Acaso ser criminales y yerberos se pone de moda


Por Roberto Méndez, Periodista

¿En qué se parecen el estadounidense Robert Oppenheimer y el Alemán Wilhelm Conrad Rontgen?. Ambos son dos renombrados físicos, es la coincidencia; pero hay una gran diferencia: el primero es inventor de las dos bombas atómicas lanzadas en 1945 en Japón que provocaron la muerte de al menos 200 mil personas y el segundo es el descubridor de los “Rayos X” que tanto han ayudado en la medicina.



Y lo mismo ocurre en todos los campos, oficios y profesiones… y hasta en la música donde, mientras hay cantantes que preguntan aquí en Santa Cruz ¿dónde están los criminales de Los Lotes, La Pampa o La Villa? y a preparar “el porro”, que es el cigarillo con marihuana, en sus conciertos; mientras en cambio, otros invitan a construir proyectos de vida y reflexionar que “no puede haber maza sin cantera”.

¿Por qué el tema? Porque queremos rendir homenaje a la palabra. Porque “las palabras son como los Rayos X, que pueden pasar a través de todo y son mitad de quien la pronuncia y mitad de quien la escucha”, dice el escritor francés y padre del género literario del Ensayo, Michel de Montaigne.

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

Y porque queremos honrar a quien pronosticó “que viviremos en un mundo donde el primer lugar en la tabla de valores vigente lo ocupará el entretenimiento, y donde divertirse, para pasar el aburrimiento, se convierte en la pasión universal”. Se trata del escritor peruano Mario Vargas Llosa,”, quien este 13 de abril 2025 partió al mas allá a contar nuevas versiones de “La ciudad y los perros” y cerrando un ciclo de oro del llamado “realismo mágico”, junto con el colombiano Gabriel García Marquez, la chilena Isabel Allende, entre otros.

Es así que hoy estamos en un mundo donde todo se relativiza. ¿Por qué no pregunta por los criminales de la Banzer”, le gritaron unos jóvenes universitarios en un reciente concierto de “bienvenida al mundo académico” un cantante cruceño e “invitado “de lujo” que una y otra vez ha revelado que fue pandillero.

Ahora desarrolla el trap latino, un subgénero musical del Hip Hop originario en Puerto Rico e influenciado en el reguetón. El trap, es usado como diminutivo de trampa. Es una jerga para señalar un lugar donde se comercializa droga al menudeo y donde se practica el sexo en público y la violencia, es el común denominador.

Y la pregunta del millón es ¿por qué hacer apología del delito?, es decir el elogio público de un acto criminal. “Si los malos supieran lo buen negocio que es ser bueno, serían buenos, aunque sólo fuera por negocio”, predicaba el cantante argentino Facundo Cabral, de cuna humilde y quien cuenta que siendo niño burló la vigilancia del presidente Domingo Perón y se subió al estribo de su auto descapotable y le dijo que quería decirle algo. Su esposa Eva Perón contó después la anécdota: “Es la primera vez que un niño me pregunta si hay trabajo y no me pide limosna”.

Cabral pasó a la historia por el contenido de sus canciones y reflexiones. “De la cuna a la tumba es una escuela, por eso lo que llamas problemas, son lecciones”, decía con su guitarra o “Tienes un cerebro como Einstein, tienes un corazón como Jesús, tienes dos manos como la Madre Teresa, tienes una voluntad como Moisés, tienes un alma como Gandhi, tienes un espíritu como Buda. Entonces, ¿cómo puedes sentirte pobre y desdichado?

Y el cantante cubano Silvio Rodríguez se inmortalizó con, “De que sirve la maza sin cantera” en la que utiliza la metáfora de una «maza sin cantera» para representar la pérdida de significado o propósito en la vida cuando se pierden las creencias, principios o valores que dan forma a la identidad y a la dirección personal.

En la canción, la «maza», (instrumento de madera usado como herramienta bélica antigua en combates para defenderse de invasiones) simboliza el corazón o la esencia del individuo, y la «cantera» representa las creencias que lo sostienen.

La canción explora qué sucedería si estas creencias desaparecieran, dejando al individuo sin un fundamento, sin un propósito y sin un camino. Si así fuera podríamos preguntar ¿y dónde están los buenos profesionales que requiere la sociedad”?


×