Tiktokers e influencers pasan de moda


Por Roberto Méndez, Periodista

Ella es una mujer bella: Ojos de miel, piel bronce, senos pronunciados, cuerpo aguitarrado con músculos abdominales bien definidos que demuestran su dedicación al fitness.



Se identifica como Aitana López de 25 años; usa siempre pelo de color rosa y se la ve siempre sonriente y feliz, paseando en aeropuertos, mercados, calles, medios de transporte o entrenando en gimnasios y hasta realizando actos de caridad ; enamorando a todos los que tienen la experiencia de posar sus ojos sobre ella, en las redes.

Pero cuando sus 300 mil seguidores en Instagram, 10 mil en X (anteriormente Twitter) y 6 mil adicionales en TikTok, han querido conocerla, la respuesta ha sido simple y fría: Creada por Inteligencia Artificial.

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

Este personaje es una creación de una agencia de comunicación innovadora de Barcelona, España, dirigida por Rubén Cruz, llamada “El Despistado”. según Wikipedia, que marca el comienzo de un nuevo capítulo para los influencers digitales.

A pesar de ser un personaje ficticio, las marcas están dispuestas a invertir hasta 1000 dólares por cada una de sus publicaciones.

Se trata de una respuesta ingeniosa a los obstáculos que presentan las asociaciones con personas influyentes, Aitana encarna una figura digital que no solo es coherente y cautivadora, sino que también es eficaz a la hora de fomentar la interacción con la marca sin las complicaciones asociadas con las personas influyentes humanas.

“No se cansa, no se fatiga, ni nos origina ningún conflicto cultural”*, dice Rubén Cruz, en una entrevista concedida a BBC Mundo, al explicar que esa modelo, sin existir, genera alrededor de 20 mil dólares mensuales.

El portal periodístico acompañó a la agencia a una grabación y observó que ésta, usa personajes reales en locaciones donde quieren que aparezca la modelo, para afinar la luz, los encuadres y planos, para que luego no se les dificulte superponer la imagen de la modelo como la versión que en las redes promocionará productos para el cabello, cosméticos para la piel o alimentos nutritivos.

Pero también se la ve en bikini con prendas de “Victoria*s Secret” o con ropa deportiva de conocidas marcas, destacando según la publicación, la realidad fantástica de mostrar hasta las venas que bifurcan su piel.

Ella no es la única, hay varios avatares. Su competidor masculino es Lil Miquela, que se describe en Instagram como una “robot de 19 años que vive en Los Ángeles”, EE.UU y tiene más de 2,6 millones de seguidores.

Pero hay problemas éticos. El gigante tecnológico Meta anunció en febrero del 2025, que en los próximos meses empezará» a etiquetar imágenes generadas con IA en sus redes Facebook, Instagram y Threads.

Por su parte, YouTube presentó una nueva herramienta que requiere que los creadores indiquen a los espectadores cuándo el contenido realista “que un espectador podría confundir fácilmente con una persona, lugar, escena o evento real” ha sido en realidad creado artificialmente, porque esto ha provocado también que usen personajes conocidos para realizar millonarias estafas. según la consultoría tecnológica Gartner, que expresa igualmente una preocupación de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura( UNESCO), pues el otro componente es que estas imágenes de modelos perfectos pueden provocar efectos inesperados como depresión, suicidios o enfermedades como la anorexia, entre otras.

El tema de fondo es que todo cambia. Y siendo influencers o Tiktokers humanos no debe ser un pretexto para endiosarse o no medir el contenido de sus publicaciones, como ha ocurrido con algunos despistados que han dicho que el Caraval de Oruro “es lo peor” u otros influencers bolivianos desubicados que se han ido al Perú a bailar Caporales, sin tener en cuenta la disputa por la propiedad de ese ritmo, que existe entre Bolivia y Perú. Y no han faltado otros que han usado su fama para que los jefes de los carteles los usen para armar su red de distribución de drogas.


×