La agencia estadounidense realizó un operativo conjunto con autoridades de otras naciones para evitar que la droga llegara a su destino en Europa
Las autoridades de Portugal, en colaboración con la DEA, lograron interceptar un submarino con más de 6.5 toneladas de cocaína. (Facebook: Polícia Judiciária)
Fuente: infobae.com
Un operativo conjunto con importante participación de la Drug Enforcement Administration (DEA) de Estados Unidos permitió la intercepción de un semisumergible cargado con 6.600 kilogramos de cocaína en el océano Atlántico. La embarcación fue localizada a unos 926 kilómetros al sur del archipiélago portugués de Azores, según confirmaron autoridades de Portugal, España y Estados Unidos. El hallazgo, divulgado por la Policía Judiciaria portuguesa, se enmarca en la denominada Operación Nautilus, resultado de una acción coordinada entre agencias de inteligencia marítima y cuerpos militares de varios países.
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El operativo se desarrolló en aguas internacionales y culminó con la detención de cinco personas. Los ocupantes del semisumergible pertenecían, según la policía portuguesa, a una organización criminal transnacional que había partido desde Brasil con destino a la Península Ibérica, donde la droga sería transferida a lanchas rápidas para su introducción a Europa. La embarcación fue incautada junto a la droga y escoltada hasta la isla de San Miguel, en las Azores, donde continuarán las investigaciones.
La DEA participó en el operativo junto a la Guardia Civil española, la National Crime Agency del Reino Unido y la Policía Judiciaria de Portugal. Además, intervinieron la Marina y la Fuerza Aérea portuguesas, según un comunicado oficial citado por CBS News. La acción se originó a partir de información compartida por la Guardia Civil en el Centro de Análisis y Operaciones Marítimas – Narcóticos (MAOC-N), con sede en Lisboa, lo que permitió localizar y abordar el “narcosubmarino” antes de que alcanzara las costas europeas.
El papel de la DEA en el operativo internacional
Se trató de un operativo internacional que culminó con la captura de cinco personas. (Polícia Judiciária)
La intervención de la DEA fue clave para coordinar la vigilancia transatlántica que terminó con la incautación. Según información difundida por ABC News, las autoridades estadounidenses trabajaron desde el inicio con el objetivo de interceptar una de las rutas más activas del tráfico de cocaína desde Sudamérica hacia Europa, donde Portugal se ha consolidado como punto de entrada. La agencia estadounidense ya ha enfrentado en el pasado el uso de narcosubmarinos en aguas del Pacífico, pero esta operación representó un nuevo despliegue en el Atlántico central, con un alcance logístico y estratégico distinto.
La utilización de semisumergibles para el transporte de drogas ha sido documentada principalmente frente a las costas de Colombia, pero en los últimos años ha proliferado en otras regiones, incluyendo el Caribe y el Atlántico oriental. CBS News destaca que estos vehículos no son capaces de sumergirse completamente como un submarino, pero su perfil bajo los hace difíciles de detectar por radar y vigilancia aérea. Además, pueden ser rápidamente hundidos por sus tripulantes si son sorprendidos, dificultando la recuperación de pruebas. Este tipo de tecnología representa un desafío creciente para las agencias antidrogas internacionales.
El semisumergible interceptado transportaba paquetes de color naranja, visibles en los vídeos difundidos por la policía portuguesa, y mostraba un diseño rudimentario, aunque efectivo. La droga había sido cargada presumiblemente en altamar, frente a las costas brasileñas, antes de iniciar la travesía transatlántica. Según las autoridades, el plan de la organización era realizar la entrega en un punto de encuentro cercano a la costa europea, donde embarcaciones de alta velocidad completarían el traslado. Esta estrategia muestra una sofisticación creciente en las operaciones de tráfico de drogas a gran escala.
Portugal como punto de entrada y vigilancia internacional
El cargamento del semisumergible representa cerca de una cuarta parte de la droga decomisada en la zona en lo que va de 2025. (Polícia Judiciária)
Portugal ha registrado un incremento sostenido en las incautaciones de cocaína marítima en los últimos años. Según cifras oficiales citadas por CBS News, en lo que va de 2025 se han decomisado más de 23 toneladas de la droga, de las cuales el cargamento del semisumergible representa cerca de una cuarta parte. Esta incautación es una de las mayores jamás realizadas en mar abierto por las autoridades portuguesas. La ubicación estratégica del país lo convierte en uno de los primeros destinos de la droga proveniente de Latinoamérica, desde donde se distribuye posteriormente por Europa.
El Centro MAOC-N, que permitió el desarrollo de esta operación, opera desde Lisboa y agrupa a varias agencias europeas y estadounidenses para el análisis de rutas marítimas vinculadas al narcotráfico. La información aportada por la Guardia Civil española fue esencial para detectar la actividad del semisumergible. Según explicó ABC News, esta red de inteligencia ha sido fundamental para anticipar movimientos de grupos criminales, que recurren cada vez más a rutas oceánicas y tecnologías diseñadas para eludir los sistemas de vigilancia tradicionales.