Dos ataques coordinados contra efectivos militares en puestos de control anticontrabando fueron denunciados por el viceministro de Lucha Contra el Contrabando, Luis Velásquez. Los hechos ocurrieron en las localidades de Machacamarca, en Oruro, y Llica, en Potosí, donde grupos de contrabandistas y comunarios agredieron a uniformados con piedras y explosivos.

En Oruro, unos 80 pobladores, incluyendo mujeres y niños, lanzaron «cachorros de dinamita» y piedras contra personal del Comando Estratégico de Operaciones de Lucha Contra el Contrabando (CEO-LCC).

El ataque dejó a dos militares con contusiones en la frente y las manos, según detalló Velásquez. «Fue un acto violento organizado para intimidar a nuestras fuerzas», sostuvo el viceministro.

Militares

En las páginas del Viceministerio de Lucha Contra el Contrabando se compartió la imagen de uno de los efectivos, totalmente ensangrentado.

En Potosí, contrabandistas ingresaron de manera violenta al puesto de control del CEO-LCC en Llica, con apoyo de algunos mallkus —autoridades originarias— para recuperar un vehículo incautado con mercancía ilegal.

Pese al uso de agentes químicos por parte del Grupo de Trabajo Conjunto (GTC) desplegado en la zona, los atacantes lograron su objetivo. Velásquez lamentó que las comunidades se sumen a la protección de redes ilícitas que están relacionadas con el contrabando.

Los ataques reflejan la escalada de tensiones en algunas regiones del país, donde el Gobierno intensifica operativos contra el contrabando de combustibles y alimentos.

El viceministro reiteró que los agresores «actúan impunemente, incluso usando a menores», y llamó a la población a colaborar con las fuerzas estatales en la lucha contra el contrabando y otras actividades ilícitas que afectan a la economía de todo el país.

Hasta el momento, no se reportaron detenciones relacionadas con los hechos, pero se espera que la Fiscalía inicie investigaciones por lesiones y resistencia a la autoridad.