Y también Cronembold


El exalcalde de Warnes ha sido el último en «caer en desgracia» para Evo Morales

 

Y también Cronembold
La Mano del Moto

 



Fuente: El País.bo

El día que Evo Morales instruyó a todos sus cargos electos renunciar al mismo tiempo que él, el 10 de noviembre de 2019, se inició la lista. Fueron tantos que quedó en un cajón porque era inviable articular la purga, pero no se tardó en habilitar otra.

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El número 1 fue para Eva Copa, la senadora que acabó poniéndose al frente de la Asamblea para tratar de contener a Jeanine Áñez y su equipo sediento de venganza. Copa no solo no respondía el teléfono ni seguía sus mensajes dictados a través de terceros, sino que fue capaz de reconocerlo públicamente.

Había muchos otros anotados, como el exministro Carlos Romero, que el día que la Policía se sublevaba oraba agarrado de la mano con su comandante Vladimir Calderón y después se paseó varios meses con toda tranquilidad por La Paz hasta que alguien le pidió ajustar cuentas, pero que en la necesidad, fue rehabilitado.

Hubo un momento en el que todos fueron sospechosos, y de hecho, el MAS dio muestras de su fortaleza al regenerar liderazgos rápidamente y poder plantar cara primero y ganar el Gobierno después. Ahí empezó una nueva cuenta en la que muchos le asignan el número 1, desde el primer día, a Luis Arce, que se quedó en Palacio Quemado buscando hueco para nombrar gabinete en lugar de ir a recibirlo a Villazón.

El bloque choquehuanquista ya estaba anotado desde el anterior gobierno, así que no cuenta.

Después fue el turno de Eduardo del Castillo, el primero de entre los ministros en ser señalado por la guardia pretoriana de Evo Morales, la del Chapare, y precisamente por los asuntos del comer. Su cabeza fue pedida a los cuatro meses de estar en el cargo con el argumento de que no había escarmentado a la Policía ni detenido a los autores “del golpe”. En mayo 2021 encarceló a Áñez y le dio un balón de oxígeno, pero rápidamente volvió a ponerse en el punto de mira, ya hablando abiertamente de supuestos vínculos con el narcotráfico.

Después fueron cayendo uno por uno todos los ministros que alguna vez tuvieron relación con el evismo: Iván Lima, Edmundo Novillo, María Nela Prada, Álvaro Ruíz… todos, junto a alcaldes, gobernadores, concejales y dirigentes de organizaciones sociales.

También fue traidor Álvaro García Linera ya en 2022 cuando pidió que se dejara gobernar a Arce por “el bien del proceso”. Evo cayó con todo el peso, lo responsabilizó de casi todos los errores al mismo tiempo que desconocía cualquier tipo de influencia, lo cual resulta un tanto contradictorio. García Linera lo intentó arreglar, pero Morales no lo aceptó. Desde entonces García Linera dirige en las sombras una tercera vía que apuesta por una renovación de nombres desde el evismo, con Andrónico Rodríguez en el mascarón de proa.

La última barrera

El último en caer en desgracia es ni más ni menos que Mario Cronenmbold, uno de esos personajes hecho a si mismo, surgido de las sombras y los rumores que abrazó al masismo antes de que llegaran las vacas gordas, hizo de punta de lanza en Santa Cruz donde conquistó la alcaldía de Warnes, y sobre todo, se quedó en sus posiciones en 2019.

Cronenmbold fue llevado a la cárcel y estuvo en máxima seguridad nueve meses. Ninguna investigación avanzó sustancialmente – seguramente se llevó por otros derroteros – y fue liberado ni ven Luis Arce asumió el poder. Candidateó a la Gobernación de Santa Cruz sumando un digno 35%. Fue nombrado embajador en Paraguay y duró cuatro días: sus chistes de dudoso gusto en TikTok hizo que la cancillería del país hermano no aceptara sus cartas credenciales. Volvió a sus negocios sin hacer drama y se mantuvo fiel al evismo, aunque eso sí, desde la absoluta libertad que da el no deberle nada a nadie para decir lo que le viene en gana.

Es verdad que Cronembold ha sonado varias veces para hacer dupla con Andrónico Rodríguez en una lista alternativa del MAS o del FPV. Andrónico será seguramente el último nombre en la lista de traidores a poco que se desmarque, pues su nombre ya está escrito en borrador.

De momento, el turno es para Cronembold, un verso suelto que nunca necesitó al MAS.

Fuente: El País.bo


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