Enfoque económico de las elecciones generales


 

 



La presente narrativa sobre el enfoque económico de las elecciones generales 2025 surge de una conversación con dos colegas de la profesión en distintos períodos de tiempo y lugar durante el presente mes acerca de la actividad que realizaban y coincidieron ambos que estaban elaborando un diagnóstico de la economía boliviana en áreas que son de su especialidad a solicitud de precandidatos presidenciales, para un plan de gobierno

A seis meses de los comicios electorales algunos precandidatos negociaron con partidos políticos habilitados para participar en las elecciones nacionales para utilizar su sigla, incluso uno que estaría inhabilitado como candidato suscribe un acuerdo con un partido para insistir postularse, otros consiguieron su personería jurídica y en trámite algunos ante el Tribunal Supremo Electoral.

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

En el “Foro Liderazgo para un Nuevo Ciclo” que organizo EL DEBER junto a radio Panamericana y el Grupo Nueva Economía el martes 8 de febrero del 2025, participaron ocho precandidatos y cada uno en su presentación sobre resolver la actual crisis económica que atraviesa el país expresaron “Que piensan hacer (QPH)” y poco sobre el “Como piensan hacer (CPH)”.

Posteriormente al evento señalado, los precandidatos intensificaron su campaña para conquistar nuevos militantes y adherentes con ofertas electorales de (QPH), para resolver la crisis económica en que se halla el país si son elegidos y acercándose a las personas saludando, dando la mano, abrazando, besos, bailando, sonriendo, presentándose a entrevistas televisivas, etc.

Los aspirantes a ser elegidos presidente se dividen en dos grupos: el primero los políticos de oposición que son varios y el número varia porque en el actual período preelectoral aparecen periódicamente y el segundo el oficialismo que gobierna el país que también son varios candidatos posibles.

Los de oposición declaran: normalizar el suministro de dólares y combustible en cien días y otro señalo que sería en noventa y nueve días; cerrar las empresas públicas; reducir el gasto público; negociar con el FMI y lograr un préstamo; conseguir $US12.000 millones de organismos multilaterales; disminuir las alícuotas de los impuestos y crear el impuesto al ingreso; crear 750.000 nuevos empleos, salvar al país, modificar la distribución de los recursos públicos del nivel central al nivel subnacional; soluciones en diez puntos, soluciones en siete puntos Tanto mercado como sea posible. Tanto Estado como sea necesario[1]; libre mercado; recuperar 3 islas que son de Bolivia que no están en el tratado de 1904; vendrán empresas transnacionales a invertir al país, etc.

Por su parte, el oficialismo declara que continuará y ajustará con su Modelo de Economía Social Comunitaria Productiva (MESCP) y política económica para organizar la producción y la distribución económica de transición hacia el socialismo, asimismo, oferta la sustitución de importaciones e industrialización, la economía no tiene dificultades, el crecimiento económico es de banda ancha, diversificación económica, etc.

Mientras los políticos se dedican a querer convencer con sus ofertas electorales a los votantes, los bolivianos continúan realizando sus diversas actividades cotidianas produciendo, distribuyendo, comercializando en el mercado interno y externo, generando ingresos en bolivianos, dólares y empleo a pesar de un modelo y política económica de frenos, desincentivos, presupuesto público 2025 que determina la confiscación de productos debilitando el respeto y seguridad de  la propiedad privada, es decir, se percibe una indiferencia hacia los políticos, porque no tienen confianza, credibilidad y los acusan de egoístas, oportunistas, maniobreros, discrecionales, interesados y mentirosos por sus promesas no cumplidas y medias verdades enunciadas.

Los bolivianos saben qué hay realmente detrás de unas siglas o unos programas, porque no cumplen lo que ofrecen como sucedió con el actual Plan de Desarrollo Económico y Social (PDES) 2021-2025, que no alcanzaron los resultados programados en un 100 por ciento como sucedió con la inversión pública como porcentaje del PIB  que solo fue 50 por ciento; la tasa de crecimiento económico un 70 por ciento y la tasa de inflación por encima del 100 por ciento que significa la elevación del costo de vida de los bolivianos y deterioro del bienestar económico de los bolivianos.

Para comprender lo que viene sucediendo en el país sobre la próxima elección nacional: alianzas políticas; acuerdo de unidad de algunos lideres y partidos de oposición; encuestas sobre la preferencia de los electores; los candidatos presidenciales intensifican su campaña;  el Tribunal Supremo Electoral (TSE) el lunes 17 de febrero suscribió un acuerdo de 15 puntos con precandidatos presidenciales, jefes de partidos políticos, autoridades del órgano legislativo y órgano ejecutivo que compromete a las partes, en la mayoría de los casos, a cumplir compromisos hasta antes de la convocatoria a las elecciones generales de agosto próximo, etc., se explica utilizando un enfoque económico de las elecciones generales 2025.

Existe una diversidad de contribuciones de la teoría económica sobre las elecciones generales utilizando los instrumentos económicos.

