5 apuntes políticos de la semana
Enrique Gonzales es ex-coordinador para LATAM de Estudiantes por la Libertad.
1. JHONNY FERNÁNDEZ PRESIDENTE
Un día despertamos y Jhonny hizo el meme realidad: Jhonny Fernández Presidente. El inicio de su campaña en El Alto no es estrategia – disculpenme, remedos de asesores – sino desesperación. Jhonny es un mercader de promesas recicladas. El hombre manejó la alcaldía de Santa Cruz de la Sierra como algunos administran una pulpería ajena: saqueando lo que había, endeudando el futuro y dejando ruina y escombros. Su gestión no solo es la peor de los últimos 25 años, sino un monumento a la ineficiencia, la corrupción y el descaro. Y como la sinvergüenzura no tiene límites, lanza su candidatura presidencial ofreciendo lo mismo que jamás cumplió como alcalde. No es un político hábil, es un farsante con historial de desastre. Su campaña no es una propuesta, es un insulto a la memoria de los cruceños.
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2. POLICÍA BOLIVIANA
La Policía en Bolivia está constituida bajo un esquema fascista al estilo italiano (como todas las policías latinoamericanas. No es cuento nuevo). No es una institución del orden, es un aparato de control. Su propósito no es la seguridad pública sino el mantenimiento del gobierno. No protege a la ciudadanía, garantiza la estabilidad del poder. No es autónoma, es servil. No responde a la ley, responde a la estructura política que maneja el Estado. Es vertical, jerárquica y doctrinaria. No administra justicia, ejecuta órdenes. No es garante de la ley, es guardián del régimen.
Con esta base, ¿por qué sorprende que se vea involucrada en actos delictivos? Lo hace a nombre del Estado, y todos sabemos cuál es el negocio estatal del masismo.
3. EL TSE «BLINDÓ» LAS ELECCIONES
Esto fue un circo político disfrazado de compromiso democrático: El TSE convoca, el oficialismo asiste, la oposición obedece. Arce se comprometió a «blindar» las elecciones, pero lo que realmente sellan es la rendición anticipada. No hay garantías, solo gestos vacíos. La oposición, incapaz de estructurar una fiscalización real, se aferra a este simulacro para justificar su inoperancia e incompetencia. No se organizan, no resisten, solo convalidan el juego del MAS. Así, cuando el fraude se consume, van a tener la excusa perfecta: ellos confiaron en el sistema. La oposición solo demuestra una vez más que en 20 años no ha logrado consolidar una estructura política que perdure y cumpla objetivos. Su inutilidad la paga el ciudadano.
4. 21F
Y a propósito de la oposición, han pasado 9 años del histórico Referéndum del 21F. Una victoria ciudadana y no de los partidos políticos que se montaron al asunto.
Nueve años después del 21F la oposición sigue extraviada, aferrada a la derrota como si fuera su único argumento. Denunciaron el fraude, pero nunca construyeron el poder necesario para impedirlo. Agarraron la narrativa «Bolivia dijo No» como una consigna sin estrategia, un lamento sin estructura. Mientras el MAS sigue en el gobierno, ellos siguen en la queja. No articularon liderazgo, no fortalecieron instituciones, no prepararon cuadros ni generaron alternativa real, víctimas de su propio ego que los lleva a repetir lo mismo y lo mismo por años. Son espectadores de su propio fracaso, esperando que la historia les dé la razón en lugar de superarse a sí mismos para ejercer el rol que según quieren tomar.
El 21F es la muestra de que podemos ganarle al gobierno, pero no basta con ganar. Se necesita proyecto político. Los ciudadanos hicieron su trabajo. Dijeron NO. Han pasado 9 años y los políticos siguen sin lograr algo que lo complemente.
5. CANDIDATOS A LA PRESIDENCIA
Pero ellos no son todos los candidatos, también hay otros. ¿Qué pasa con los improvisados? Bueno, todos son improvisados por punta… pero me refiero a los «outsiders» Lara o Chi. Si piensan que no están en el radar es porque su círculo social es algo restringido. Pregúntele a su taxista o a su peluquero y va a explicarles con claridad las razones por las que consideran lógico votar por alguien como Chi o Lara. Esos dos están posicionándose en un sector de la población que no es menor, lo cuál debería analizarse con algo más de seriedad. ¿Qué están haciendo que los hace convincentes para ciertas personas?
Y a todo esto, también hay otros candidatos.
– Branko: No lo entiendo. No está sabiendo capitalizar muchas cosas que le convienen. Insisto en que necesita contratar asesores. La idea de asumir personajes por temporada es de la década de los 90. Primero, el crítico; luego, el intransigente; después, el que genera alianzas (con sectores productivos, no con políticos). Manual viejo, la política avanza a pasos más largos. Branko necesita un Julián Kanarek.
– Manfred: A ese sí lo entiendo. Es ese oportunismo populista de siempre. Ahora, en vista de que no se va a aliar con el «bloque opositor», ha optado por una táctica también básica: Absorber pequeñas estructuras locales. Por eso han aparecido plataformas y grupos que se unen a su proyecto, así como pequeños políticos de aquí y de allá. Su idea de crear un bloque autónomo y ciudadano, compuesto por líderes emergentes no es otra cosa que autocracia bien maquillada. ¿Qué se hace cuando no podés ganarle a tus iguales? Te juntás con varios más chicos para que te hagan ver más grande, pero que no puedan tumbarte si se te vuelcan. Manfred es un sobreviviente del oportunismo. Su carrera se basa en la conveniencia. Huyó y regresó por ese motivo. Se vende como opositor, pero jamás desafía realmente al poder. Está jugando a la resistencia mientras negocia su espacio. No representa una alternativa, sino el reciclaje de la vieja política: ambición sin lealtad y cálculo sin convicción.
¿Qué le espera a la política local en esta semana? No puede saberse, pero quienes tengan las mejores conjeturas van a posicionarse mejor. De eso se trata la Inteligencia Estratégica: Generar conocimiento que sirve en cierto lapso para tomar decisiones. ¿Están tomando las decisiones correctas? Tal vez necesitan hacer inteligencia estratégica para saberlo.
Fuente: EnriqueGonzales.SantaCruz