Las vidas de Sing Sing: Volviendo a ser humanos


 

¿Qué tienen las películas carcelarias, esas que suceden en los herméticos espacios de, una prisión, para emocionarnos tanto? Desde “Fuga de Alcatraz” (Don Siegel 1979), “Papillón” (Franklin F. Schaffner 1973), o el “Expreso de Medianoche” (Alan Parker, 1978), hasta la sublime “Cadena Perpetua” (Frank Darabont 1994), este tipo de historias nos “atrapan” de principio a fin.



A pesar de lo magnética que es “Las vidas de Sing Sing”, la nueva película del director Greg Kwedar, tiene diferencias significativas con otras cintas del mismo género. Destaco dos diferencias relevantes: La primera tiene que ver con el tono de la cinta: No se trata de la claustrofobia que viven los reclusos, sino de la esperanza y el verdadero camino a la rehabilitación. A pesar de nombrar las falencias comunes del sistema, esta historia se centra en la posibilidad de la redención. La segunda, pero no menos importante, es que la mayoría de los actores que intervienen en ella en la vida real son, primero, reclusos y luego actores.

Estos actores/convictos forman parte de RTA, Rehabilitation Through the Arts (Rehabilitación a Través del Arte) un programa vigente en el sistema penitenciario de Nueva York que busca la rehabilitación y reinserción de los convictos en la sociedad a través de su participación en actividades artísticas, concretamente el teatro.

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Kwedar define y resume así su película: “La libertad puede parecer muy sencilla, pero también es algo infinitamente complejo. Esos hombres tienen el deseo de una libertad real fuera de esas paredes que los retienen, pero no pueden salir, así que es la imaginación la que les proporciona libertad en sus mentes”.

Lo de Colman Domingo es soberbio. El actor da vida a John “G Divine” Whitfield mostrando toda la versatilidad histriónica que ya le hubiese conseguido su primera nominación para un Óscar un año atrás (“Rustin” 2023), construyendo un personaje repleto de matices sobre el cual descansa el peso dramático de la cinta. Contribuyen en esta tarea el debutante Clarence “Divine Eye” Maclin, interpretándose a sí mismo y mostrando un oficio y talento que hacen parecer que está en el oficio de la actuación hace mucho. Complementa muy bien este reparto otro nominado al Óscar, el actor Paul Raci, que interpreta al director de la obra teatral Brent Biull.

“Las vidas de Sing Sing” estuvo nominada a 3 premios Oscar en la pasada ceremonia de inicios de marzo: Mejor Actor (Colman Domingo),  Mejor Canción Original (Like a Bird) y Mejor Guion Adaptado (Greg Kwedar/Clint Bentley). No se llevó ningún premio, pero estoy de seguro que la estela de esta película perdurará en el tiempo, mucho más allá de otras cintas nominadas.

Roberto Marcelo Vera

 


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