Las ciencias económicas contribuyen con varios enfoques teóricos basado en principios y leyes económicas, con la agregación de las funciones de utilidad y con criterios de eficacia y eficiencia, para analizar el comportamiento de los candidatos y de los electores en las  elecciones generales.

La lógica económica de los agentes económicos en la asignación de los recursos escasos para fines alternativos difiere bastante en el análisis de las elecciones generales en donde participan el Gobierno con una dosis elevada de política, así de la misma manera los partidos políticos de oposición y también los electores.

Juan Carlos de Pablo economista argentino Doctor Honoris Causa y profesor de la UCEMA[2] distingue tres etapas en las elecciones generales: a) la campaña; b) la transición y c) la gestión y explica didácticamente cada una de ellas.  Un candidato presidencial durante la campaña se asemeja a un piloto de avión en un simulador de vuelo que maneja todos los controles y si se equivoca la computadora le señala que se accidento.  Durante la transición el candidato presidencial ganador realiza acciones concretas, así como un piloto en un avión real carreteando en la pista para despegar.   La gestión cuando pilotea en el aire o aterriza un avión.

Sobre la teoría económica sobre las elecciones generales  el economista James Buchanan que recibió el Premio Nobel de Economía el 16 de octubre de 1986 por sus trabajos sobre “La teoría de la elección pública y la economía constitucional”, desarrolló un modelo alternativo al convencional en la explicación del funcionamiento del sector público, en el que el comportamiento de los políticos es analizado con el instrumental que ofrece la teoría económica sobre la demanda y la oferta, donde el político deja de ser ese hombre altruista que lucha por elevar el nivel de bienestar de sus conciudadanos y se convierte en algo mucho más real: un maximizador de su propia función de utilidad, es decir, cuando se presenta ante sus votantes no les dice: “Elígeme, que quiero el poder”. O: “Tengo muchas ganas de ser presidente”. O: “Me corresponde porque tengo los méritos”. O: “Quiero colocar en buenos puestos a mis amigos”. Por el contrario, trata de ocultar tales objetivos y se presenta a sí mismo como una persona que se sacrifica por la búsqueda del bien común, salvar el país, resolver una crisis económica utilizando todos los medios a su alcance cuando es de oposición, y en el caso del candidato oficialista que busca su reelección por otro período utiliza principalmente el presupuesto público, que se denomina: “Ciclo Presupuesto Electoral (CPE)” expandiendo el gasto público y entregando obras públicamente que es una ventaja que tiene por el ejercicio del poder en la administración gubernamental con relación a los candidatos de la oposición.

Buchanan sobre el CPE señala que: “la política sin romance, anclada en el presupuesto de que los funcionarios y tomadores de decisiones políticas tenderán a satisfacer su interés propio antes que a asegurar el bien común o el servicio público, razón por la cual es necesario introducir límites constitucionales y fiscales, para proteger los derechos individuales de las acciones y las decisiones colectivas”.

El economista Guillermo Calvo profesor de la Universidad de Columbia indicó que para recuperar el país refiriéndose a la República Argentina que vivía la etapa preelectoral a las elecciones generales indico «hay que hacer cosas que son políticamente muy impopulares, que sólo se van a poder hacer si se rompe la economía«[3].

Carlos Alfredo Rodríguez economista ex rector y profesor emérito de la UCEMA sobre la  elecciones generales en la República Argentina el 2023 señalo lo siguiente: “A pocos meses de las elecciones, los políticos están totalmente ocupados en la carrera por la conquista del trofeo sin pensar qué harán con él si es que lo conquistan. Como mucho, la mayoría arriesga promesas vacías como la vuelta al crecimiento con pleno empleo, sin inflación ni deuda o pobreza. Todos coinciden en criticar como fallido casi todo lo que se ha hecho antes y ninguno dice lo que se hará.”. y además que: “Existe un consenso generalizado en el mundillo político de que en campaña electoral no es conveniente anunciar medidas, solo metas agradables”. “Las medidas vendrán después.”

Un modelo económico y medidas de política económica que mejore la situación de todos, o al menos que mejore la de algunos sin comprometer la de otros, es complejo desarrollarlo, aspecto que fue advertido por la economista inglesa Sra. Joan Robinson que señalo: “En el análisis económico se distinguen a los que construyen las herramientas económicas y los otros las que la utilizan. Al economista analítico como una caja de herramientas[4], y reiterado por el economista Juan Carlos de Pablo: “Los instrumentos de política económica son herramientas específicas. Devaluar, congelar, prohibir, desregular, etc., son buenos ejemplos de instrumentos. Mientras que eficientizar, concientizar, etc., no lo son.[5]

El agente económico y político ”Gobierno” busca maximizar una función de bienestar económico, y los ciudadanos también maximizan sus correspondientes funciones de utilidad.  Por lo tanto, hay una variedad de preferencias de los agentes económicos Consumidores y Empresarios en los mercados de bienes y de factores de producción.

