El presidente Donald Trump dijo que se unirá el miércoles a algunos de sus principales asesores económicos en la Casa Blanca para negociaciones sobre aranceles y comercio con un alto funcionario japonés que viaja a Washington para las conversaciones.
El presidente republicano afirmó en una publicación en su plataforma de redes sociales que asistirá a la reunión junto con el secretario del Tesoro, Scott Bessent, y el secretario de Comercio, Howard Lutnick, asesores económicos clave con un papel central en sus políticas de comercio y aranceles.
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Trump anunció recientemente una ronda de aranceles globales, pero luego los suspendió rápidamente por 90 días después de que los mercados se desplomaran.
La medida puso en pausa el arancel generalizado del 24% de Japón, pero un arancel base del 10% y un arancel del 25% sobre automóviles, piezas de automóviles, exportaciones de acero y aluminio a Estados Unidos permanecen vigentes.
Por su parte, China, rival económico de Estados Unidos, está tratando de capitalizar la agitación en torno a los anuncios de Trump, con su líder, el presidente Xi Jinping, de gira por naciones del sudeste asiático y promoviendo a su país como un socio comercial más confiable.
Japón, como muchos otros países del mundo que temen los aranceles de Trump y sus probables consecuencias económicas, se ha apresurado a reaccionar. Ha creado un grupo de trabajo especial para evaluar el impacto de los aranceles y ofrecer préstamos y asesoramiento a las empresas afectadas.
Aunque el primer ministro, Shigeru Ishiba, se ha esforzado por conseguir exenciones de Trump, el gobierno ha dicho poco oficialmente sobre las concesiones que podría ofrecer durante estas conversaciones.
“Japón viene hoy para negociar aranceles, el costo del apoyo militar y la ‘justicia comercial’. Asistiré a la reunión, junto con los secretarios del Tesoro y Comercio”, escribió Trump en la publicación en redes sociales. “¡Esperemos que se pueda llegar a algo que sea bueno (¡grande!) para Japón y Estados Unidos!”.
El principal negociador comercial de Japón, el ministro de Revitalización Económica Ryosei Akazawa, se dirigía a Washington con la misión de convencer a los funcionarios estadounidenses de eliminar las medidas arancelarias de Trump contra el aliado de Estados Unidos en Asia Oriental.
Akazawa mantendrá sus primeras conversaciones con Bessent y el Representante de Comercio de Estados Unidos, Jamieson Greer, hasta el viernes.
“Estoy preparado para las conversaciones”, dijo Akazawa a los periodistas en el Aeropuerto de Haneda en Tokio antes de abordar su vuelo a Washington. “Negociaré para proteger firmemente nuestro interés nacional”.
Comentó que tanto Bessent como Greer son “conocidos por ser pro-Japón y profesionalmente talentosos” y que espera construir una relación de confianza con ellos. “Creo que podemos tener buenas conversaciones hacia una relación de beneficio mutuo que servirá al interés nacional tanto de Japón como de Estados Unidos”, expresó.
Japón está entre los primeros países en iniciar negociaciones con Estados Unidos. Trump y otros funcionarios del gobierno han dicho que los teléfonos han estado “sonando sin parar” por las llamadas de decenas de países, deseosos de llegar a acuerdos con un presidente que se ve a sí mismo como un maestro negociador para evitar los aranceles cuando termine la pausa de 90 días.
Pero aún no estaba claro qué esperaba obtener cada parte de las negociaciones. Las peticiones de Estados Unidos siguen sin estar definidas, aparte del deseo de Trump de que no haya déficit comercial bilateral.
Las peticiones de Japón tampoco están claras, aunque sostiene que es probable que las medidas arancelarias de Trump violen los acuerdos comerciales bilaterales o las normas de la Organización Mundial del Comercio. Aunque Ishiba ha dicho que se opone a los aranceles de represalia, también ha dicho que no tiene prisa por impulsar un acuerdo porque no quiere concesiones.
Xi, por su parte, hizo escala en Malasia el miércoles y dijo a su líder que China será un socio colaborador y estará junto a sus vecinos del sudeste asiático tras las sacudidas económicas mundiales.
Xi está de gira por Vietnam, Malasia y Camboya esta semana en un viaje que probablemente estaba planeado antes de la incertidumbre de los aranceles, pero que también está utilizando para promover a Beijing como fuente de estabilidad en la región y apuntalar las relaciones en esa parte del mundo mientras busca formas de mitigar los aranceles del 145% que Trump mantiene sobre China.
“Ante las perturbaciones del orden mundial y la globalización económica, China y Malasia se unirán a los países de la región para combatir las corrientes subyacentes de la confrontación geopolítica, así como las corrientes contrarias del unilateralismo y el proteccionismo”, declaró Xi en una cena con el primer ministro malasio, Anwar Ibrahim.
“Juntos, salvaguardaremos las brillantes perspectivas de nuestra familia asiática”, añadió.
Xi ha prometido a Malasia y Vietnam un mayor acceso a los mercados chinos en sus visitas, aunque se compartieron pocos detalles.
En Washington, Trump dijo que también quiere discutir el apoyo militar de Estados Unidos a Japón, o cuánto contribuyen los japoneses al costo de las tropas estadounidenses estacionadas allí, en gran parte como un elemento de disuasión para China.
La demanda de Trump de más gasto en defensa preocupa a los japoneses.
Según su estrategia de seguridad nacional, Japón pretende duplicar el gasto anual en defensa hasta casi 10 billones de dólares, o el 2% del PIB, en 2027, mientras que existe la preocupación de que Trump pueda pedir que se aumente hasta el 3% del PIB. El ministro de Defensa japonés, Gen Nakatani, dijo el martes que el presupuesto militar para este año es de alrededor del 1,8% del PIB de Japón.
(Con información de AP)