Las frases clave con las que Donald Trump ha definido su postura sobre los aranceles a México y Canadá

 

Fuente: infobae.com

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, utilizó los aranceles como una herramienta de presión en materia de migración y comercio con México, argumentando que el país vecino no hacía lo suficiente para detener el flujo de migrantes hacia EEUU. Desde el inicio de su mandato, Trump ha emitido diversas declaraciones justificando su política comercial y migratoria, destacando frases que marcaron su discurso en relación con México.

Ahora, en su regreso a la Casa Blanca, Trump ha retomado su estrategia arancelaria, esta vez enfocándola en la lucha contra el tráfico de fentanilo y en la reducción del déficit comercial, con medidas que han generado incertidumbre en los mercados y en los sectores productivos de Estados Unidos y sus principales socios.

Esta es la segunda vez que el president Trump suspende por un mes la entrada en vigor del cobro de aranceles desde que los anunció por primera vez a comienzos de febrero. Ahora, se espera que los gobiernos de los tres países del T-MEC lleguen a un acuerdo antes de abril, fecha en la que vencera este nuevo aplazamiento.

• “Cualquier arancel que nos impongan otros países, nosotros se lo impondremos a ellos”

Trump reafirmó su política de aranceles recíprocos, asegurando que Estados Unidos responderá con tarifas equivalentes a cualquier país que imponga impuestos a sus productos. Argumentó que México, Canadá, China, la Unión Europea, Brasil e India han cobrado aranceles más altos a EEUU durante años y que su administración tomará medidas para equilibrar la balanza comercial.

• “Los aranceles son fáciles, rápidos, eficientes y traen justicia”

Trump defendió su política arancelaria como una herramienta efectiva para proteger la economía de Estados Unidos. Sostuvo que las tarifas comerciales ayudarían a reducir el déficit comercial, fortalecer la producción nacional y obligar a otros países a negociar acuerdos más favorables para EEUU.

• “Los cárteles están librando una guerra en Estados Unidos, y es hora de que Estados Unidos libre una guerra contra los cárteles, cosa que estamos haciendo”

En su mensaje, Trump afirmó que su gobierno está tomando medidas agresivas contra los cárteles del narcotráfico. Justificó los aranceles del 25 % a México y Canadá, así como el 20 % a China, como parte de una estrategia más amplia para frenar el tráfico de fentanilo. Además, resaltó que México ha extraditado a 29 líderes del narcotráfico en respuesta a sus presiones

• “Por ahora, tenemos algunos aranceles temporales y pequeños, relativamente pequeños, aunque es mucho dinero en relación con México y Canadá”

Con esta frase, Trump reconoció que, aunque había dado una prórroga de un mes, algunos aranceles temporales ya estaban vigentes. Insistió en que estas tarifas generarían ingresos significativos para Estados Unidos y que su administración seguiría evaluando la política comercial antes de la fecha definitiva del 2 de abril.

Con esta declaración hecha esta semana, Trump dejó en claro que no habría nuevas prórrogas ni excepciones para México y Canadá, reforzando su postura sobre la aplicación de aranceles. La medida, que busca ejercer presión sobre ambos países, también forma parte de su estrategia económica y comercial. Sin embargo, sí se llegó a un acuerdo de exención arancelaria por un mes más.

En el caso de Canadá, la orden modificada excluye los aranceles sobre la potasa, un fertilizante clave para los agricultores estadounidenses. Sin embargo, no elimina por completo los impuestos a los productos energéticos, ya que estos están sujetos a un gravamen separado del 10%. Un funcionario de la Casa Blanca explicó que esto se debe a que no todos los productos energéticos importados desde Canadá están cubiertos por el USMCA, el acuerdo comercial negociado por Trump durante su primer mandato.

Trump justificó la imposición de estos aranceles al declarar una emergencia nacional por las muertes relacionadas con sobredosis de fentanilo, argumentando que el opioide y sus precursores químicos llegan a Estados Unidos desde China a través de México y Canadá. Además, impuso un arancel del 20% a todas las importaciones chinas en respuesta a esta crisis.

• “Hice esto como un gesto de respeto hacia la presidenta Sheinbaum”

Trump explicó que la decisión de postergar por un mes los aranceles a México se debió a los esfuerzos de la presidenta Claudia Sheinbaum en la lucha contra el narcotráfico. Reconoció avances en la cooperación bilateral en materia de seguridad y migración, aunque dejó claro que los aranceles entrarían en vigor el 2 de abril.