Hay diferencias entre «agentes económicos» y «agentes políticos», es decir esta situación se concreta en comportamientos que obedecen a una lógica específicamente «política», cuando se deja de lado en una administración gubernamental las leyes y principios económicos y se prioriza la ideología. Por ejemplo, cuando el agente económico “Gobierno” busca el apoyo de la mayoría de los electores o el de segmentos concretos del electorado, motivado por el afán de ser reelegidos o por el deseo de representar a los electores que les son fieles dejara de lado la restricción presupuestaria de la disciplina fiscal y ofertara bienes y servicios públicos expandiendo el gasto instrumento principal en su programa económico considerando que predomina una miopía económica en los electores.

El agente económico y político “gobierno” en funciones desde el comienzo de su gestión administrativa (2021-2025) continua con su Modelo de Economía Social Comunitaria Productiva (MESCP) y política económica para organizar la producción y la distribución económica de transición hacia el socialismo[6], buscando la construcción de un sistema económico alternativo al capitalismo que no es reciente y novedoso[7] está piloteando en el aire el avión para aterrizar en noviembre del 2025.

Son 20 años continuos que se ejecuta la transición hacia el socialismo mediante un presupuesto público anual aprobado que deja a un lado el “Principio presupuestario de exclusividad” que señala que en una ley de presupuesto únicamente tiene que contener aspectos presupuestarios, asimismo, periódicamente fue incrementándose el gasto público y alcanzo una mayor participación respecto al total de la producción de bienes y servicios finales del 123,4 por ciento para la gestión 2025, mediante el proyecto de ley de presupuesto público que los legisladores no lograron su tratamiento dentro los sesenta días señalados por la Constitución Política del Estado (CPE), y fue aprobado automáticamente para que el órgano ejecutivo podría realizar libremente las operaciones de crédito público y pignoración de las RIN y contrate créditos el Banco Central de Bolivia (BCB) que son atribuciones del legislativo según la CPE. predominando la política a la economía que constituye una clara confirmación de la teoría de James Buchanan sobre “La teoría de la elección pública y la economía constitucional”, porque la mayoría de los políticos parece haber renunciado al disimulo y ocultación de sus verdaderos propósitos, que antes tanto practicaban, dejando muy claro que los intereses de la gente son algo muy secundario frente a los intereses particulares de los políticos y los partidos.

Los candidatos de oposición en sus presentaciones públicas anuncian metas agradables a conseguir sin considerar ni enunciar explícitamente las medidas económicas de ajuste de corto plazo, reformas estructurales y sin mencionar el costo económico sobre quien recaerá. Por otra parte, buscan realizar alianzas políticas con fines estrictamente electoralistas y la visión de país y programa económico pasa a segundo plano. Mas aún, los miembros de la Alianza que finalmente gane muy probablemente no van a concordar sobre ningún conjunto de medidas factibles que puedan gratificar en mínima parte al electorado o mejorar la situación heredada. Los candidatos presidenciales durante la campaña se asemejan a un piloto de avión en un simulador de vuelo que maneja todos los controles y si se equivoca la computadora le señala que se accidento.

Finalmente, el enfoque económico de las elecciones generales permite comprender el rol de los candidatos presidenciales de la oposición, oficialismo y los electores, asimismo,  distinguir tres etapas en las elecciones generales: a) la campaña; b) la transición y c) la gestión y son los electores quienes tienen la responsabilidad de analizar las propuestas de los diversos candidatos habilitados constitucionalmente, analizando sus programas económicos y la visión de país que ofrecen, y evitar la miopía económica, desidia e indiferencia ante la próxima elección nacional a realizarse el 17 de agosto del 2025 para elegir sus candidatos de su preferencia para presidente, vicepresidente y representantes uninominales para un nuevo período presidencial 2025-2030.

 

 

 

 

 

[1] Expresado por el Canciller Alemán Willy Brandt.

[2] Entrevista televisa argentina en el programa “Desde el llano” el lunes 27 de noviembre del 2023.

[3] Declaración publicada en la prensa argentina el 25 de julio del 2019

[4] Economía de la competencia imperfecta.  Joan Robinson 1973, Ediciones Martínez Roca, S.A.

[5] Economía Política del Peronismo. Juan Carlos de Pablo 1980, El CID Editor

[6] El modelo económico social comunitario productivo. ECOPLURAL. Ministerio de Economía y Finanzas Públicas. 2021. Página 6.

[7] Fue presentado hace más de 64 años atrás durante un simposio internacional por varios economistas de diferentes nacionalidades y publicado en 1961 del siglo XX en Tokio, Japón con el título ¿A dónde va el capitalismo?, de Shigeto Tsuru, que textualmente señala: “………la estrategia de la transición al socialismo destacando la forma del excedente, utilizando todas las ocasiones que se presentan para poner sobre el tapete la cuestión y debilitar la presión del capital privado sobre el excedente, transformándolo gradualmente en un fondo sujeto al control social……”.

 

Germán Molina Diaz, Economista, miembro de número de la Academia Boliviana de Ciencias Económicas, docente de la UCB e Investigador asociado del IISEC.


×