La maniobra se produjo en la antesala de la visita del jefe del Pentágono, Pete Hegseth, a la isla, con el objetivo de reforzar su alianza militar.
Fuente: Infobae
Imágenes satelitales expusieron esta semana una nueva incursión de aviones bombarderos chinos en el mar Meridional, en un intento más de intimidación por parte del Ejército de Xi Jinping en el marco de su disputa con Filipinas.
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El material provisto por Maxar Technologies data de este lunes y muestra dos aviones al este del Scarborough Shoal – que China llama “Huangyan Dao”-, uno de los principales focos de tensión ente los países dado que Beijing lo ocupó en 2012 pero Manila lo reclama como propio, en base a un fallo internacional de 2016 y a que se ubica dentro de las 200 millas náuticas de su Zona Económica Exclusiva.
La firma precisó también que las naves asignadas para estos vuelos fueron bombarderos H-6 -con capacidad para transportar misiles de crucero antibuque, de ataque terrestre o con puntas nucleares– y que, si bien no se sabe a qué altura se desplazaron, se pudo confirmar que lo hacían a gran velocidad.
El Ministerio de Defensa chino no hizo comentarios al respecto pero muchos analistas aseguraron que se trató de un mensaje dirigido a Estados Unidos, aliado de Filipinas, en la antesala de la visita del jefe del Pentágono a la isla.
Xi Jinping envió “una señal de que China tiene un ejército sofisticado”, comenzó evaluando Peter Layton, del Instituto Griffith Asia de Australia, antes de sumar que “el segundo mensaje podría ser que ustedes (Estados Unidos) tienen el potencial para un ataque de largo alcance y nosotros también y en mayor número”.
“La paz a través de la fuerza es algo muy real, la disuasión es necesaria en todo el mundo pero específicamente en esta región”, sostuvo.
Es por ello que la Administración de Donald Trump tiene “un gran interés” en expandir su cooperación militar “donde sea beneficioso mutuamente”, conseguir una “mayor interoperabilidad” y aplicar el Tratado de Defensa Mutua de 1951.
En los últimos años, Xi Jinping incrementó la presencia de sus buques y aviones de guerra en el mar de China Meridional, en un intento por ratificar sus reclamos por el control de la zona.
Su guardia costera ha enfrentado en reiteradas ocasiones a pescadores filipinos cerca de la desembocadura del atolón Scarborough, con el objetivo de bloquear su paso y sus operaciones. Asimismo, los vuelos de los H-6 son cada vez más recurrentes e, inclusive, se mejoraron las pistas de aterrizaje en las disputadas islas Paracel, para favorecer sus maniobras.
El pasado 18 de febrero, el Gobierno de Manila denunció que la Guardia Costera china había acosado a una de sus naves de patrulla de la Oficina de Pesca y Recursos Acuáticos, en un enfrentamiento que se extendió durante 30 minutos.
“Son muy peligrosos y ponen en riesgo la vida de nuestra tripulación (…) Están violando las normas de seguridad”, advirtió entonces Manila tras denunciar lo ocurrido.
(Con información de Reuters)