«El principal dispositivo de urbanización en Bolivia no es el plano urbanístico ni la alcaldía, sino el mercado inmobiliario y la informalidad», advierten especialistas del rubro.
Fuente: Sumando Voces
En Bolivia, la expansión urbana no está siendo definida por políticas públicas ni planes estratégicos estatales, sino por la acción de loteadores, traficantes de tierras y un mercado inmobiliario desregulado que dicta el rumbo de las ciudades. Mientras las autoridades intentan regular el crecimiento urbano, la realidad muestra que la urbanización avanza sin planificación efectiva, con barrios emergentes que carecen de servicios básicos y una creciente desigualdad espacial.
«El principal dispositivo de urbanización en Bolivia no es el plano urbanístico ni la alcaldía, sino el mercado inmobiliario y la informalidad», advirtió Juan Cabrera, arquitecto y miembro del Instituto Boliviano de Urbanismo (IBU), durante el lanzamiento del curso de formación en urbanismo. Asimismo, responsabilizó a los loteadores y traficantes de tierra por la especulación inmobiliaria.
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En respuesta a estos desafíos, el IBU, en alianza con la Universidad San Francisco Javier de Chuquisaca y la red Unitas, inició la segunda versión del curso «IBU de Formación en Urbanismo». Este programa busca capacitar a profesionales, activistas y tomadores de decisión en temas como derecho urbano, planificación, gestión territorial y movilidad, con un enfoque crítico sobre la problemática actual de las ciudades bolivianas.
El curso aborda temas como la expansión urbana descontrolada, el crecimiento de barrios sin servicios básicos y la falta de regulación sobre la propiedad y el acceso a la vivienda. También plantea la necesidad de reforzar la participación ciudadana en la toma de decisiones urbanas, promoviendo modelos más inclusivos y sostenibles de desarrollo territorial.
Para los organizadores, es clave que la ciudadanía y las instituciones comprendan que la planificación urbana debe estar basada en criterios de equidad y sostenibilidad. «No podemos seguir permitiendo que el mercado y la especulación definan el futuro de nuestras ciudades. Es fundamental que los gobiernos locales asuman su rol en la regulación y planificación urbana con enfoques integrales», afirmó Cabrera.
Iris Baptista, coordinadora del Programa Urbano de UNITAS, destacó la importancia de este tipo de iniciativas para fortalecer el poder ciudadano en las ciudades. «UNITAS es una red de 22 ONGs, entre ellas se trabaja y se potencia mucho el trabajo en zonas urbanas y es por eso que hay un Programa Urbano que busca potenciar la acción política organizada de las personas en las ciudades para que, en función a eso, se pueda trabajar en intereses colectivos y esta ciudadanía organizada tenga la capacidad de decisión frente a los poderes constituidos y ejerzan el poder de manera crítica», señaló.
En esa línea, Baptista subrayó que el curso permitirá ampliar la mirada crítica sobre el urbanismo y la planificación con un enfoque de derechos. «Este espacio va a brindar elementos importantes para ampliar la mirada crítica, la mirada de cuestionamiento sobre qué es urbanismo, planificación, el enfoque de derechos en las ciudades, mirar las ciudades con derechos. Y esto nos llevará a ampliar también formas más democráticas, identificar aspectos que tienen que ver con la historia de las propias organizaciones en las ciudades, tal vez nos ayude a reflejar también las conquistas sociales que han resultado del avance en las ciudades y cómo ahora lo urbano también a veces está subsumido en el contexto político y en la agenda política», explicó.
El curso, que se desarrollará entre el 7 de abril y el 18 de julio, también incluye módulos sobre economía urbana, movilidad, cambio climático y gobernanza de las ciudades. La idea es que los participantes no solo adquieran conocimientos, sino que desarrollen propuestas concretas para enfrentar los desafíos urbanos en Bolivia.