Existen dificultades para trasladar alimentos de zonas productivas a centros de abasto y de consumo, con el pasar de los días nuevos sectores han sacado a relucir sus dificultades frente a esta situación
Las filas no cesaron en todo lo que va del mes de marzo
Bolivia cierra una semana en la que el gobierno de Luis Arce Catacora reconoció por primera vez que no puede hacer frente a la demanda de combustibles, atribuyendo esta situación a la falta de dólares para la importación, cuyas consecuencias ya se empiezan a sentir en los bolsillos de la población y en las operaciones de diferentes sectores que han sacado a relucir los problemas que atraviesan debido a este escenario.
Las alarmas saltaron el lunes, cuando el ministro de Hidrocarburos, Alejandro Gallardo, y el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, cambiaron el matiz del discurso estatal en torno al abastecimiento, cuyas falencias ya venían siendo advertidas por sectores como el transporte urbano y el pesado, así como también el agro cruceño que ya empezó la cosecha de granos estratégicos.
Una vez que se reconoció el contexto que atraviesa el país, las filas no cesaron y la situación trajo consigo un escenario de intranquilidad que fue puesto en manifiesto por parte de diferentes sectores del aparato productivo nacional, quienes empezaron a advertir dificultades para trasladar su producción a industrias o centros de consumo, como es el caso de los productores de los Valles cruceños.
En un recorrido realizado por UNITEL en centros de abastecimiento de Santa Cruz, los comerciantes reflejaron la menor llegada de alimentos para la venta, así como también el encarecimiento de otros productos, tema que igual se advirtió en mercados de occidente, donde se registra la subida de precio en productos como la carne de pollo, el aceite o el arroz.
A esto se suma una disminución en el servicio del transporte público, menos frecuencias en las terminales de buses, personas que no pudieron llegar a tiempo a sus fuentes de empleo, estudiantes que no llegaron a clases, disminución de los servicios de gobiernos municipales y la caída en las ventas de negocios que viven del día a día, de acuerdo a los reportes recogidos a lo largo de la semana.
Desde el Comité multisectorial, instancia que aglutina a diferentes sectores, señalaron que las 10 medidas anunciadas por el presidente Luis Arce para contrarrestar el escenario de desabastecimiento, “lejos de ser solución para una economía en crisis por la falta de dólares y carburantes, el único resultado que generarán es profundizar la crisis económica para las familias bolivianas”.
“El Gobierno mintió a la población boliviana, porque la escasez de combustible nunca fue consecuencia de sobredemanda ni de bloqueos, es un problema de iliquidez, por ende, por falta de capacidad de pago (…) El modelo económico del país debe cambiar, pues está demostrado que el actual modelo impuesto es un rotundo fracaso”, fue la demanda central del Comité Multisectorial.
A los reclamos Comité Multisectorial -que aglutina a gremiales, agropecuarios, transportistas, cívicos, industriales y cuentapropistas- se sumó el transporte de pasajeros, el sector minero, la industria gastronómica y otros sectores del agro de regiones como Yapacaní y San Julián, considerados bastiones del masismo en Santa Cruz.
Hasta la fecha, no hay una solución a la falta de dólares, salvo el pedido del Gobierno para aprobar más de $us 1.600 millones trabados en el Legislativo por concepto de créditos; sin embargo, el presidente de YPFB anunció la llegada de tres buques con 90 millones de litros de combustible (70 millones de gasolina y 20 millones de diésel).
Pese a este anuncio, para la nueva semana hay sectores que dieron plazo al Gobierno para dar solución a este tema, como es el caso de las cooperativas mineras que fijaron 72 horas (que corren a partir de este lunes) para dar una solución a este tema. Además, cívicos enfilan una Asamblea de la Cruceñidad para los próximos días y sectores como el ganadero también se reunirán de emergencia.