Landívar considera que el veto a la exportación de carne de res no es la solución para bajar los precios. Observa que el contrabando es el que desequilibra los costos
Fuente: El Deber
Javier Humberto Landívar, director de la Federación de Ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz), sostuvo que el rol de los intermediarios e internadores de ganado y carne debe ser mejor controlado por las autoridades gubernamentales. La falta de información de la cadena productiva hace que solo se haga foco en los ganaderos.
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Ya pasaron más de tres semanas al veto a la exportación de carne de res ¿bajaron los precios? ¿Cuál es la actual situación?
Nosotros como la Federación de Ganaderos de Santa Cruz, nos debemos al pueblo en general y es importante aclarar al consumidor final de nuestro producto que nosotros vendemos ganado, no comercializamos carne. Somos tomadores de precios; en segundo lugar, tenemos estadísticas hechas por Fegasacruz con datos del Gobierno, del INE, Senasag y del Observatorio Agroambiental del Ministerio de Desarrollo Rural, donde se establece que en lo que va del año en relación con 2024, vendimos al mercado un 25% de animales vivos.
Otro aspecto a tomar en cuenta, es que hay un incremento en la frecuencia del transporte que interna carne y ganado hacia el interior del país.
¿Cómo es eso del incremento de carne para el interior?
De acuerdo con los datos que se tiene, la demanda de carne de res que realiza el interior tuvo un importante incremento, si lo compara con los dos primeros meses de 2024. Ahora resulta que existe una frecuencia de 10 veces más de transporte de carne faenada hacia pueblos fronterizos del país. Esto quiere decir que de unas 10 a 20 toneladas que el año pasado se vendieron hacia pueblos fronterizos. Ahora estamos hablando de unas 250 a 300 toneladas carne las que se van hacia la frontera.
¿Qué otras observaciones tienen como sector?
Esta el efecto de la sequía, a lo que se debe sumar el costo elevado de los alimentos para lograr un adecuado engorde de los alimentos. Pues en este momento tenemos granos, como el maíz, que el quintal se vende a Bs 130 y Bs 140 bolivianos, mientras el sorgo cuesta más de Bs 115. Los demás insumos que de alguna está dolarizados tuvieron un incremento entre un 30% y un 50%
Entonces se debe dejar en claro que no es la exportación la que provoca la falta de carne. Pues se vende al exterior, una vez que se cumple con el mercado interno entre el 10% y el 12% de la producción nacional, o sea es una cantidad insignificante para lo que se produce. Entonces hay un sinfín de factores en los cuales tiene que ver el Gobierno.
¿Cuáles son esos factores?
No hay un control o una guía de movimiento animal que se destina hacia el interior. Solo existen esos controles en Santa Cruz. Tampoco hay una guía de movimiento de carne; eso quiere decir que el señor que compró un contenedor de carne en un frigorífico, se lleva su carne y las autoridades no saben dónde va esa carne. Un tercer factor que debe controlar el Gobierno es el trabajo de los internadores, aquellos comerciantes que compran ganado o carne faenada y llevan lo llevan al interior. Todos esos factores son determinantes en el momento de conocer la cadena. Nosotros somos una parte primaria de seis o siete eslabones de la cadena productiva. El resto de la producción o de la cadena productiva la desconoce el Gobierno.
Si bien usted indica que el sector es tomador de precio. Es una realidad que el kilo de primera está entre Bs 55 y 58. ¿Según su experiencia y tomando en cuenta que haya un mejor control, un adecuado engorde de las reses, el precio de la carne puede volver a los valores de antes?
La experiencia que yo tengo es que, básicamente, la carne bovina es la única que no tiene una fluctuación de precio dentro del mercado del consumidor. El pollo, por ejemplo, baja de costo, baja el precio de entrega de los avicultores a los frialeros y el pollo baja de precio para el consumidor final. Pero la carne bovina en realidad no tiene esa fluctuación porque resulta que los ganaderos , en los meses de mayor seca, a partir de mayo, junio, julio, agosto y septiembre, el valor, en promedio, que se pagaba por kilo vivo de animal era de Bs 10 bolivianos. Sin embargo, el precio al consumidor no bajó.
Entonces quiere decir que ahí hay una intermediación dura que verdaderamente está lucrando por demás, porque al final de cuentas nosotros como productores de ganado nos sentiríamos muy complacidos de que cuando nos paguen por debajo de los costos de producción, es menor pago también tenga un impacto en el bolsillo de la ama de casa al comprar un kilo de carne más barata.
PERFIL
técnico de gran experiencia
Javier Humberto Landívar, es médico veterinario zootecnista. Trabajó como jefe del programa de mejoramiento genético en Asocebú. Fue director y gerente general de Asocebú y Fegasacruz, respectivamente. En la actualidad es director de Fegasacruz.
Fuente: El Deber