Atribuyen esta escalada de precios al incremento en la exportación de carne boliviana y a la falta de control sobre el contrabando de ganado.
Fuente: ANF / La Paz
El precio del kilo gancho de carne de res ha experimentado un aumento del 86% en los últimos cuatro años, pasando de Bs 21 a Bs 39, y los carniceros advierten que no volverá a los valores previos. Flavio Choque, secretario general de la Federación de Carniceros de La Paz, atribuyó esta escalada al incremento en la exportación de carne y a la falta de control sobre el contrabando de ganado.
“A inicios de este año, 2025, el precio del kilo del ganado en pie y la carne en kilo gancho siguió en escalada. Ha subido a 31 bolivianos hasta llegar a 33 bolivianos, y en la última reunión con autoridades del gobierno, ya era prácticamente incontrolable el precio porque se ha llegado a 39 bolivianos”, explicó Choque a ANF.
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Desde 2021, el sector ha sentido el impacto del alza de precios, especialmente tras la liberalización de las exportaciones de carne. “Nosotros hemos tenido que salir a una marcha a nivel nacional en La Paz, donde se decretó que ya no haya libre exportación, pero aun así el precio siguió subiendo”, recordó el dirigente.
Los carniceros han insistido en que se cumpla el acuerdo de exportar solo 16.000 toneladas anuales y realizar un censo del hato ganadero. No obstante, Choque asegura que el gobierno no ha respetado este compromiso.
“Actualmente la exportación llega a 38.000, a 40.000 toneladas, más del doble de lo acordado”, denunció.
En 2024, el precio del kilo gancho inició en Bs 24,50 y cerró el año en Bs 30, con incrementos progresivos en los meses intermedios. Dijo que las autoridades del gobierno “no han sabido atender nuestras demandas, no han dado prioridad a la lucha contra el contrabando de ganado en pie por el Oriente y Occidente”, afirmó Choque.
El dirigente aseguró que los ganaderos han falseado la información sobre la cantidad de ganado disponible debido a que “dicen tenemos millones de toneladas y que garantizan el abastecimiento interno, pero eso es pura mentira”.
En noviembre pasado, en un encuentro multisectorial con frigoríficos y ganaderos, se firmó un acuerdo para reducir el precio del kilo gancho a Bs 24,50. Sin embargo, según Choque, este compromiso no se ha cumplido. “En enero ya estábamos comprando la carne entre 38 y 39 bolivianos”, lamentó.
El 5 de febrero, el gobierno determinó suspender las exportaciones de carne hasta que el precio en el mercado local disminuya, pero los carniceros consideran que esta medida llegó tarde.
“No hay suficiente ganado y al gobierno no le interesa si hay abastecimiento, solo le importa que ingresen divisas”, sostuvo el representante de los carniceros.
En ciudades como La Paz, la carne se comercializa entre Bs 55 y Bs 60 para el consumidor final. Para retomar las exportaciones, el precio debería bajar entre Bs 10 y Bs 15, situándose en un máximo de Bs 40.
“El problema es que el contrabando de carne sigue sin control por Cobija, San Ignacio de Velasco y otras rutas hacia Brasil y Argentina”, denunció Choque.
Dijo que están esperando la voluntad del gobierno, para que por lo menos se pueda volver a los precios de antes, pero «con todo el dolor decimos que no va a volver”, remarcó el dirigente.
Por su parte, el viceministro de Defensa del Usuario y del Consumidor, Jorge Silva, reconoció que el precio del kilo gancho ha bajado ligeramente, pero advirtió que en los mercados finales sigue alto. “Creemos que alguien se está aprovechando de esta situación”, afirmó.
Según Silva, el kilo gancho actualmente llega a los carniceros entre Bs 31 y Bs 32, aunque lo ideal sería que baje hasta Bs 27. “Hay una disminución importante, pero no en la medida que quisiéramos”, puntualizó.
El viceministro anunció que convocará a los comerciantes de carne al detalle para entender las razones de la persistencia de precios altos. “Antes de tomar acciones sancionatorias vamos a convocar a los carniceros para escucharlos”, señaló.
El encuentro entre el gobierno y la Confederación Nacional de Trabajadores en Carne de Bolivia (Contracabol) está previsto para el martes, donde se analizarán posibles medidas para frenar la especulación.
Entretanto, el sector cárnico sigue en incertidumbre. “Si no hay un control real sobre el contrabando y las exportaciones, el precio seguirá subiendo, afectando tanto a los consumidores como a nosotros”, concluyó Choque.
Mientras que el presidente de la Confederación de Ganaderos de Bolivia (Congabol), Hernán Nogales, retó al Gobierno a producir carne en sus centros de confinamiento y luego comparar la estructura de precios con el sector privado.
Además, desafió al Ejecutivo a iniciar procesos penales por agio si es que las autoridades están convencidas de que los productores cometen este delito.
“El Estado tiene dos centros de confinamiento, uno en Santa Cruz, que en algún momento tuvo ganado; y, otro en la localidad de Reyes, en Beni, donde no ha puesto ni una sola cabeza de ganado ¿Por qué no hace funcionar el Estado esos centros y comparamos la estructura de costos? Lo retamos a que trabaje como el privado y que luego venga a encararnos, a decir que nosotros hacemos agio”, expresó Nogales.