La medida busca fomentar una alimentación más saludable, aunque generó opiniones divididas entre padres, profesores y estudiantes.
La distrital de educación del municipio de Warnes implementó una medida que causó controversia, la prohibición de la venta de sodas en las unidades educativas. Esta disposición, que ya se está aplicando en algunas escuelas, busca promover hábitos alimenticios más saludables entre los estudiantes.
Si bien algunos padres y profesores apoyan la iniciativa, considerándola positiva para la salud de los niños, otros han expresado su descontento.
La autoridad educativa local subraya que el objetivo principal es garantizar una alimentación más equilibrada, alejando a los estudiantes de las bebidas azucaradas.
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Aunque la medida genera resistencia entre los estudiantes, muchos se están adaptando a la nueva normativa. Sin embargo, la situación se complica debido a que los kioscos cercanos a las escuelas continúan vendiendo gaseosas.
A pesar de las dificultades, se espera que con el tiempo esta medida logre sensibilizar a la comunidad educativa sobre la importancia de una dieta saludable.