El viceministro Raúl Mayta revela que hay interés de empresas por invertir hasta $us 500 millones en exploración.
Fuente: La Razón
En una reunión interinstitucional con la Gobernación, la Asamblea Departamental y comités cívicos de Chuquisaca, el viceministro de Exploración y Explotación de Recursos Energéticos, Raúl Mayta, subrayó la urgencia de atraer inversión privada al sector hidrocarburífero para reactivar la economía regional y nacional.
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El encuentro, que contó con la participación de autoridades locales y representantes del Ministerio de Hidrocarburos, destacó proyectos en curso y oportunidades bajo el Plan de Reactivación del Upstream (PRU) 2021-2025 liderado por Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
Mayta afirmó que Bolivia, con su tradición gasífera y mercados consolidados como Brasil, tiene el potencial para recuperar su rol como exportador energético.
“Disponemos de infraestructura de transporte y procesamiento de gas, y empresas privadas han mostrado interés en invertir 500 millones de dólares para mantener nuestra capacidad exportadora y financiar exploración”, señaló.
Inversión
Estos recursos, explicó, ayudarían a desarrollar campos en áreas como Iñaú, Ingre, Yapucaiti, Sauce Mayu y Vitiacua, donde YPFB ya ejecuta perforaciones estratégicas.
Actualmente, se perforan los pozos Yapucaiti e Iñaú en el Subandino, con una inversión conjunta de $us 200 millones. Estos pozos profundos buscan evaluar formaciones como Huamampampa, Santa Rosa e Icla, claves para confirmar reservas de gas. “Son inversiones altas por la complejidad geológica, pero necesarias para asegurar el futuro del sector”, explicó Mayta.
El viceministro añadió que, cuando un proyecto exploratorio tiene éxito, se perforan “todos los pozos necesarios” para su explotación, lo que genera empleos, regalías para las regiones y estabilidad económica. “La ecuación debe ser rentable para todos: Estado, empresas y comunidades”, recalcó.
Mayta enfatizó que la participación privada es vital para superar la fase de “riesgo exploratorio”, donde YPFB asume costos iniciales.
Con una cartera robusta de proyectos y el respaldo de contratos a largo plazo con Brasil, Bolivia busca posicionarse nuevamente como proveedor confiable de gas, mientras diversifica su matriz energética.
En los últimos años la caída en la producción de gas fue total, por lo que los ingresos por la venta del producto redujeron de $us 6.000 millones al año en la época de bonanza económica a $us 1.000 millones, en promedio, en las últimas gestiones.
El Gobierno atribuye la caída en la producción a los pocos trabajos exploratorios de nuevos pozos durante el gobierno de Evo Morales.