Ceguera biológica y ceguera ideológica


 

 



Entre las grandes virtudes del ser humano, cuenta el poder compartir su saber con bondad; confrontar ideas con benignidad; esgrimir argumentos con paciencia; instruir con amor; educar con gozo; discutir conservando la paz; infundir fe a la hora de hablar y enseñar con la humildad de los grandes, sin perder la calma frente a quienes, por soberbia intelectual o arrogancia, oyen, pero no escuchan razones.

Octavio Paz, Premio Nobel de Literatura 1990, sentenció una vez: “La ceguera biológica impide ver, la ceguera ideológica impide pensar”.

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¡Cuántas veces la evidencia del error salta a la vista pero se la niega, como también, la constancia del acierto -y no se la acepta- porque el subjetivismo, la política, la ideología y el egoísmo lo impiden!

De ahí que, es en el campo académico -donde priman la ciencia, la lógica y la razón- que se pueden dar más posibilidades de encuentro, al no permitirse tales situaciones en áreas tan disímiles como la medicina y la economía. Ahora ¿cuál es la necesidad de este prolegómeno?

La Carrera de Comercio Internacional de la Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra (UPSA), a través de su Jefe de Carrera, Lic. Freddy Pacheco, me invitó como Conferencista Principal al Foro Académico “Importancia del Comercio Internacional en la coyuntura económica actual”, certero evento considerando las preocupaciones de la sociedad civil.

Compartí palestra con reconocidos expertos en el campo de su especialidad, como el Lic. Raúl Obando, Presidente de la Cámara Regional de Despachantes de Aduana de Santa Cruz; Lic. Sissi Hassenteufel, Presidente de la Asociación de Mujeres Especialistas en Comercio Exterior; Lic. Mauricio Rodríguez, Miembro del Capítulo Bolivia de la Cámara de Comercio Internacional, y, Lic. Pablo Sánchez, Subgerente de Desarrollo Empresarial de CAINCO. La Moderadora del Foro fue la Ing. María Esther Peña Cuéllar, Subgerente General del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) y Docente de la UPSA.

Engalanaron el Foro, con su presencia, el Vicerrector, Dr. Sergio Daga; la Decana de la Facultad de Ciencias Empresariales, Lic. Mary Esther Parada, y la Dra. Gloria de la Fuente, Subsecretaria de Relaciones Exteriores de Chile, como invitada de honor.

Ante más de 300 participantes, docentes y universitarios, principalmente, expuse el porqué de la situación que angustia a muchos -escasez de dólares, aumento de la inflación, anormal abastecimiento de combustibles y menor crecimiento económico- con la convicción de que gran parte del problema tiene que ver con el comercio internacional en general (intercambio de bienes y servicios a nivel mundial) y el comercio exterior de Bolivia (exportación e importación), en particular.

Mi intervención consistió en aportar datos sobre la evolución de indicadores macroeconómicos como el Producto Interno Bruto nominal y real; Inversión Extranjera Directa; balanza comercial de bienes y servicios; remesas al país desde el exterior; subidas y bajadas de las Reservas Internacionales Netas; composición de las exportaciones e importaciones; un especial énfasis en la balanza comercial del sector de hidrocarburos, entre otros, para, a partir de ello, demostrar que el menor crecimiento del PIB y la vertiginosa caída de las RIN, se debía a la baja de las ventas externas de Bolivia y a la subida de las importaciones, explicando las razones para cada comportamiento negativo mencionado.

Como casos icónicos de las Exportaciones No Tradicionales (ENT) presenté las “lecciones aprendidas” con la soya y derivados, la reina de las ENT, y la carne bovina y derivados ¡toda una revelación dentro de esta categoría, además de un buen ejemplo de lo que puede ser un exitoso trabajo sinérgico público-privado, aunque, tristemente, se puede tirar todo por la borda al vetarse su exportación como pasa hoy!

En el plano de las reflexiones finales, recalqué: La importancia del comercio internacional, explicando que la actual situación deriva de un descuido del sector externo, particularmente de las exportaciones, haciendo que ante la escasez de dólares, suba su precio; como país no autárquico precisamos divisas para las crecientes importaciones de las que dependemos; respecto a las fuentes de ingresos de divisas -por exportación, endeudamiento, inversión extranjera y cooperación- lo deseable sería la primera opción por su aporte al crecimiento, el empleo, los ingresos para los ciudadanos, así como tributos y divisas para el Estado.

Frente a un escenario internacional desafiante, insistí en la necesidad de mejorar la productividad empresarial y la competitividad sistémica del país, en función de lo cual reclamé tres condiciones indispensables: Seguridad jurídica, seguridad de mercados y seguridad de buenas políticas públicas, como ocurre en todas partes.

Felicidades a la UPSA por promover este tipo de foros, siendo que la “triple hélice” -Empresariado, Gobierno, Academia- podría ayudar, a partir de la ciencia y la sapiencia, a zanjar temas que, desde la política, no se pueden resolver…

 

Gary Antonio Rodríguez Álvarez

Economista y Magíster en Comercio Internacional