Las madres buscadoras denuncian revictimización de ellas y de sus familiares desaparecidos.
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Un nuevo hallazgo de restos humanos en México se convirtió en una fuerte polémica política que enfrenta a la presidenta Claudia Sheinbaum, a la oposición, a las madres buscadoras de desaparecidos y a los colectivos de derechos humanos.
El fin de semana, familiares de desaparecidos que descubrieron a principios de marzo osamentas y cientos de zapatos, ropa y mochilas en el Rancho Izaguirre, ubicado en Teuchitlán, Jalisco, denunciaron que las autoridades manipularon la escena del crimen donde, presuntamente, operó el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Como prueba, compararon fotos de la primera visita que realizaron el 5 de marzo a este lugar, con las que tomaron el viernes pasado, ya que se puede ver cómo algunas excavaciones en las que encontraron restos humanos fueron tapadas con cemento, a pesar de que tendrían que ser analizadas por peritos forenses para saber si ahí incineraron o no a las víctimas.
15 días trabajando y sirniendo huesos calcinados de restos humanos, juntaron alrededor de 15 lotes, un lote por día (lo que se recolecta en todo un día, 1 cubeta a 2) esto en el rancho Izaguirre. pic.twitter.com/cZ8oeVCyke
— Guerreros buscadores de jalisco (@GuerrerosJalisc) March 21, 2025
También denunciaron que son víctimas de «una campaña de difamación y desprestigio si precedentes«, ya que aseguran que se han creado videos con inteligencia artificial sobre los activistas para manipular a la opinión pública y dañar su reputación.
Además, afirman que la Fiscalía General de la República dejó entrar a activistas y a periodistas a ese lugar con el objetivo de desmentir que ahí había crematorios clandestinos, en vez de darles respuestas a los familiares de las víctimas.
Es tal el impacto que ha tenido el caso, que el Rancho Izaguirre ya se convirtió en un centro de peregrinación de quienes buscan a alguna de las más de 124.000 personas desaparecidas que hay en México. La revista Proceso reportó que el domingo acudieron integrantes de los colectivos ‘Buscando Corazones en Jalisco’, ‘Hasta Encontrarte’ y ‘Madres Guerreras de León’ (los dos últimos de Guanajuato), con la esperanza de encontrar algún rastro de su familiar, pero no los dejaron pasar.
Mientras tanto, el artista plástico Roberto Márquez montó un memorial con velas, flores y zapatos, que simbolizan a las personas que son buscadas. «Que los ojos de los desaparecidos te persigan en tus sueños y en el llanto de tus madres, no te dejen dormir«, reza una manta dirigida a los narcotraficantes, que se instaló a las afueras del rancho.
¿Talón de Aquiles?
El Rancho Izaguirre ha evidenciado que los cárteles cuentan con lugares donde torturan, asesinan y desaparecen en masa a sus víctimas, sobre todo incinerándolas, para impedir que sean identificadas. Del mismo modo, las entierran en fosas comunes.
En esos centros clandestinos también entrenan a jóvenes a los que secuestran para entrenarlos a la fuerza como sicarios. El rancho recién descubierto no es el primer sitio de esta naturaleza, y difícilmente será el último debido a la fortaleza y expansión del crimen organizado.
Sin embargo, el Gobierno se ha quejado de que los medios y la oposición lo califique como un «crematorio clandestino», o u «centro de exterminio», y que se le haya comparado con los campos de concentración de los nazis.
Sheinbaum, de hecho, anticipó que todo ello forma parte de una campaña en su contra y aseveró que esta semana dará a conocer quiénes la comenzaron. «Yo no considero que sea mi ‘talón de Aquiles’, ni talón de otro tipo«, advirtió cuando un periodista le preguntó sobre la presión social que hay para que atienda la crisis por las desapariciones.
Pero la comparación más constante es con la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa que ocurrió en 2014, un crimen de lesa humanidad reciente en México que tuvo un alto impacto internacional. Lo más llamativo de ese hecho fue que desprestigió por completo al Gobierno del entonces presidente Enrique Peña Nieto, quien, en un afán de dar por terminada la investigación, presentó ‘la verdad histórica‘, una teoría falsa sobre la manera en que se habían llevado a los jóvenes.
Por eso, el fiscal general Alejandro Gertz Manero prometió que esta vez no habrá ‘verdad histórica’. «Ni soñarlo, esto va en serio«, dijo. No obstante, al día siguiente hizo la controvertida visita al Rancho Izaguirre.
La desconfianza persiste. Así lo demuestran articulistas que insisten en advertir que Teuchitlán puede convertirse en ‘un nuevo’ Ayotzinapa para Sheinbaum, ya que de la investigación depende la credibilidad de una gestión que todavía cuenta con popularidad por encima del 70 %.
«Teuchitlán, el posible Ayotzinapa de este gobierno», «El fantasma de Ayotzinapa recorre Teuchitlán», «De Ayotzinapa a Teuchitlán. Una década de claroscuros en la política en materia de desapariciones», «Teuchitlán, ¿un nuevo Ayotzinapa?», «Teuchitlán está por convertirse en el Ayotzinapa de Sheinbaum», «Teuchitlán revive en el gobierno la pesadilla de Ayotzinapa», son solo algunos de los títulos que recorren la prensa mexicana para alertar sobre la necesidad de resolver la crisis, atender a las víctimas y terminar con la impunidad.