha quedado en tierra de nadie.

Por ahí, el arcismo también contempló con mucha expectación la maniobra de un sector con mucha influencia mediática, aparentemente alineado con el “garcíalinerismo”, destinada a enfrentar Morales con la realidad y dar el paso al costado para facilitar el salto de Andrónico Rodríguez, al que se le presupone capacidad para volver a reunir al partido, incluyendo al arcismo de una u otra forma, incluso en la fórmula presidencial.

La maniobra ha salido mal: Andrónico Rodríguez ha vuelto a ratificar por enésima vez su lealtad a Morales, pero además ha resquebrajado la confianza de los primeros espadas y, para el evismo, dejado al descubierto a más “traidores”. Se presupone que Rodríguez será el reemplazo de Morales cuando este sea inhabilitado por el TSE en cumplimiento de la sentencia del TCP que ya ha adelantado que es lo que hará. Para ello Rodríguez no debe inscribirse en ningún otro cargo nacional y confiar en que, llegado el momento, sean sus papeles los que figuren en el folder amarillo a ingresar en ventanilla de la plaza Avaroa de La Paz y no el de algún otro leal a Morales, como Leonardo Loza o Héctor Arce, que pueden no inscribirse aduciendo un interés departamental.

El fin del choquehuanquismo

La otra clave de la semana evidencia otro quiebre: el fin del choquehanquismo. El excanciller de Evo Morales estuvo a punto de ser el candidato a la Presidencia en 2020 y lo hubiera sido si Morales hubiera escuchado solo al Pacto de Unidad, que le proponía una fórmula con Choquehuanca de 1 y Rodríguez de 2. No lo hizo porque Choquehuanca nunca fue del agrado del núcleo más duro – Juan Ramón Quintana, García Linera – y decidió colocar a Arce en el número 1.

A Choquehuanca se le presuponía un valor simbólico y un aporte en el discurso filosófico, de hecho empezó con discursos que hablaban de la renovación y la reconciliación nacional, pero el paso del tiempo lo ha ido arrinconando y todos los escándalos han ido saltando desde “sus” ministerios.

Arce ya le ha arrebatado dos altos cargos: El ministerio de Medio Ambiente, tradicionalmente entregado a los interculturales, ha pasado a manos de Álvaro Ruíz, un cuadro de la más estricta confianza del presidente; y el ministerio de Desarrollo Productivo ha pasado a manos de Zenón Mamani, otro de los “cachorros” que han ido creciendo con Arce desde el Ministerio de Economía o los departamentos de otros ministerios más relacionados a esa función, como es el caso de Mamani.

El cambio de Lisperguer se dio en medio de un escándalo de corrupción mientras que Huanca adujo asuntos de salud en medio del pulso por las exportaciones, en particular de la carne. En el evismo señalan que no ha acabado y que Arce seguirá vaciando de poder a su Vicepresidente que, mientras tanto, sigue prácticamente desaparecido.

Fuente: El País.bo


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