Circunstancias en las que en Bolivia se anuncia el impulso a la circulación de monedas digitales para contrarrestar la falta de dólares; se ha comprobado una vez más que las redes sociales son esas arenas movedizas enigmáticas en las que podemos hundirnos en cualquier momento; como ocurrió este 14 de febrero del 2025, luego que el presidente Javier Milei, quien cuenta con 3,8 millones de seguidores solo en la red social X, anunciara la creación de la Criptomoneda llamada “$Libra” y luego de atraer a unos 400 inversores y subir un 1300%, se desplomó en segundos, provocando millonarias pérdidas que llevaron a presentar alrededor de 200 denuncias contra el Primer Mandatario en Argentina y se abriera otro proceso paralelo en Estados Unidos.
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Un experto explicó el “modus operandi”. «Por lo general, intentan generar la mayor expectativa posible -casi siempre contratando celebridades para respaldar el producto- antes de tomar el dinero de los inversores y desaparecer», dijo a BBC Mundo, Eduardo Valpuesta, director del Máster en Derecho Digital de la Universidad de Navarra, en España.
Según el analista, la debacle de la criptomoneda, que hizo que miles de personas perdieran su dinero, podría tratarse de un caso de «rug pulling» (algo así como «tirar de la manta» o «tirar de la alfombra» en español), una estafa repetida muchas veces en el mundo de las monedas digitales y que lleva años en la mira de las autoridades financieras de todo el mundo.
Las criptomonedas legítimas tienen un objetivo. «Sirven para algo en el entorno digital. Con Bitcoin podemos realizar pagos en el ciberespacio como alternativa a los pagos bancarios y Ethereum, por ejemplo, inventó los contratos inteligentes», explicó Andrea Baronchelli, profesor de Ciencias de la Complejidad de la City University de Londres y miembro del Instituto Alan Turing.
«Otras, como Tether, tienen como objetivo mantener la paridad con el dólar, y son útiles, por ejemplo, si quieres enviar remesas al extranjero porque evitas muchas comisiones».
«Entre los proyectos cripto establecidos y los fraudulentos hay una línea muy fina, pero los últimos se caracterizan casi siempre por ser pequeños desarrollos que no tienen nada detrás o en los que la moneda no tiene ninguna utilidad», añade Baronchelli.
Según los expertos, no hay que dejarse engañar, más si no se entiende el objetivo de la criptomoneda. Pero si uno decide participar, hay que investigar al equipo detrás del proyecto y la tecnología que usan, y desconfiar de la falta de transparencia.
«Luego es muy difícil demandarles y recuperar el dinero. Para empezar, habría que demostrar que hubo un fraude. Y sobre todo es complicado saber quiénes son, dónde hay que demandarles, conforme a qué normativa, y como ejecutar una posible sentencia condenatoria», explicó Valpuesta.
El profesor recuerda que entre 2015 a 2018 hubo muchísimas emisiones de monedas digitales en las que se repitió este patrón: «Los emisores lanzaban la moneda, y luego decían que el negocio no había funcionado y que no había dado rentabilidad».
Milei ha negado participación en el hecho, sin embargo, su entorno familiar ha caído en sospecha por posibles vínculos con los creadores de la criptomoneda contra quienes se han ejecutado allanamientos en sus oficinas.
La moraleja que queda es que parece que el diablo viaja en las redes sociales buscando cómo atrapar incautos y en Bolivia, ante la desesperación por dólares, las largas colas por combustible y el aumento del precio de la canasta familiar, desde el gobierno del presidente Luis Arce, se ha anunciado la creación de criptomonedas. Peso quedemos con el refrán adaptado: ”Si ves las barbas de tu vecino perder, pon las tuyas lejos de la navaja”…
Por Roberto Méndez, Periodista