Líderes religiosos adoptan nuevas estrategias para salvaguardar a sus comunidades, mientras el aumento de operativos migratorios genera incertidumbre entre los feligreses.
Por Alejandra Villalobos
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En medio de un clima de creciente incertidumbre para las comunidades inmigrantes en Estados Unidos, algunas iglesias han tomado medidas drásticas para proteger a sus feligreses. Según CNN, en Chicago, la reverenda Emma Lozano, pastora de la Iglesia Metodista Unida Lincoln, trasladó los servicios religiosos en español al formato virtual a principios de enero. La decisión se tomó en respuesta al temor de que los templos ya no sean espacios seguros para los inmigrantes, especialmente tras la eliminación de una política que restringía las detenciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en lugares de culto.
De acuerdo con CNN, esta medida fue revocada poco después del regreso al poder del presidente Donald Trump. El entonces secretario interino de Seguridad Nacional, Benjamine Huffman, justificó el cambio afirmando que “los criminales ya no podrán esconderse en las escuelas y las iglesias de Estados Unidos para evitar ser arrestados”. Sin embargo, líderes religiosos y organizaciones de derechos civiles han criticado la decisión, argumentando que pone en riesgo a comunidades vulnerables y atenta contra la libertad religiosa. Una coalición de grupos cristianos y judíos presentó una demanda para bloquear la política, alegando que viola la Constitución, aunque hasta el momento sigue en vigor.
Algunas iglesias han comenzado a coordinarse con organizaciones de derechos civiles y abogados de inmigración para brindar asesoría legal a sus feligreses. Además de los servicios religiosos, varios templos han habilitado sesiones informativas sobre derechos migratorios y protocolos de seguridad en caso de una intervención de ICE. Estos esfuerzos buscan no solo ofrecer refugio espiritual, sino también dotar a las comunidades de herramientas legales para enfrentar posibles detenciones.
Comunidades inmigrantes temen un aumento en las detenciones
El temor entre los inmigrantes ha ido en aumento tras la revocación de la política de protección en templos. Aunque no se han reportado redadas dentro de iglesias, un caso en Tucker, Georgia, ha generado preocupación. Según CNN, agentes de ICE detuvieron a Wilson Rogelio Velásquez Cruz, un feligrés de la iglesia Fuente de Vida Pentecostal, justo afuera del templo. Velásquez, quien llevaba un monitor electrónico y cumplía con sus citas regulares con ICE, fue arrestado tras salir de un servicio religioso.
El pastor Luis Ortiz calificó la detención como “inexplicable” y aseguró que su comunidad está alarmada. No obstante, Ortiz afirmó que los servicios religiosos continuarán de manera presencial, reiterando que la fe no debe ceder ante el miedo. En Chicago, la pastora Lozano también expresó su preocupación en un sermón virtual, donde instó a su congregación a “sanar del miedo con una medicina de valentía”. Además, alentó a su comunidad a participar en un boicot económico nacional programado para el 28 de febrero, como una protesta contra las políticas migratorias que consideran discriminatorias.
Iglesias refuerzan su papel como espacios de santuario
Mientras algunas iglesias han optado por la precaución, otras han reafirmado su papel como refugios para inmigrantes en riesgo de deportación. En Portland, Oregón, el pastor W.J. Mark Knutson, de la iglesia Luterana Augustana, declaró que su templo seguirá siendo un lugar seguro para los inmigrantes. “Si tienes miedo de ser deportado por leyes odiosas e injustas, eres bienvenido aquí”, afirmó Knutson en un servicio en enero. Su postura recuerda al Movimiento Santuario de la década de 1980, cuando iglesias en todo el país ofrecieron refugio a inmigrantes centroamericanos.
Knutson, quien ya ha albergado a inmigrantes en el pasado, aseguró que está preparado para hacerlo nuevamente si la situación lo requiere. Según CNN, algunos inmigrantes han considerado buscar protección en su iglesia, incluso aquellos con estatus legal que ahora temen ser blanco de detenciones. “Si hay una acción masiva en Portland, cientos de personas vendrán a la iglesia sabiendo que es un lugar seguro”, dijo Knutson. Además, advirtió que cualquier intento de ICE por ingresar a su iglesia sería documentado y denunciado.
Líderes religiosos dividen posturas ante la crisis migratoria
En medio de la incertidumbre, los líderes religiosos han adoptado distintas estrategias para enfrentar la situación. Francisco Aguirre, quien ahora lidera los servicios en español en la iglesia Augustana de Portland, conoce de cerca la lucha de los inmigrantes. Hace una década, buscó santuario en esa misma iglesia durante más de dos meses mientras enfrentaba un proceso de deportación. Aunque su estatus migratorio sigue sin resolverse, Aguirre continúa ofreciendo apoyo espiritual y abogando por los derechos de su comunidad. “Estoy indocumentado y sin miedo, pero seguiré organizándome en paz, incluso si mañana me deportan”, declaró en un reciente servicio.
Por otro lado, en California, el pastor Samuel Rodríguez, líder de la iglesia New Season y presidente de la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano, ha optado por un enfoque distinto. Rodríguez aseguró a su congregación que las iglesias no serán blanco de redadas, basándose en conversaciones con autoridades que, según él, le garantizaron que ICE se enfocará solo en la deportación de criminales. “No hay intención de realizar redadas en iglesias. Ninguna. Cero”, afirmó Rodríguez, quien también expresó su apoyo a las políticas de Trump para combatir el crimen en comunidades inmigrantes.
La fe y la resistencia en tiempos de incertidumbre
A pesar de las diferencias en las estrategias adoptadas por las iglesias, todas comparten un objetivo común: proteger a sus comunidades y mantener la fe en tiempos de adversidad. La pastora Lozano, quien ha sido una activa defensora de los derechos de los inmigrantes, considera que la crisis actual es una oportunidad para fortalecer la solidaridad. “Hemos estado aquí antes. Vamos a sobrevivir”, aseguró, recordando las luchas pasadas de su comunidad.
Mientras tanto, en Georgia, el pastor Ortiz destacó que, incluso en la detención, Velásquez ha encontrado una forma de continuar su misión espiritual. Desde el Centro de Detención de Stewart, ha comenzado a predicar a otros detenidos, llevando el mensaje de fe a quienes más lo necesitan. “Si ellos no pueden venir a la iglesia, la iglesia irá a ellos”, concluyó Ortiz.
La situación actual plantea interrogantes sobre el equilibrio entre la seguridad nacional y los derechos humanos. Al mismo tiempo, resalta la resiliencia de las comunidades de fe, que continúan organizándose y resistiendo frente a políticas migratorias que han sembrado miedo e incertidumbre entre miles de migrantes indocumentados en Estados Unidos.