Renta petrolera en Bolivia cae en 38% desde 2022 y YPFB proyecta baja del 8% para 2025


Según datos de la empresa estatal, la renta petrolera alcanzó los 2.657 millones de dólares en 2022, mientras que en 2024 descendió a 1.635 millones. Para 2025, YPFB prevé una recaudación de 1.502 millones de dólares.

imagen aleatoria

Fuente: ANF / La Paz

 



La renta petrolera en Bolivia ha experimentado una significativa reducción en los últimos años, cayendo un 38% desde 2022. Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) proyecta que esta tendencia continuará en 2025, con una caída adicional del 8% en los ingresos provenientes de los hidrocarburos.

Según datos de la estatal petrolera, la renta petrolera alcanzó los 2.657 millones de dólares en 2022, mientras que en 2024 descendió a 1.635 millones. Para 2025, YPFB prevé una recaudación de 1.502 millones de dólares.

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

El presidente de YPFB, Armin Dorgathen, explicó que, pese a la caída en la producción de gas natural, se han realizado negociaciones comerciales para mantener cierta estabilidad en los ingresos.

“El año 2024 estábamos por los 1.600 millones de dólares, para el año 2025 estamos proyectando 1.500 millones de dólares. Si lo comparamos con el año 2020, 2021 o incluso 2016, son valores bastante similares. En 2016 estábamos en 1.700 millones”, afirmó la autoridad al dar a conocer en un acto público el Programa de Inversiones y Principales retos de YPFB en 2025.

El año de mayor recaudación petrolera en el país se registró en 2014, cuando los ingresos alcanzaron los 5.491 millones de dólares, en gran parte gracias a los altos precios internacionales del gas y los volúmenes de exportación.

En paralelo, la producción de gas natural también ha seguido una curva descendente en la última década. Mientras que en 2014 Bolivia producía 59 millones de metros cúbicos diarios, en 2024 la cifra se redujo a 31,7 millones.

Para 2025, YPFB proyecta una producción de 29,5 millones de metros cúbicos, lo que representa una disminución del 7%.

Esta reducción en la producción y en los ingresos ha generado preocupación en las regiones productoras, que dependen de la renta petrolera para financiar proyectos de infraestructura y desarrollo.

Dorgathen destacó que, pese al contexto adverso, se han llevado a cabo gestiones para mitigar el impacto de la baja en la producción.

“Son diferentes negociaciones comerciales que hemos podido realizar para mantener cierta estabilidad en los ingresos”, sostuvo.

El gobierno ha manifestado su intención de incentivar la exploración y explotación de nuevos yacimientos para revertir la caída en la producción y garantizar el abastecimiento interno, así como las exportaciones a mercados clave como Brasil.

En este contexto, la incertidumbre sobre la estabilidad de los ingresos petroleros sigue siendo un desafío para la economía boliviana, que todavía depende de la renta hidrocarburífera para sostener sus finanzas públicas y el desarrollo regional.

/ANF/


×