El 14 de febrero de 2025, Santa Cruz de la Sierra celebra con orgullo dos siglos de historia. Esta fecha no solo es una conmemoración de logros y luchas, sino también un profundo acto de reflexión sobre los caminos recorridos y las futuras perspectivas de la región cruceña. Dos siglos de historia forjan una identidad única, moldeada por la resistencia, la persistencia y el anhelo de progreso de un pueblo que ha sabido superar las adversidades naturales y políticas, para convertirse en el motor económico de Bolivia.
La historia de Santa Cruz es un testimonio de esfuerzo y resiliencia. Fundada en 1561, la ciudad de Santa Cruz ha sido un punto de encuentro entre diversas culturas, pero también un espacio de tensiones y desafíos, especialmente frente al centralismo político que ha caracterizado a Bolivia a lo largo de su historia. El cruceño ha aprendido a valorar su autonomía y libertad, y en cada etapa de su desarrollo ha luchado por consolidar su identidad, a veces enfrentando la indiferencia del poder central, otras veces reivindicando la justicia y la equidad para su pueblo. El 14 de febrero, día en que se celebra su bicentenario, simboliza no solo la efeméride de su fundación, sino el constante devenir de un pueblo que ha ido forjando su carácter a través de la lucha por la autonomía y el progreso.
El proceso de modernización que ha vivido Santa Cruz desde la mitad del siglo XX ha traído consigo un auge económico innegable, impulsado por la agricultura, la ganadería, y más recientemente, por la industria petrolera y gasífera. Este crecimiento ha dado lugar a una transformación de su estructura social, con la llegada masiva de migrantes provenientes de diversas partes de Bolivia, que han aportado a la diversidad cultural de la región. La confluencia de estos factores ha originado una Santa Cruz cosmopolita, dinámica y pujante, pero también ha generado tensiones sociales que aún persisten, como la desigualdad económica y la urbanización desordenada.
A nivel político, el 14 de febrero también invita a reflexionar sobre los logros y desafíos de Santa Cruz en su relación con el poder central. La lucha por la autonomía alcanzó uno de sus puntos más álgidos en 2008, cuando se logró aprobar el Estatuto Autonómico de Santa Cruz. Este avance en la historia cruceña marca un hito en la afirmación del derecho de la región a gobernarse a sí misma y a tomar decisiones en función de sus intereses y necesidades. Sin embargo, la división política del país, las tensiones con el gobierno central y los desafíos que aún enfrenta la región en cuanto a infraestructura, salud y educación nos recuerdan que el camino hacia un desarrollo equitativo y justo sigue siendo largo.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
En conclusión, el Bicentenario de Santa Cruz no solo es un motivo de celebración, sino también de reflexión crítica sobre los desafíos que aún enfrenta la región en su búsqueda de un futuro más inclusivo, próspero y equitativo. Es un momento para honrar el espíritu de lucha, trabajo y sacrificio que caracteriza al pueblo cruceño, al tiempo que se mira hacia el futuro con la esperanza de que, con unidad y esfuerzo, se sigan alcanzando nuevas metas que fortalezcan la identidad y el bienestar de todos los bolivianos.
Autor: Carlos Pol Limpias, Abogado, Doctor en Derecho Constitucional