• “Nuestra relación ha sido muy buena, y estamos trabajando duro, juntos, en la frontera”

El presidente estadounidense destacó la cooperación con el gobierno de México, en particular en el control de la migración y el combate al tráfico de fentanilo. A pesar de ello, reafirmó que su administración seguiría con su política de presión económica a través de los aranceles.

La exención, que expirará en abril, podría dar paso a un régimen global de aranceles recíprocos sobre todos los socios comerciales de Estados Unidos, según lo ha advertido Trump. La decisión se produce un día después de que el presidente excluyera los bienes del sector automotriz de los aranceles del 25% aplicados desde el martes a las importaciones mexicanas y canadienses, una medida que los economistas consideran un riesgo para el crecimiento económico y la inflación en los tres países.

• “Tengan paciencia conmigo”

Trump pidió paciencia a los agricultores estadounidenses, quienes han sido afectados por las represalias comerciales de México, Canadá y China en respuesta a los aranceles impuestos por su gobierno. Explicó que en su primer mandato, cuando negoció un acuerdo comercial con China, también hubo un período de ajuste para el sector agrícola, pero que finalmente trajo beneficios. Ahora, aseguró que los nuevos aranceles tendrían un impacto positivo a largo plazo, aunque en el corto plazo los agricultores sufrirían pérdidas en exportaciones de soya, maíz y carne.

Durante su primer mandato, Donald Trump utilizó los aranceles como una de sus principales herramientas de presión en materia comercial. En 2018, impuso gravámenes del 25% al acero y del 10% al aluminio provenientes de México y Canadá, lo que generó represalias inmediatas de ambos países. En 2019, amenazó con aplicar un arancel progresivo a todas las importaciones mexicanas si el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no endurecía sus políticas migratorias, lo que llevó a negociaciones de última hora para evitar la medida.

Una de sus afirmaciones más repetidas fue: “México no hace nada por nosotros en la frontera”, con la que insistía en que el gobierno mexicano no estaba actuando de manera efectiva para detener la migración irregular. Bajo esta premisa, amenazó con imponer sanciones económicas, incluyendo aranceles progresivos a las importaciones mexicanas.

Trump reiteró en múltiples ocasiones, desde 2018, que México no estaba colaborando en el control migratorio y utilizó esta frase como una justificación para amenazar con medidas económicas. Según el presidente, el gobierno mexicano permitía el paso de migrantes centroamericanos sin restricciones, lo que resultaba en un aumento del número de personas que intentaban cruzar la frontera con EEUU.

El gobierno de Andrés Manuel López Obrador respondió con un enfoque diplomático y desplegó la Guardia Nacional en el sur del país para contener los flujos migratorios. A pesar de estas acciones, Trump continuó insistiendo en que México debía hacer más, vinculando el tema migratorio con la imposición de aranceles.

El 30 de mayo de 2019, Trump anunció la imposición de un arancel inicial del 5% a todas las importaciones mexicanas, con la posibilidad de incrementarlo hasta el 25% si México no tomaba medidas para reducir la migración ilegal. La noticia generó preocupación en el sector empresarial de ambos países, ya que México es el principal socio comercial de Estados Unidos y un arancel de esta magnitud podría afectar gravemente el comercio bilateral.

El gobierno de México envió una delegación a Washington para negociar con la administración de Trump y evitar la implementación de los aranceles. Finalmente, tras intensas negociaciones, México aceptó reforzar sus controles migratorios, lo que llevó a Trump a suspender la medida antes de que entrara en vigor.

Además del tema migratorio, Trump argumentó que México se había beneficiado desproporcionadamente del comercio con EEUU. Durante su campaña presidencial y su mandato, criticó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), afirmando que era un acuerdo injusto para los trabajadores estadounidenses.

En respuesta, durante su primer mandato impulsó la renegociación del TLCAN, lo que resultó en la firma del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en 2020. Trump presentó este nuevo acuerdo como una victoria para el país norteamericano, asegurando que corregía los desequilibrios comerciales que, según él, favorecían a México.

Una de las frases más emblemáticas de la campaña de Trump en 2016 fue su promesa de que México financiaría la construcción del muro fronterizo. Aunque el gobierno mexicano rechazó esta posibilidad, Trump utilizó la amenaza de aranceles y otras presiones económicas para forzar a México a tomar medidas en materia de seguridad fronteriza.

Si bien el muro no fue financiado directamente por México, la administración de López Obrador implementó políticas que ayudaron a reducir la migración irregular, lo que Trump presentó como una prueba de que su estrategia de presión había sido efectiva. Vincular los aranceles con la migración marcó un precedente en la forma en que las administraciones estadounidenses pueden negociar con sus socios comerciales en el futuro.