Luego de al menos cuatro intentos fallidos, Bolivia ingresa a la era de la siderurgia


 Pasaron 177 años desde su descubrimiento y casi 60 años desde el primer intento fallido de su explotación y aprovechamiento. Este lunes por fin el Complejo Siderúrgico del Mutún pondrá a Bolivia en la era de la siderurgia, generará más de 2.700 fuentes de empleo, entre directos e indirectos, e ingresos aproximados de $us 172 millones y utilidades netas por más de $us 73 millones por año.

Luego de al menos cuatro intentos fallidos, Bolivia ingresa a la era de la siderurgia

Fuente: ABI



El cerro del Mutún fue descubierto en 1848 por el geólogo francés Francis Castelnau, pero recién a partir de 1956 se realizaron diferentes estudios iniciales de prospección y exploración para su explotación.

En 1970, la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) instaló una planta piloto para el lavado y tamizado del mineral colubial.

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En 1986, el estudio Cobrapi trató de implementar una industria siderúrgica con base en carbón vegetal, pero fue abandonada por la alta contaminación.

Por ello, entre 1989 y 1993, la empresa minera estatal del oriente, dependiente de la Comibol, realizó una exportación de concentrados de mineral de hierro con la empresa Aceros Paraguayos.

En un nuevo intento para su explotación, el 2 de diciembre de 2005, mediante el decreto supremo 28473, se crea la Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM), encargada de la dirección y administración de la exploración, explotación, fundición, industrialización, comercialización y transporte de los minerales de los yacimientos del Mutún y circundantes.

En 2007, la ESM firmó el contrato de riesgo compartido para la exploración, producción, industrialización y comercialización del mineral de hierro con la empresa hindú Jindal Steel Bolivia, sin embargo la compañía no cumplió sus compromisos, su objetivo era explotar el hierro como materia prima por lo que se resolvió el acuerdo, poniendo en punto de inicio el proyecto.

Frente al nuevo fracaso, en marzo de 2016, el Gobierno de entonces firmó con la empresa china Sinosteel Equipment & Engineering CO., LTD, bajo la modalidad contrato llave en mano, la construcción del Complejo Siderúrgico del Mutún y en enero de 2019 se dio luz verde al inicio de obras.

En 2020, el sueño del Mutún sufre un nuevo traspié debido a que el régimen de facto paralizó el proyecto. El país estaba a punto de llegar a un arbitraje internacional con la empresa constructora.

Sin embargo, en junio de 2021, el presidente Luis Arce reactivó la construcción del Complejo Siderúrgico del Mutún, como parte de la política de industrialización con sustitución de las importaciones.

“Hoy llega el momento de despertar al gigante dormido para satisfacer la demanda nacional. No puede ser de otra manera, no nos sirve la producción de la materia prima. Nos sirve producción de materia prima y su correspondiente industrialización en territorio boliviano”, señaló Arce a los pies del cerro del Mutún, ubicado en el municipio de Puerto Suárez, que pertenece a la provincia Germán Busch del departamento de Santa Cruz.

Emplazado en un terreno de 42 hectáreas, en el complejo se invirtió $us 546 millones. Es financiado por el Banco de Exportaciones e Importaciones de China (Eximbank) y el Estado boliviano a través del Fondo para la Revolución Industrial Productiva (Finpro).

La obra está compuesta por siete plantas: Planta de Concentración, Planta de Peletización, Planta de Reducción Directa del Hierro (DRI), Planta de Acería, Planta de Laminación, Planta de la Central Eléctrica y Plantas Auxiliares (oficinas, gasoducto y acueducto, entre algunas).

Desde su reactivación, la obra generó movimiento económico con la contratación de alrededor de 1.400 trabajadores para la construcción del proyecto de manera directa y 3.500 de forma indirecta.

Se ejecutó el Programa de Capacitación Profesional de la ESM para la cualificación de 33 jóvenes profesionales bolivianos que operarán el complejo siderúrgico, que implicó la formación de 6 meses en Bolivia y 6 meses en China con todos los gastos cubiertos.

Una vez funcionando, el Complejo Siderúrgico del Mutún generará ingresos aproximados de $us 172 millones anuales y utilidades netas anuales de $us 73 millones.

La planta tendrá una producción de casi 200 mil toneladas anuales de barras corrugadas para la construcción y alambrón que será utilizado como materia prima para otras pequeñas industrias para la producción de clavos, tornillos, volandas, pernos, tuercas y otros que tienen gran demanda en el mercado nacional.

Se reducirá en un 50% las importaciones de acero.

El complejo operará en tres turnos y generará 700 empleos directos y más de 2.000 empleos indirectos.

El efecto multiplicador que tendrá en la región será muy diverso: habrá inversión en infraestructura, desarrollo de capacidad técnica y profesionales en la fuerza laboral local, diversificación económica, inversión en salud y educación, entre otros.

Jfcch/Nj


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