Así fue la despedida del Príncipe de Luxemburgo antes de morir con 22 años: «Papá, ¿estás orgulloso de mí?»


Federik Henri Douglas Marie de Nassau ha fallecido por una enfermedad rara que padecía y que le diagnosticaron con solo 14 años.

Fuente: Marca 



 

 

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Pocas cosas duelen más que el fallecimiento de un hijo. Un suceso que lamentablemente ha tenido que vivir la familia de Roberto de Luxemburgo, primo del Gran Duque Enrique. Una figura de la familia real del país que no suele hacer apariciones en medios de comunicación y que en esta ocasión ha aparecido en ellos tras la muerte de su hijo menor, el Príncipe Frederik de Nassau, el pasado 28 de febrero con tan solo 22 años, por una enfermedad rara.

Una vida dedicada a la lucha contra el gen POLG

Y aunque ha hablado para los medios, han tenido que pasar diez días para conocer de primera mano todo por lo que han pasado tras el diagnóstico de una enfermedad de mitocondrial, causada por una mutación en el gen POLG. Una malformación genética que le diagnosticaron con solo 14 años y que le llevó a liderar una fundación dedicada a la investigación de esta afección bajo el nombre ‘Fundación POLG’.

Un fallecimiento que ha llevado a la familia a realizar un comunicado en despedida del pequeño de los tres hijos: «Frederik nació con una capacidad especial para la positividad, la alegría y la determinación. Cuando era pequeño, siempre decía que si había un hijo nuestro por el que nunca tendría que preocuparme, era él. Tiene habilidades sociales como ningún otro, un sentido del humor asombroso, una inteligencia emocional y una compasión fuera de serie, un sentido de la justicia, la equidad y la decencia que no conoce límites«.

La despedida del Príncipe Frederik

El comunicado lo ha difundido su familia a través de las redes sociales del Príncipe Roberto, con un emotivo vídeo donde se muestran imágenes de diferentes etapas de su vida en las que se le vio sonriente en todo momento. Un día trágico para ellos del que han trascendido pocos detalles, solo los que ha querido contar la familia: «Con inmensa tristeza, les informamos del fallecimiento de nuestro hijo, Frederik, fundador y director creativo de la Fundación POLG«, empezaron diciendo.

«El pasado viernes 28 de febrero, en el ‘Día de las Enfermedades Raras’, nuestro amado hijo nos llamó a su habitación para hablar con él una última vez«, proseguía contando el Príncipe Roberto sobre los recuerdos que tenía de aquel día. Y así lo hizo, se despidió de todos antes de fallecer: «Reunió la fuerza y el coraje para despedirse individualmente de cada uno de nosotros: su hermano, Alexander; su hermana, Charlotte; yo; sus primos Charly, Louis y Donall; su cuñado, Mansour; y finalmente, su tía Charlotte y su tío Mark«.

Una forma de sobrellevar y afrontar su complicada enfermedad que no era nueva para él y que ya había llevado a cabo así anteriormente. Una lucha donde su madre, Julie de Nassau, fue fundamental: «Ya había hablado todo lo que estaba en su corazón con su extraordinaria madre, que no había dejado su lado en 15 años». Unas palabras de su padre que se volvían todavía más duras y tiernas al mismo tiempo, dado que su hijo nunca dejó de mostrar su férrea personalidad: «Después de regalarnos a cada uno de nosotros nuestras despedidas, algunas amables, algunas sabias, algunas instructivas, al más puro estilo de Frederik, nos dejó colectivamente con una última broma familiar de larga data. Incluso en sus últimos momentos, su humor y su compasión sin límites. Nos obligó a dejarnos con una última risa… para animarnos a todos«.

Las últimas palabras de Frederik a su padre

En aquel comunicado, también se cuenta la última pregunta que su hijo le hizo al Príncipe Roberto antes de morir: «Papá, ¿estás orgulloso de mí?«. Un último pensamiento que dejó al heredero de Luxemburgo sensible y lo recordaba así: «Apenas había podido hablar durante varios días, por lo que la claridad de estas palabras fue tan sorprendente como profunda la intensidad del momento«. Y por supuesto, hubo contestación: «La respuesta era muy fácil y la había escuchado muchísimas veces… pero en ese momento necesitaba la seguridad de que había contribuido con todo lo que podía en su corta y hermosa existencia y que ahora finalmente podía seguir adelante«.

Un último mensaje con el que han querido despedir a su hijo, Frederik, que siempre estará en sus memorias: «Esta es la batalla que libró y esta es la carga que tuvo que llevar a lo largo de su vida. Siempre lo hizo con gracia y humor. Aunque siempre dejó muy claro que no quería que esta terrible enfermedad lo definiera, se identificó de inmediato con la misión y ayudó a definirla«, señala el Príncipe Roberto.