En diciembre, el dictador Miguel Díaz-Canel había reconocido que la isla atraviesa un grave momento, con limitaciones de divisas y faltantes de productos básicos, entre otros problemas.
Fuente: Infobae
La crisis económica en Cuba sigue agudizándose y parece estar lejos de dar tregua, a más de cinco años de que los expertos comenzaran a advertir de la delicada situación de la isla.
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La Oficina Nacional de Estadísticas e Información del régimen de La Habana informó esta semana que el tráfico de carga de Cuba se había desplomado un 19% en 2024, lo que da cuenta del desfavorable contexto económico del país y sus consecuencias en la actividad interna.
Esta estadística mide el transporte terrestre, marítimo y aéreo en Cuba, y expuso así que en el último año las transacciones cayeron hasta las 46,5 millones de toneladas métricas, muy por debajo de las 57,5 millones de toneladas de 2023 y las 68 millones de 2019.
Estas cifras expusieron una baja a niveles récord en 20 años, impulsada principalmente por la fuerte disminución en la producción de azúcar y otros alimentos, así como por los obstáculos en lo que respecta al transporte de combustible y materiales de la construcción, motivados por la caída abrupta de los ingresos necesarios para adquirir estos bienes.
“El transporte de mercancías es el pulso de una economía. Esto nos indica que Cuba atraviesa una profunda crisis económica”, advirtió el economista cubano de la American University de Washington, Ricardo Torres, mientras que su par Omar Everleny sumó que, si bien aún no se han publicado las cifras oficiales del PIB de 2024, también se espera “una disminución de al menos otro 4%”, que se sumará al 12% que acumula desde 2019.
En línea con estos números, en diciembre, el dictador Miguel Díaz-Canel ya había reconocido que sus reformas, enfocadas en el comercio, se estaban llevando adelante con una lentitud mayor a la planeada y sus efectos eran aún poco tangibles, por lo que el país vive “prácticamente al día” y con múltiples dificultades.
“Transitamos un momento muy duro, prácticamente vivimos al día. Son muchas las quejas del pueblo, justas (…) Luego, están los arduos ejercicios diarios para decidir dónde poner las limitadísimas divisas de las que disponemos en temas que constituyen prioridades”, dijo en alusión a la falta de alimentos, medicamentos, combustibles y moneda extranjera, entre otros problemas que la gente enfrenta en el día a día.
De hecho, desde sus declaraciones, la falta de dólares en la isla se agravó tanto que, a finales de enero, el régimen anunció la apertura de locales que operan únicamente en esta moneda.
“Ante el déficit de divisas, (se consideró necesario) dolarizar parcialmente la economía como medida de corto plazo, transitoria y con una implementación gradual para evaluar sus efectos”, dijo entonces la viceministra primera de Economía y Planificación, Mildrey Granadillo de la Torre.
Sin embargo, la medida generó fuertes críticas en la isla dado que estos supermercados tienden a estar ampliamente abastecidos, con productos nacionales e importados, pero resultan casi inaccesibles para la mayoría de las personas, que no disponen de dólares en efectivo o tarjetas de crédito extranjeras para adquirir estos bienes y se ven obligados a recurrir a los comercios habituales, con sus góndolas vacías.
(Con información de Reuters)