A una semana de conocerse que la calificación crediticia de Moody’s para Bolivia bajó de Caa3 a Ca, el presidente del Colegio de Economistas de Tarija,
Fernando Romero, señaló que la caída en las calificaciones no paró desde el 2020.
Fuente: Unitel
El economista señala que el 2020 la pandemia tuvo un impacto en la economía global y de Bolivia que se vio reflejada en la calificación de Moody’s; sin embargo, desde el 2021 las calificación continuó en descenso.
“Las calificaciones para nuestra economía no han parado de caer, con una tendencia clara a que las mismas se rebajen año a año. De hecho, del 2024 al 2025, hemos pasado directamente de una calificación de Caa3 a Ca, pasando por encima el CCC-“, señala Romero.

Romero agrega que la caída en la calificación crediticia de Bolivia no es resultado de un fenómeno casual o coyuntural sino más bien es “causal y estructural”.
El economista considera que se ha generado incertidumbre en torno a la economía boliviana y para inversionistas y capitalistas locales como extranjeros, y menciona a seis causas para ello:
1. Una caída severa de sus RIN alrededor del 90% durante el 2014-2024
2. Déficit fiscal continuo y sostenido en los últimos 11 años
3. Balanza comercial negativa y deteriorada por la crisis cambiaria
4. Un endeudamiento público que representa más del 80% del PIB
5. Problemas serios de liquidez en divisas que pone en riesgo el cumplimiento de obligaciones estatales.
6. Una presión cada vez más grande que ejercen el tipo de cambio fijo y la subvención de carburantes en el país.
El economista también menciona a la gobernanza y gobernabilidad como factores que influyen en la incertidumbre.
Romero manifiesta que todo esto ha generado tres problemas crónicos como el desabastecimiento de carburantes, la escasez y encarecimiento del dólar y una inflación elevada y creciente.
Augura un escenario es complejo para Bolivia y advierte que la calificación crediticia puede disminuir aún más, por las elecciones que pueden cambiar el rumbo del país y su economía.