Fue el primer mamífero clonado del mundo, vivió seis años y su cuerpo disecado se exhibe en el Museo Nacional de Escocia
La oveja Dolly fue exitosamente clonada y nació en julio de 1996 pero no fue hasta febrero de 1997 que se dio aviso
Fuente: infobae.com
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El 5 de julio de 1996, en Midlothian, Escocia, nació Dolly, el primer mamífero clonado a partir de una célula adulta. Sin embargo, este hito científico no fue revelado al público hasta el 22 de febrero de 1997, cuando los investigadores del Instituto Roslin decidieron anunciarlo oficialmente.
Según informó el medio especializado Smithsonian magazine, el retraso en la divulgación se debió a que los científicos estaban finalizando un artículo académico que detallaba el proceso detrás de este logro histórico. Este anuncio no solo confirmó el éxito de la clonación, sino que también desató un intenso debate ético y científico que persiste hasta hoy.
Un proceso complejo que involucró a tres ovejas
De acuerdo con el medio, el equipo del Instituto Roslin, liderado por los biólogos Keith Campbell e Ian Wilmut, utilizó una célula de la glándula mamaria de una oveja Finn-Dorset de seis años para crear a Dolly. Este material genético fue transferido a un óvulo previamente vaciado de otra oveja, y el embrión resultante fue implantado en una tercera oveja, llamada Allie, que actuó como madre sustituta. El proceso no fue sencillo: se necesitaron 276 intentos para lograr un clon viable. Finalmente, Dolly nació sana, convirtiéndose en la primera oveja clonada con éxito a partir de una célula adulta especializada.
El nombre de Dolly no fue elegido al azar. Según detalló Smithsonian magazine, los científicos decidieron bautizarla en honor a la cantante de música country Dolly Parton, en referencia a la glándula mamaria de donde se extrajo la célula original. Este detalle, aunque anecdótico, subraya la naturaleza innovadora y, en cierto sentido, irreverente del proyecto.
Se necesitaron 276 intentos para lograr un clon viable de la oveja
El impacto científico y las expectativas de los investigadores
El nacimiento de Dolly no solo demostró que era posible clonar un mamífero adulto, sino que abrió la puerta a nuevas posibilidades en la investigación genética. Según consignó el medio, Campbell y Wilmut esperaban que este avance permitiera modificar genéticamente a los animales para producir proteínas terapéuticas en su leche, con el objetivo de tratar enfermedades humanas como la diabetes y la fibrosis quística. Este enfoque, conocido como “biofarmacéutica”, representaba una de las aplicaciones más prometedoras de la clonación en ese momento.
Sin embargo, el éxito de Dolly también generó preocupaciones. Según reportó Smithsonian magazine, el anuncio provocó un frenesí mediático y una avalancha de especulaciones sobre la posibilidad de clonar seres humanos. En respuesta, el entonces presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, prohibió el uso de fondos federales para investigaciones relacionadas con la clonación humana. Esta medida fue seguida por legislaciones en varios países y, en 2005, las Naciones Unidas adoptaron una declaración no vinculante que condenaba la clonación humana.
La vida de Dolly y su legado científico
Dolly vivió una vida relativamente normal en el Instituto Roslin donde fue clonada
A pesar de la controversia que la rodeó, Dolly vivió una vida relativamente normal en el Instituto Roslin. Según informó el medio, formó parte de un rebaño y tuvo seis crías: Bonnie, las gemelas Sally y Rosie, y los trillizos Lucy, Darcy y Cotton. Sin embargo, su esperanza de vida fue más corta de lo esperado. En 2001, se le diagnosticó artritis, y en 2003, un cáncer de pulmón común en ovejas. El 14 de febrero de ese año, los científicos decidieron sacrificarla para evitarle sufrimientos innecesarios. Dolly tenía solo seis años, menos de la mitad de la esperanza de vida promedio de una oveja Finn-Dorset.
La muerte de Dolly fue utilizada por los críticos de la clonación para argumentar que los animales clonados no podían vivir vidas plenas y saludables. Sin embargo, investigaciones posteriores concluyeron que Dolly envejeció de manera normal y que sus problemas de salud no estaban necesariamente relacionados con el proceso de clonación.
El avance de la clonación y su impacto en la actualidad
Desde el nacimiento de Dolly, los científicos han continuado clonando otros animales
Desde el nacimiento de Dolly, los científicos han continuado clonando otros animales, incluidos cerdos, vacas y caballos. Incluso, en la actualidad, es posible clonar mascotas, un servicio que algunos dueños están dispuestos a pagar a precios elevados. Aun así, el debate ético sobre la clonación persiste, especialmente en lo que respecta a su aplicación en humanos.
En cuanto al Instituto Roslin, su programa de investigación se ha integrado a la Universidad de Edimburgo, y no quedan rastros de Dolly ni de su linaje en Midlothian. No obstante, su cuerpo disecado se exhibe desde 2003 en el Museo Nacional de Escocia, donde continúa siendo una atracción popular y un recordatorio del impacto que tuvo en la ciencia y la sociedad.
Un hito que marcó el inicio de una nueva era
El nacimiento de Dolly representó un punto de inflexión en la historia de la biología. Según publicó Smithsonian magazine, aunque no fue el primer animal clonado —ese logro corresponde al biólogo John Gurdon, quien en 1962 clonó renacuajos a partir de células adultas de rana—, Dolly fue el primer mamífero clonado con éxito a partir de una célula adulta. Este avance demostró que era posible reprogramar una célula especializada para crear un organismo completo, un concepto que revolucionó la genética y la biotecnología.
A más de dos décadas de su nacimiento, Dolly sigue siendo un símbolo de los avances y desafíos de la ciencia moderna. Su historia no solo refleja el ingenio humano, sino también las complejas preguntas éticas que surgen con cada nuevo descubrimiento.