Suenan las alarmas. Desde el malhadado encuentro Trump Zelensky en el Salón Opal, pensado para el lucimiento del Jefe de la Casa Blanca por tanto con lo más granado de su Administración y una pléyade de periodistas de los más grandes medios, y la fuerte reprimenda que recibió el Presidente de Ucrania a dúo de Trump y Vance (su Vice) todo está revuelto. Las escenas resultaron impactantes por la firmeza del ucraniano en rechazar la firma en un acuerdo para ceder 50% de su producción de «tierras raras» hoy más valiosas que la plata y el oro, por su valor estratégico en la industria informática de amplísima gama.
Reuniones que no han parado. La EU superactiva y su Comisionada Von der Leyen ha convocado para dentro de unas horas a reunión urgente en Bruselas para considerar algunas ideas de innegable urgencia que ella subtituló «Rearme de Europa» proponiendo aprobar un presupuesto de nada menos 150 mil millones de Euros destinados al rubro defensa. El primer borrador será considerado por ministros de Economía, luego por los Cancilleres y finalmente el pleno de los 27 jefes de Estado que conforman la Unión.
Por cierto, la situación es desconcertante. La escena planeada por Trump estaba destinada a su lucimiento, se proponía exhibir ante el mundo, «la victoria en la guerra Rusia – Ucrania» y el tiro le salió por la culata. Zelensky dijo NO. Esto irritó al «republicano que reaccionó sin control», digo ya como cronista, obra divina como creyente, la diabólica perversidad que terminaría dando la victoria a Rusia y decretando la rendición de Ucrania, quedó al descubierto y el mundo entero, terminó por enterarse de la traición de Trump que no de los EEUU, en contra de Europa que ha estado apoyando a Ucrania contra Rusia el agresor. Resulta para muchos una sorpresa la reacción en cadena del Reino Unido, de Francia, de la UE fortaleciendo la postura de Ucrania. Ver las grandes cadenas como BBC de Londres, la CNN, diarios como los de Suecia inclinados a reforzar la postura de incorporar a Ucrania en los convenios que se cocinan entre Trump y Putin, ahí están los testimonios de Keiv Starmer y Australia, Canadá los países bálticos, y el menor de la UE Hungría con su presidente V. Orban «hombres fuertes hacen la Paz, hombres débiles hacen la guerra» destacando el coraje del guerrero Zelensky ante el mundo.
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Lo asombroso, al mismo tiempo que estremecedor, la actitud de la Unión en defensa de Ucrania y los ojos puestos en Bruselas escenario de las grandes decisiones, al mismo tiempo que Trump habría ordenado el «fin de toda ayuda a Ucrania». ¿Qué irá a pasar? Nuestras oraciones se unen a las de Francisco que, desde su lecho en la clínica romana, y en medio de los intensos dolores de su organismo, clama a Dios por la Paz y la terminación del padecimiento de millones de ucranianos que han perdido sus casas, muchos a sus seres queridos y que sufren los efectos de un invierno que se deja sentir en toda Europa. ¡Oh! Dios Nuestro, piedad para la humanidad. ¡Luz para sus conductores, Fe para el pueblo cristiano!