El expresidente brasileño Jair Bolsonaro, que enfrenta un juicio por un presunto intento de golpe de Estado y no puede ser reelegido hasta 2030 por decisión de la Justicia, afirmó este domingo (16.03.2025) frente a miles de partidarios que su caso constituye «una negación de la democracia», y volvió a negar que el asalto a Brasilia de enero de 2023 haya sido un intento de golpe de Estado.
El líder de la ultraderecha, acusado por la Fiscalía de haber orquestado la asonada del 8 de enero de 2023 contra el Gobierno del progresista Luiz Inácio Lula da Silva, que entonces tenía solo una semana en el poder, afirmó que esa «historia del golpe» fue inventada y que ahora él debe probar que es inocente. Asimismo, defendió una amnistía para los implicados en esos sucesos, que podría beneficiarlo a él mismo.
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La manifestación fue realizada en la playa de Copacabana, en Río de Janeiro, y congregó a miles de personas. Aunque no se dieron cifras oficiales sobre asistentes, estuvo muy lejos del «millón» de seguidores que el bolsonarismo esperaba congregar. «Quiero decir a quienes no me quieren en Brasilia: unas elecciones sin Bolsonaro son una negación de la democracia en Brasil», expresó el político, sobre un escenario donde había una imagen de Donald Trump y banderas de Estados Unidos e Israel. «Si soy tan malo así, que me derroten en las urnas», agregó.
Igual quiere ser candidato
Bolsonaro aseguró que las acusaciones en su contra responden a que lo «quieren preso o muerto» y que, si los condenados por los sucesos del 8 de enero de 2023 recibieron penas de hasta 17 años, es porque a él le quieren aplicar «28 años» de cárcel. El líder ultra y una treintena de sus colaboradores han sido acusados de planificar el intento de golpe y también de haber conspirado antes para impedir la investidura de Lula.
La Corte Suprema, responsable del proceso, decidirá si acepta los cargos entre los próximos 25 y 26 de marzo, cuando podría darse curso a un proceso penal. El expresidente también negó las acusaciones de abuso de poder político y económico durante el proceso electoral de 2022 -cuando cuestionó la fiabilidad del sistema brasileño de urnas electrónicas-, por los que la Justicia lo inhabilitó hasta 2030, lo cual lo margina de las elecciones de 2026.
Pese a ello, Bolsonaro aspira a presentarse a la reelección y se ha negado a entregar su respaldo a otros candidatos de la ultraderecha, aunque ha mencionado como posibles reemplazos a su esposa, Michelle, y su hijo, el senador Flávio Bolsonaro.
DZC (EFE, AFP)