El sector de los semiconductores en Estados Unidos está en alerta tras las recientes declaraciones de Donald Trump, quien ha calificado la CHIPS and Science Act como un «horrible, horrible asunto». Estas palabras han desatado incertidumbre entre los principales fabricantes de chips, que temen que la administración pueda retirar o modificar los fondos ya asignados bajo esta ley aprobada en 2022.
La CHIPS Act: Un pilar de la estrategia tecnológica de EE.UU.
La CHIPS and Science Act fue promovida y firmada por Joe Biden con el objetivo de impulsar la producción de semiconductores en suelo estadounidense. La ley destinó 52.700 millones de dólares en subsidios para atraer inversiones en la fabricación de chips y reducir la dependencia de Asia en este sector clave para la economía y la seguridad nacional.
A día de hoy, más de 36.000 millones de dólares ya han sido otorgados en subvenciones a empresas como Intel, Micron, Samsung y TSMC. Estas compañías han firmado contratos con el Departamento de Comercio para establecer nuevas plantas de fabricación de chips y expandir su capacidad en EE.UU.
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Las declaraciones de Trump y el temor de la industria
La postura reciente de Trump ha sembrado dudas en el sector tecnológico. Ejecutivos de las principales empresas de semiconductores han consultado a sus equipos legales para determinar si existe la posibilidad de que el gobierno revierta los contratos firmados.
Trump ha criticado la ley argumentando que las empresas «toman nuestro dinero y no lo gastan», una afirmación que ha sido cuestionada por expertos del sector. Según el Semiconductor Industry Association (SIA), esta postura podría estar motivada por una animadversión personal de Trump hacia el legado de Biden, más que por una evaluación objetiva del impacto de la ley.
¿Es legalmente posible retirar los fondos?
Según Stephen Ezell, experto en política de innovación global, la CHIPS Act estipula que los fondos ya asignados solo pueden ser reclamados en caso de «incumplimiento» por parte de las empresas beneficiadas. Es decir, si una compañía no cumple con lo pactado, el gobierno podría solicitar la devolución de los fondos. Sin embargo, los contratos ya firmados son difíciles de modificar sin una razón legal sólida.
Trump podría intentar frenar la distribución de fondos pendientes o reconfigurar los términos de algunos contratos, eliminando requisitos clave como el uso de trabajadores sindicalizados o beneficios para empleados. De hecho, ya se han reportado despidos en la oficina de la CHIPS Act en el Departamento de Comercio, lo que podría indicar una estrategia para reducir el control y supervisión sobre los proyectos.
El impacto de una posible retirada de fondos
Si el gobierno de Trump decide ralentizar o cancelar algunos de los subsidios, podría afectar especialmente a empresas como Intel, que ha recibido un fuerte respaldo financiero para su recuperación y expansión. Según Ezell, frenar esta financiación podría ser contraproducente, debilitando la industria estadounidense y facilitando que China y otros competidores sigan dominando el mercado global de semiconductores.
Los principales riesgos de una retirada de fondos incluyen:
- Desaceleración en la construcción de nuevas plantas de fabricación de chips en EE.UU.
- Reducción en la generación de empleo en el sector tecnológico y manufacturero.
- Mayor dependencia de Asia, ya que muchas compañías podrían optar por invertir en países con incentivos más estables.
Trump y su política de aranceles a los chips
En lugar de fomentar la inversión con subsidios, Trump ha propuesto imponer aranceles a la importación de semiconductores, con la esperanza de castigar a las empresas que fabrican fuera de EE.UU. Sin embargo, esta medida podría resultar ineficaz, ya que la mayor parte de los chips importados llegan integrados en productos electrónicos como teléfonos y computadoras, lo que haría difícil aplicar los impuestos de forma efectiva.
El futuro de la CHIPS Act bajo la administración Trump
A pesar de las preocupaciones, varios analistas creen que una revocación total de la CHIPS Act es poco probable. En cambio, podría haber una modificación en los criterios de distribución de los fondos o una ralentización en la asignación de nuevos subsidios. En cualquier caso, la incertidumbre ya está teniendo un impacto en la confianza de la industria.
Desde WWWhatsnew.com, creemos que la CHIPS Act representa una oportunidad crucial para fortalecer la industria tecnológica de EE.UU. y reducir la dependencia de Asia. Si bien es comprensible que cualquier administración quiera revisar el uso de los fondos públicos, es fundamental que esta política no se convierta en un obstáculo para la innovación y el crecimiento económico.
Fuente: https://wwwhatsnew.com