Las personas que buscan combustible están resignadas a esperar varias horas en las filas. Los que pasan la noche en los surtidores se alistan con colchas, almohadas y hasta comida.
Encontrar combustible, tanto diésel como gasolina, se ha vuelto un calvario para la población cruceña, que debe darse modos para esperar al menos 7 horas en las estaciones de servicio. Con almohadas, colchas y alimentos se ‘arman’ para pasar un largo momento al interior de sus mismos vehículos.
“Tengo acá mi colcha, mi comida, todo está adentro”, comentó un joven que se quedó sin combustible en la fila de una estación de servicio de la zona de La Cuchilla.
Otra conductora mostró que llegó a la fila a medianoche, tuvo que llevarse también una colcha y una almohada para descansar mientras los motorizados avanzaban. Logró cargar combustible 9 horas después, perdiendo mediodía de jornada laboral.
Un conductor señala que su gasto en alimentación suma un extra al monto con el que cargó combustible, pues llegó a estar en fila más de 10 horas.
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“Cuando uno compra gasolina, se va gastando de a centavo y pesos para alimentarse, ese más es el gasto”, agregó otra persona.
Pero ese no es el único problema, ya que conductores que se quedaron sin combustible en plena fila deben empujar y hasta piden ayuda a otras personas para poder llegar a la bomba que distribuye gasolina y diésel.
Esta situación viven los conductores que van en sus motorizados, gozando un ‘poco’ más de comodidad, pues en la fila también aguardan su turno los conductores en motocicleta, quienes también se dan modo de esperar, llevándose tocos o sillas mientras esperan.