Desarrollo de Mayaya Centro demandará una inversión de $us 240 millones


YPFB proyecta la construcción de una planta procesadora de gas y un gasoducto que se conectará con la línea Alto Beni-Caranavi, para suministrar gas a una futura planta termoeléctica en Caranavi. La segunda fase conectará al sistema nacional

Raúl Domínguez

 

Mayaya gas
Se proyecta que la producción de gas de Mayaya sea prioritaria para el mercado interno /Foto: ABI

 



Fuente: El Deber

El 15 de julio de 2024 -un día antes del aniversario cívico de La Paz- el Presidente Luis Arce hacía el anuncio del descubrimiento de un “megacampo” con un potencial de 1,7 trillones de pies cúbicos de gas natural. El descubrimiento se realizó en el pozo exploratorio Mayaya Centro-X1, ubicado en el área no-tradicional Lliquimuni, en la zona del Subandino Norte de Bolivia, departamento de La Paz.

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“Se ha confirmado la presencia de hidrocarburos gaseosos y líquidos en las formaciones Copacabana, Tomachi Medio e Inferior, siendo este el descubrimiento más importante para Bolivia desde el 2005”, manifestó en la oportunidad el jefe de Estado.

La crítica no se dejó esperas, porque los especialistas consideraron que no se podía hablar del potencial solo con la perforación de un primer pozo.

Hace pocos días, la operadora del campo, la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) informó que las tareas de exploración continuaban y estimó un potencial de hasta 7 TCF y que, incluso, empresas internacionales como Repsol, Petrobras y Fluxus, que operan en Bolivia, están interesadas en ingresar a la cuenca hidrocarburífera y pidieron más información al respecto.

EL DEBER solicitó a YPFB información más detallada sobre el proyecto y encontró que el desarrollo del campo, en su primera etapa, tendrá un costo total de $us 240 millones. La inversión para el descubrimiento de MYC-X1 es de $us 85,6 millones.

Fernando Arteaga Pinto, gerente Nacional de Exploración y Explotación de la estatal petrolera, explicó que la perforación del primer pozo tiene el objetivo de evaluar la eficiencia y eficacia de los sistemas petroleros en depósitos sedimentarios del Pérmico, Carbonífero y Devónico.

La perforación inició el 25 de noviembre del 2022 y finalizó el 4 de febrero del 2024, alcanzando una profundidad final de 6.000 metros y las operaciones finalizaron el 26 octubre de 2024 con la ejecución de las pruebas de formación.

“Resultó en el primer pozo descubridor de hidrocarburos en el área Lliquimuni del Norte del departamento de La Paz. Los resultados positivos confirmaron volúmenes de gas y condensado en las Formaciones Tomachi y Copacabana”, indicó Arteaga.

El ejecutivo anunció que en la estructura de Mayaya se tiene planificado perforar dos pozos más para delimitar la estructura. Las próximas actividades contemplan la terminación del pozo MYC-X1 y la ejecución de la Prueba de Producción Extendida en este pozo.

“De acuerdo con los resultados de la Prueba de Producción Extendida del pozo MYC-X1 se procederá con la notificación de la Declaratoria de Comercialidad, misma que incluye el Plan de Desarrollo Inicial en el que se definirá el número de pozos de desarrollo necesarios para drenar los volúmenes de hidrocarburos descubiertos, la estimación de los pronósticos de producción y el momento en el que iniciaría la declinación de la producción”, agregó.

El inicio de la producción

Una vez declarada la comercialidad, Arteaga sostuvo que se construirán las facilidades de producción de los pozos junto con sus líneas de recolección, una planta de procesamiento de gas para una “puesta en producción temprana” y un gasoducto lateral de salida que entregará el gas en especificaciones de venta.

Dicho lateral se conectará con el Gasoducto Alto Beni – Caranavi -a ser ejecutado por YPFB Transporte- para suministrar de gas natural al municipio de Caranavi, donde se construirá una central termoeléctrica. La producción de líquido recuperada será enviada a estación Sica Sica a través de cisternas”, señaló el ejecutivo.

Luego, YPFB encarará una segunda fase en la que “se visualiza” que la producción sea enviada hasta la localidad de Janku K’ala para su conexión al sistema de transporte nacional de gas natural. Para ello se necesita construir un gasoducto de 200 Km.

“Debido a esta situación, se evaluó una alternativa más práctica que permitirá reducir el Capex inicial del proyecto y acelerar su retorno. En una fase inicial el proyecto consistirá en la construcción de unas instalaciones de procesamiento temprano (EPF) que enviarán el gas natural hasta la localidad de Caranavi”, indicó el gerente de Exploración de YPFB, al mencionar que la termoeléctrica, suministrará energía eléctrica al Nodo Caranavi.

En este sentido, se espera que la producción de gas natural de Mayaya se utilice para generar energía eléctrica que permita cubrir parcialmente la demanda de energía eléctrica de La Paz y Beni. “Se estima que la producción podrá cubrir la demanda nacional y los excedentes serán exportados a mercados internacionales”, agregó Arteaga.

Críticas a los anuncios

Expertos y analistas del sector hidrocarburos han criticado los distintos anuncios realizados por autoridades de Gobierno y de YPFB, respecto a la comercialidad del campo. Uno de los que llegó lejos en sus proyecciones fue el ex ministro de Hidrocarburos, Franklin Molina, quien manifestó en julio de 2024 que el descubrimiento no solo implicaba un avance en términos de reposición de reservas, sino que también proyectaba un impacto económico estimado en $us 6.000 millones para el país.

Para el analista en hidrocarburos de la Fundación Jubileo, Raúl Velásquez, todas las proyecciones que se han hecho sobre Mayaya son “políticas” y no técnicas, porque no se puede anunciar un reservorio de hidrocarburos, a partir de la perforación de un pozo. “Para eso se requiere, por lo menos, perforar dos pozos más, para poder recién hacer una estimación de la cantidad de reservas y, de esa forma, declarar la comercialidad del campo, que es un tema fundamental para recién poder hablar de inversión”, declaró a EL DEBER.

Sin embargo, Velásquez consideró que se trata de una nueva cuenca hidrocaburífera, pero que YPFB no podrá desarrollarla debido a las condiciones económicas en la que se encuentra. “Hay que generar las condiciones para que pueda atraerse inversión extranjera con capital de riesgo. Y eso pasa, por una nueva política hidrocarburífera; la política actual no atrae inversión (…) Bolivia requiere de una nueva Ley de Hidrocarburos, pero también requiere de seguridad jurídica. Somos un país que no ha intentado solamente una, sino tres veces nacionalizar el sector hidrocarburos”, consideró el analista.

Por su parte, el ex ministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, consideró positivo el descubrimiento de Mayaya, porque permite conocer mejor la zona geológica del subandino norte. “Pero de ahí a que se tenga ya proyecciones de producción y reservas, no le vamos a dar crédito (al Gobierno). Vuelve a ser el mar de gas, una propaganda política y creemos que eso no le causa nada bien al país”, dijo.

 Descartó también que se hable de infraestructura sin antes perforar, por lo menos, los pozos delimitadores y de desarrollo. “Con un solo pozo no es posible. Y, segundo, como nadie conoce las pruebas DST (Prueba de Columna de Perforación) de largo plazo, podemos inferir que Mayaya X-1, por el momento, no es un descubrimiento”, aseguró.

Al mismo tiempo, subrayó que uno de los temas pendientes en Bolivia es la seguridad jurídica, lo que es una barrera para que las empresas privadas puedan recuperar sus inversiones.

Fuente: El Deber


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