La directora de la Entidad Descentralizada de Cementerios de La Paz, Erika Endara, denunció la existencia y administración irregular de cementerios clandestinos en el municipio. Entre ellos se refirió al Cementerio de Ovejuyo, que el pasado domingo sufrió un deslizamiento, dejando cuerpos al descubierto y generando una posible contaminación ambiental.
Según la autoridad, el lugar funciona sin regulación, esto genera problemas tanto sanitarios como legales. «Como todos saben, el cementerio de Ovejuyo está en propiedad municipal, un área verde que pertenece a La Paz. Es un cementerio clandestino. Lo peor es que cobran, cobran por cada entierro y no invierten en la infraestructura», denunció la funcionaria municipal.
Endara reveló que el personal municipal fue expulsado del área, donde estaban para evaluar los daños tras el deslizamiento. «Fuimos echados agresivamente, con amenazas. Nos han agredido el domingo y el lunes también. Nos dijeron: ‘Ni hablen porque las vamos a cascar’. Incluso una periodista fue amenazada».
Lo preocupante es que no se trata de un caso aislado. La autoridad denunció que ocurre en otros cementerios ilegales dentro de la ciudad.
Endara criticó a la Gobernación de La Paz, a la cual acusa de multar al municipio por intentar regularizar espacios administrados por la comuna paceña, pero no interviene en los cementerios clandestinos.
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La funcionaria destacó como el Cementerio de La Llamita, ubicado en la avenida Juan José Torrez, pasó de manos privadas a la gestión municipal. Además, adelantó que en este camposanto se prevé la construcción de un nuevo pabellón y una capilla, después de que se realicen estudios de suelo.