Los directivos informaron que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) entregará términos de referencia ajustados hasta agosto de este año.
Fuente: https://www.opinion.com.bo
Los ríos Titiriy y Serqueta alimentan a Misicuni, y estos días se exponen caudalosos llevando sus aguas hasta la represa Misicuni, ocupando más de cinco kilómetros desde la presa y generando un rebalse por el vertedero de excedencias.
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Según los directivos, hay agua suficiente para dos años, aunque no lloviera. En tanto, apuntan a los avances para la Fase III, que hace referencia a la captación de aguas de Vizcachas y Putucuni.
El Proyecto Misicuni consiste en el aprovechamiento hídrico de las cuencas Misicuni, Vizcachas y Putucuni. En la actualidad, se embalsa agua solo de la primera. Hay tres componentes: agua potable, riego y generación de energía eléctrica.
EL REBALSE
El rebalse se registra desde el sábado. El agua cae por el vertedero y se conduce rumbo al Amazonas.
La encargada de Presa y Embalse, Wendy Sánchez, informó que la presa está completamente llena, al 100% de su capacidad.
El rebalse observado este miércoles se registró luego de dos años.
Detalló que el área del embalse inundado es de 5.4 kilómetros, visible desde el ingreso del río Titiri hasta la presa.
La capacidad de embalse es de 175 millones de metros cúbicos, el volumen útil es de 143 millones de metros cúbicos y el volumen muerto, 32 millones. El aporte medio mensual de agua es de 2.82 metros cúbicos por segundo.
En 2022, se embalsaron 56 millones de metros cúbicos. En 2024, mejoró la condición y llegó a 81.
Explicó que las lluvias de enero y marzo fueron mayores que las de febrero. “Debido al cambio climático, las lluvias son más fuertes, y las sequías son más drásticas”.
El nivel máximo de operaciones es de 175 millones de metros cúbicos, hay 2 millones restantes que, en la actualidad, se desfogan a través del vertedero.
El gerente general de la Empresa Misicuni, Ramiro Ríos, informó que el embalse actual garantiza agua para 2025 y 2026.
“En el peor de los escenarios, tenemos agua para dos gestiones”.
Recordó que 2016 y 2022 fueron años secos, y que entonces hubo alrededor de 50 millones de metros cúbicos.
Los técnicos recordaron que cada vez se aumenta más la dotación de agua. Las aducciones llevan agua para el servicio potable a distintos municipios del eje Metropolitano del departamento; sin embargo, el agua no llega a todos los barrios por la falta de conexiones domiciliarias. Además, existe demanda de la población en zonas como La Maica, La Tamborada, Itocta y otras.
En el caso de riego, la dotación es de más de 2.800 litros por segundo.
FASE III
La Fase I del Proyecto Múltiple Misicuni corresponde a la construcción del túnel principal de trasvase, situado a la mitad del embalse; se construyó de 1997 a 2005. La Fase II contempló la presa y obras anexas; inició en 2009 y concluyó en 2016, aunque el vertedero se terminó en 2020.
Con el objetivo de garantizar la seguridad hídrica para Cochabamba, dijo Sánchez, la Empresa Misicuni da énfasis a la ejecución ahora de la Fase III: Vizcachas – Putucuni.
La presa tiene una altura de 120 metros, y ya considera la captación de aguas de Vizcachas y Putucuni.
Impulsan la posibilidad de tener el proyecto emplazado en 2032.
El Gerente General de la Empresa Misicuni explicó que el proyecto ya cuenta con un estudio de 1987.
“La parte técnica no es necesario rehacerla, porque es un estudio muy bien hecho. Pero, sí, lo que falta es la parte ambiental y el tema de compensación, y actualizar los precios de la metodología de trabajo”.
El tema se canaliza a través del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Dijo que esta instancia entregará términos de referencia ajustados hasta agosto de este año.
“Aún nos falta concretar su financiamiento para ajustar todo este estudio, lo que va a costar alrededor de 7 millones de bolivianos”.
Acotó que esto concluiría dentro de uno a dos años, cuando se conocerá el monto oficial de recursos necesarios y la forma de inversión.
Reconoció que estos aspectos están relacionados también con el acercamiento con las comunidades del sector.
Ríos sostuvo que los tiempos dependerán del financiamiento. Describió que la ejecución de la obra demandaría, “a lo mucho”, cinco años, más un año del estudio, significan seis años.
Respecto a la compensación en favor de los comunarios de las zonas aledañas a Vizcachas y Putucuni, explicó que se repondrán cultivos, viviendas, obras y otros, si es que fueran afectados.
Todavía no ingresaron a la zona. Sin embargo, realizan monitoreo de las precipitaciones a través del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi).
“Misicuni ha puesto una estación meteorológica ya para saber los datos exactos de cuánto llueve en ese lado”.
El presidente de la Empresa Misicuni, Zenón Miranda, informó que el proyecto costará casi 170 millones de dólares, aunque el monto oficial se conocerá luego del estudio.
Agregó que se requiere licencia ambiental, como parte de la actualización, conforme a la Ley 1333. Esta normativa aún no estaba vigente durante la ejecución de la primera fase.
“Los financiadores también ven el tema social, para que no haya conflictos con las comunidades, principalmente”, añadió.