Un nuevo criterio de calificación muestra que el 17,6% de los crímenes estuvo vinculado al narcotráfico, ya sea por una pelea entre grupo de traficantes o por no haber pagado una deuda de consumo
El personal de homicidios y de la Policía uruguaya en el barrio Maracaná de Montevideo (Captura Subrayado/Canal 10)
Fuente: infobae.com
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Hay crímenes que ocurren en Uruguay que dejan una duda para siempre. Son esos homicidios en los que se desconoce cuál es la motivación que tuvo el asesino para matar a una persona y la posible relación que tenían. Lo único que se sabe era que tenía la intención de acabar con la vida de esa víctima. Este tipo de crímenes tiene un nombre, según el Ministerio del Interior del país: “Ejecución sumaria”.
Ocurre, por ejemplo, cuando un homicida sabía dónde estaba su víctima y se dirige, encapuchado o en una moto, a matarla. O cuando los agresores van a matar a una persona a su propia casa y, al llegar, preguntan por su objetivo.
El Ministerio del Interior de Uruguay estableció nuevas categorías de homicidios a partir de un trabajo del sociólogo Emiliano Rojido. Y, en los datos de 2024, por primera vez se adoptó una categorización diferente. Los crímenes por “ejecución sumaria” son la principal categoría de homicidios de Uruguay, según el informe consignado por El País.
Un hombre de 76 años mató a sus dos socios en una fábrica de ladrillos de Empalme Olmos (Uruguay) (Crédito: captura Telemundo)
La segunda categoría que nuclea más casos son los conflictos interpersonales entre conocidos, que conforman el 12,4%. La tercera categoría está conformada por aquellos crímenes cuyo motivo no se pudo determinar (11,9% del total).
Los homicidios vinculados al narcotráfico, en tanto, se ubican en el tercer y cuarto puesto. Los que son cometidos entre traficantes de bandas (9,2%) y los perpetrados entre personas vinculadas al tráfico (8,4%), como los consumidores, detalla el informe.
El 6,9% de los homicidios en el año ocurrieron por rapiña, hurto o copamiento y el 6,3% se dio por un “conflicto familiar”. Un 4% de los asesinatos fueron por un homicidio de pareja o de ex pareja. Hubo 14 homicidios en cárceles (cerca de un 4%) y un 3% se dio por conflictos entre desconocidos.
En 2024 hubo 379 homicidios, en comparación a los 381 del año anterior (Crédito: @LeoPedrouza)
En 2024 hubo 379 homicidios, en comparación a los 381 del año anterior, de acuerdo a las cifras oficiales del Ministerio del Interior. La mayoría se concentró en Montevideo. De hecho, la cantidad de crímenes en la capital aumentó entre un año y el otro 11,1% (al pasar de 208 a 231). En el interior del país, en tanto, hubo una reducción de 14,5% (fueron 173 en 2023 y 148 en 2024).
Otro de los detalles de los homicidios que surge del informe es la hora en la que ocurren. El 42% de los homicidios se da entre las 22 y las 05:59; un 37%, entre las 14 y las 21:59%; y un 21%, entre las 6 y las 13:59.
La gran mayoría de los homicidios ocurren en la vía pública o en otros espacios abiertos (60,4%), al tiempo que en una residencia se da el 31,9%. El resto de los lugares tiene porcentajes menores: 4,1% ocurren en las cárceles, un 2,1% en un local comercial y un 0,3% en bares o clubes nocturnos.
Una nueva categoría de los homicidios en Uruguay
La mayoría de las víctimas (88%) son hombres y un 12% son mujeres.
Las nuevas categorías de crímenes en Uruguay surgieron a partir de un trabajo académico de Rojido que era crítico de la calificación del Observatorio Nacional de la Violencia y la Criminalidad que existía en el Ministerio del Interior. De acuerdo el criminólogo, utilizaba “categorías vagas, infrecuentes y no excluyentes entre sí”.
Cuestionó también que se apelaba a una “calificación abreviada” que se utilizaba para la divulgación pública. “Dicha calificación supone categorías demasiado amplias, y asigna casos originalmente ‘sin motivo conocido’ al tipo de ‘Conflicto entre grupos criminales / Tráfico de drogas / Ajustes de cuentas’, que parece destinado a monitorear la presencia del crimen organizado, dice una parte del trabajo académico, publicado en enero de 2024.
Ese diagnóstico motivó a un equipo de académicos a diseñar una nueva propuesta para calificar a los homicidios en el país.